María Moreno, Palomo Spain y Rafael Villalobos, trío de jóvenes creadores para la Bienal de Flamenco de Sevilla
La bailaora gaditana presentó un avance del espectáculo «More (no) More» que estrenará en septiembre
María Moreno (Cádiz, 1986), fue Giraldillo Revelación en la pasada Bienal de Flamenco, y para la próxima edición presenta un nuevo espectáculo, «More (no) More», para el que ha contado con artistas de su generación: el diseñador Palomo Spain y el director Rafael Villalobos.
La Factoría Cultural de las Tres Mil Viviendas fue el escenario elegido para el encuentro de los tres jóvenes, que hasta la fecha, y debido a la pandemia, se había llevado a cabo vía Internet. «Tenía claro que quería hacer mi nueva obra, pero esta pandemia nos ha dado muy duro a todos. Yo tenía un calendario plagaíto de compromisos, pero a pesar del riesgo económico, he querido continuar haciendo esta obra», dice la bailaora.
Lo que sí tenía claro era la elección del equipo, «que quería trabajar con gente de mi generación, un personal que no lo tenemos nada fácil, la verdad. Fuí yo quien llamó a Palomo Spain y a Rafael Villalobos. Me gusta mucho la moda y de Palomo me gusta su trabajo, sus diseños. Le llamé y le dije que si se quería incorporarse y aceptó. A Rafael lo descubrí en una entrevista en televisión y le llamé , le dije que si quería trabajar conmigo. Me confesó que nunca había trabajado con el flamenco y eso me pareció lo mejor. Ellos me siguen muy bien el juego, y eso que yo canso a todo el mundo», dice la gaditana.
Eligió el título de la obra por hacer un juego con su nombre y también con otro idioma, «en inglés, pero también con sentido para nosotros». Dice la bailaora que nunca se olvida de sus raíces, «pero soy una artista camaleónica, me siento así. Estoy haciendo lo que me pide el cuerpo, me gusta ponerme una bata de cola y montones de peinas, pero también una falda sobria. Y eso es lo que trabajamos, que se vea una María Moreno con todas las personalidades que puedo mostrar».
Palomo Spain, el flamenco
Palomo Spain (Posadas, Córdoba. 1992) , se marchó a Londres para formarse como diseñador, y lo hizo en el London College of Fashion y en Central Saint Martins de Londres. En 2016 presentó su primera colección con su nombre, Palomo Spain, y desde entonces no ha parado. No es la primera vez que trabaja para el espectáculo, y ha vestido a estrellas como Miley Cyrus, Lindsay Lohan y Beyoncé. «Le tengo el gusto cogido al mundo del espectáculo, pero el flamenco es lo que más me une a mis raíces y forma parte de mi adn . Me hace mucha ilusión trabajar en una obra flamenca, además con María está siendo muy fácil, ella es capaz de mover la prenda y adaptarse. Ella baila con la falda y la prenda se mueve sola».
Confiesa que no conocía a María Moreno pero sí a Rafael Villalobos, y « desde la primera vez que nos vimos supimos que podíamos hacer algo muy bonito», y afirma haberle venido a la cabeza durante la creación, el momento histórico de Argentinita y la Generación del 27 , «veo muchas similitudes con María y esa generación tan moderna que hubo en España y con la que ahora nos podemos identificar». No siente vértigo ante su carrera que ha despegado tan rápido, «no, todo ha sucedido bien y aún tengo la frescura de la juventud. Tengo muchas ganas de seguir, me queda mucho».
El diseñador afirma que su paso por Maestros de la Costura le llegó cuando ya tenía fama por su trabajo, «lo único, es que gracias a la televisión llegas a un público más amplio, pero no al público especializado que habitualmente me sigue, más fuera de España que aquí. Al principio sí noté lo de la popularidad de la tele, pero como sigo viviendo en mi pueblo, en Posadas, sigo estando rodeado de mi gente».
Rafael Villalobos (Sevilla, 1987), también lleva una carrera meteórica. Ganó el prestigioso Premio Europeo de Dirección en Viena en 2013 y fue nominado en 2016 a los International Opera Awards de Londres. Director y dramaturgo, trabaja habitualmente con óperas, obras musicales como la creada por el aniversario de Bécquer, y es la primera vez que trabaja con flamenco, «me daba cierto pudor, pero María inspira muchisimo, y lo único que hay que hacer es darle espacio para construir lo que quiere hacer». Dice que aporta sus códigos y está aprendiendo de los flamencos, «su manera de trabajar y buscarse que es más visceral, diferente a los clásicos. Ellos buscan desde la improvisación, arriesgan con valentía y eso me gusta. Es una experiencia para repetir. Me ha picado el gusanillo del flamenco», dice el dramaturgo.
