El 'show' de la Super Bowl vuelve al siglo XX con las viejas (y gamberras) leyendas del rap

Snoop Dogg dio la nota dando unas caladas a un porro de marihuana justo antes de un espectáculo sin grandes súper producciones que reunió a Eminem, 50 Cent, Mary J. Blige, Kendrick Lamar y Anderson .Paak

Kendrick Lamar, Eminem, Dr. Dre, 50 Cent, Mary J Blige y Snoop Dogg, anoche en la Super Bowl AFP

Nacho Serrano

Si en la gala de los Goya el rap tuvo una intervención pobre y descafeinada con un C. Tangana casi irreconocible de tan poco impactante, en el 'show' del intermedio de la Super Bowl fue el protagonista absoluto. Viejas leyendas del género con más de veinte años de trayectoria (el que menos) como Dr. Dre, Snoop Dogg , Eminem o 50 Cent tomaron las riendas de un espectáculo que contó con el dinamismo y la agresividad del hip-hop, pero prescindió de las grandes súper producciones y relevó a la anécdota a la música más moderna y actual, poniendo en escena a un elenco cuya edad media fue de 46 años.

El mini concierto de quince minutos arrancó con el legendario Dr. Dre emergiendo ante la multitud a los mandos de una mesa de sonido, homenaje a su larguísima y laureada trayectoria como productor, para dar paso a su discípulo Snoop Dogg , a quien parece no haberle afectado la polémica por las recientes acusaciones de violación porque no se cortó en crear una nueva antes de empezar, dando unas caladas a un porro de marihuana sabiendo que alguien le iba a ver, seguro.

Los dos raperos comenzaron el popurrí con 'The next episode' , el 'hit' que grabaron juntos poco antes de terminar el siglo XX, en un escenario que parecía querer hacer un guiño a los tiempos de confinamiento, ya que todo transcurre dentro de una serie de casas alineadas. Esos primeros minutos, de hecho, parecían diseñados para disfrutarse desde casa más que en el propio estadio, ya que no había grandes coreografías y todos los detalles eran imperceptibles si no eran captados por la cámara.

Sorpresa de la noche

Snoop Dogg trató de levantar a las masas apelando al espíritu Costa Oeste antes de acompañar a su maestro con una 'California love' que pasó sin pena ni gloria, y entonces llegó el turno de 50 Cent , sorpresa de la noche, ya que su participación no estaba anunciada. El ex convicto apareció dentro de otra caseta colgando boca abajo cual murciélago, como ya hiciera en el videoclip de la canción que interpretó, 'In da club' , que estuvo, otra vez, más pensada para los televidentes que para el público del estadio ya que la mitad de éste ni siquiera pudo verlo.

Sí pudieron disfrutar de la actuación en una azotea de Mary J. Blige , una artista enorme en Estados Unidos pero que aquí en España no interesa a nadie. Y pudimos ver por qué: su voz y su presencia escénica están a años luz de otras divas que sí nos han conquistado y que han arrasado en la Super Bowl, como Beyoncé, Shakira o Jennifer López. Muy, muy flojita.

Algo más de pegada tuvo el rapero de Compton, Kendrick Lamar, a pesar de la bochornosa censura de la letra de la canción elegida, 'Alright' : al tema, que se convirtió en un himno contra la brutalidad policial en los momentos álgidos del movimiento Black Lives Matter, se le retiró el verso 'and we hate po-po' (algo así como 'odiamos a los maderos'), lo más probable es que por órdenes de la cadena de televisión que emitió el evento.

'Playback' instrumental

La coreografía de Lamar tuvo cierta gracia, pero la sensación de estar ante un 'bluf' de Super Bowl empezó a hacerse notar al final de su intervención. Justo a tiempo, llegó Eminem para subir las revoluciones al ritmo de la mítica 'Lose yourself', con ese riff de guitarra infalible para levantar a las masas. Lástima que fuera justo ahí cuando se desenmascaró el 'playback' instrumental (fíjense en el minuto 10 segundo 3... suena un plato de batería que no ha sido golpeado), algo que a pesar de ser un clásico en este evento, sigue siendo criticadísimo en las redes sociales. Y es que Dr. Dre lo dejó a huevo: ni siquiera se tomó la molestia de disimular que tocaba las teclas decentemente cuando se sentó al piano para el siguiente corte del repertorio, el clasicazo 'Still Dre' , que reunió a todos los invitados de la noche para un último bailoteo con tan poca enjundia escénica que pareció un ensayo sin público.

Lo que sí tuvo su morbo fue ver a Eminem haciendo otra pequeña gamberrada, al desafiar y desobedecer a la organización (la NFL, Liga Nacional de Fútbol Americano), arrodillándose como Colin Rand Kaepernick (en señal de protesta contra la brutalidad policial ) pese a su prohibición de hacer el gesto para evitar polémicas. Por su parte, Dr. Dre también hizo la pequeña travesura de no recortar el verso 'still not loving police' ('sigo sin querer a la policía') cuando seguro que se lo habían pedido, igual que a Lamar.

En resumen hubo mucha 'celebrity' del siglo pasado, muchos 'hits' del rap 'old school' con algún gesto combativo, pero también falta de ambición , se diría que también de ganas, y una carencia total de artificios espectaculares dignos de lo que se supone que es el mayor espectáculo del mundo del pop... después de ver este 'show' y el de The Weeknd el año pasado, el intermedio de la Super Bowl parece no acabar de levantar cabeza desde el 'latinazo' de 2020.

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