El Ballet Flamenco celebrará sus bodas de plata en el Maestranza

Será el 26 de noviembre, con un espectáculo que presentará algunas de sus coreografías más emblemáticas y una pieza nueva

«Flamencolorquiano», uno de los últimos estrenos del Ballet Flamenco de Andalucía Raúl Doblado

Jesús Morillo

El Ballet Flamenco de Andalucía cumple este 2019 veinticinco años como una de las compañías de referencia en su género y como uno de los más reconocidos embajadores culturales de la comunidad autónoma. Por ello, la Consejeria de Cultura y Patrimonio Histórico, de la que depende la compañía, va a celebrar las bodas de plata del Ballet con una gala especial en el Teatro de la Maestranza el próximo 26 de noviembre.

La pretensión de la compañía, que en la actualidad coordina artísticamente Úrsula López, es ofrecer un espectáculo que muestre algunas de sus coreografías emblemáticas , que fueron realizadas por coreógrafos del prestigio de Mario Maya, Javier Barón, Javier Latorre, Rubén Olmo, José Antonio y María Pagés , todos ellos reconocidos con el Premio Nacional de Danza.

La presencia de la compañía, además, ha sido constante en las grandes citas flamencas, incluida la Bienal de Sevilla, que la ha distinguido con varios de sus premios Giraldillos.

El espectáculo está aún perfilándose, por lo que no hay aún cerrado un programa definitivo con las piezas del repertorio que va a interpretar el Ballet Flamenco. La pretensión, además, es estrenar alguna pieza como colofón de un espectáculo para el que la Consejería de Cultura ha convocado audiciones para ampliar el elenco.

Así, tal como aparece publicado en el BOJA del pasado 9 de septiembre , se han convocado audiciones para cubrir puestos de cuatro bailaores, dos bailaoras, un guitarrista y un percusionista, que contribuirán a reponer en el escenario del Maestranza varios números destacados de la trayectoria del Ballet Flamenco de Andalucía.

Marcha abrupta

Con esta convocatoria y este montaje, la Consejería de Cultura y Patrimonio pretende no solo conmemorar los veinticinco años de una de las compañías más prestigiosas de la escena flamenca española sino dar un impulso a un Ballet que en los últimos meses fue noticia por la abrupta salida de su último director, Rafael Estévez , por un desacuerdo con la Junta a cuenta del pago de los derechos de autor de la obra «Flamencolorquiano» , estrenado en el Festival Lorca y Granada.

Tras este episodio se hizo cargo del Ballet Úrsula López , que perteneció al elenco de la compañía en la segunda mitad de los 90. La Consejería la contrató como coordinadora artística, siendo su primer compromiso el estreno en el último Festival de Jerez de «Naturalmente Flamenco» , realizado en colaboración del bailarín y coreógafo sevillano Rubén Olmo , actual director del Ballet Nacional de España.

Tras este nombramiento, la Consejería debería convocar en el próximo trimestre el concurso para ocupar la plaza de director del Ballet. Esta convocatoria se ha retrasado —la compañía está sin director desde primeros de año— a la espera de que se resuelva el concurso para la plaza de director del Instituto Andaluz de Flamenco, organismo de la Consejería del que depende directamente el Ballet.

Una vez que cuente con nuevo director se cerrará el periodo reciente de inestabilidad de un Ballet que nació como Compañía Andaluza de Danza en 1994 y que tuvo como primer director a Mario Maya. El desaparecido bailaor y coreógrafo estrenó dos obras, «Réquiem flamenco» y «De lo flamenco», que se cuentan entre los clásicos de una compañía que tenía entonces en su elenco, entre otros, a Israel Galván, Isabel Bayón y Rafaela Carrasco.

De la Compañía al Ballet

Dos años después, el recién creado Centro Andaluz de Danza asumió la gestión de la compañía, esta vez sin director. En esta época se estrenaron dos coreografías de Manolo Marín y otro de los clásicos de su repertorio: «El perro andaluz: burlerías», de María Pagés, que se hará cargo de la compañía hasta 1997.

Aquel año llegó José Antonio proveniente del Ballet Nacional de España y monta «La vida breve», «Romeras» y encarga coreografías a otros bailaores, como son «Cosas de payos», de Javier Latorre , «Un ramito de locura», de Javier Barón, y «Latido flamenco», de Manolete. Otras piezas destacadas de la etapa de José Antonio son: «Elegía, homenaje a Antonio» y «Picasso. Paisajes». Además, en 2002 el entonces director llamó a Antonio Gades para remontar «Bodas de sangre».

En 2003 la compañía adquiere el nombre que mantiene en la actualidad de la mano de la entonces recién elegida directora: Cristina Hoyos . La bailaora y coreógrafa sevillana creará obras como «A tiempo y a compás» o «Viaje al Sur».

En 2012 pasó a hacerse cargo de la compañía otro sevillano, Rubén Olmo , que acaba de tomar posesión al frente del Ballet Nacional de España.Bajo su dirección, el Ballet Flamenco de Andalucía seguiría su ascenso, con espectáculos como «Metáfora» y «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías».

Le sucederá en la dirección Rafaela Carrasco en 2014, que realizó el espectáculo conmemorativo de los veinte años del Ballet Flamenco, titulado «Imágenes». Dos años después llegaría el que hasta la fecha ha sido su último director, Rafael Estévez , quien junto a su primer bailarín, Valeriano Paños, estrenó «Aquel Silverio» y, el año pasado en el Festival Lorca y Granada, «Flamencolorquiano».

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