Ronnie Spector: «No me considero una superviviente: simplemente soy una cantante de rock and roll»

La legendaria cantante neoyorquina se estrena en España con una gira en la que recupera los grandes éxitos de las Ronettes

Ronnie Spector, en una imagen promocional ABC
David Morán

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Sobrevivió a las malas artes y al acoso y derribo constante de un Phil Spector del que no quiere ni oír hablar en las entrevistas -literalmente: cualquier referencia al pérfido productor desaparece del cuestionario como por arte de ensalmo-, puso voz a algunas de las canciones más memorables y eufóricas del pop de los sesenta, y sedujo (artísticamente, claro) a Joey Ramone, Bruce Springsteen, George Harrison y Keith Richards, entre muchos otros, pero aún tenía una deuda pendiente: debutar en España. «Sé que es una locura, pero es verdad. Hubo algunas veces, incluso recientemente, en las que se suponía que debía haber venido, pero nunca lo hice».

Al habla Ronnie Spector, leyenda viva del rock and roll que, a sus 74 años, desembarca por primera vez en nuestros escenarios para celebrar aquellos días euforia y griterío en los que las Ronettes hicieron historia con canciones como « Walkin' In The Rain», «Baby, I Love You» y, claro, «Be My Baby», el himno que sublimó el Muro de Sonido spectoriano e hizo perder la chaveta a Brian Wilson. Canciones todas ellas con más de medio siglo a sus espaldas y sobre las que la cantante neoyorquina diseña ahora un emotivo tour a través de su historia. «Es como un viaje que comienza en el Spanish Harlem y continúa hasta nuestros días. Y mis chicas consiguen que recuerde mucho a cómo era en 1963», destaca Spector sobre unas actuaciones en las que la acompañan Nedra Talley, una de las tres Ronettes originales, y Tricia Scotti, y que pasará por Santander (16 de junio), Barcelona (18 de junio), Santiago de Compostela (21 de junio) y Madrid (22 y 23 de junio).

He aquí, pues, el reflejo de una época gloriosa tras la que vendría su tortuoso matrimonio con Phil Spector, los problemas con el alcohol, una carrera en solitario que no acabó de despegar y el majestuoso renacimiento con «The Last Of The Rock Stars», álbum que grabó en 2006 escoltada por una alineación de lujo encabezaba por Patti Smith, Keith Richards y The Raveonettes.

Han pasado más de cincuenta años desde que las Ronettes grabaron sus primeros temas. ¿Qué significa reencontrarse noche tras noche con canciones como «Be My Baby» o «Walkin' In The Rain»?

Amo mis canciones y amo interpretarlas en vivo. La gente me pregunta si no me canso de cantarlas y la respuesta es que no. Nunca. Cada noche hay un público diferente, gente que me está viendo por primera vez. Me encanta estar en el escenario; es el lugar al que pertenezco. Soy muy afortunada por tener unas canciones que han permanecido todos estos años. No puede creerlo.

De hecho, hablamos de canciones que son más que eso y que ya forman parte de la mitología pop estadounidense. ¿Cómo cree que han envejecido con el tiempo?

Han envejecido bien, porque la gente, los jóvenes intérpretes y cantantes, todavía se acerca a mí para decirme cuánto los he influenciado. Tuvimos gente muy talentosa involucrada en esas grabaciones y unos compositores increíbles que escribieron canciones solo para mi voz. Todo esto, sumado a la inocencia de mi voz y a los arreglos, es lo que ha hecho que las canciones hayan durado todo esto tiempo.

Si la Motown era el rostro elegante y refinado del soul-pop, las Ronettes fueron pasión y urgencia. ¿Cree que ese fue el gran secreto de la banda?

Tomamos la calle, la mezclamos con la moda y el estilo y la llevamos al escenario. Sí, éramos rock & roll. En la Motown eran aseados y tenían coreografías, mientras que las Ronettes éramos sudor, temblores y energía Pero lo que nos hizo especiales fue que éramos diferentes a cualquier otro grupo de chicas.

Suele explicar que en sus sesiones de grabación en la década de los sesenta sólo había una mujer que tocase algún instrumento en el estudio: la bajista Carol Kaye...

Estoy muy contenta de ver cómo han cambiado las cosa desde hace tiempo, pero es algo que debe continuar. Estoy feliz por las mujeres artistas de hoy, pero aún hay que tener cuidado. Y no se trata sólo de cuidarse a ti mismo, sino de cuidar también el uno del otro. Ahora mismo hay algunas mujeres en el rock y el pop con las que siento una conexión; me gusta lo que están haciendo. Para mí todo se reduce a la canción. En cuanto al estilo, todos parecen muy similares, nadie tiene su propio estilo. ¡Y a mí me gusta diferente!

Su último trabajo fue «English Heart», un disco con versiones de The Beatles, The Kinks o The Animals. ¿Tendremos que esperar otra década para tener un nuevo álbum?

No, no tendréis que hacerlo, ya que ahora mismo estamos terminando algunas canciones nuevas.

Al hilo de «English Heart», ¿por qué decidió grabar un disco de homenaje a todas esas bandas británicas de los sesenta?

Porque estábamos justo en medio de la british invasion. En enero de 1964, las Ronettes volaron al Reino Unido, ¡qué sorpresa tan emocionante para una chica del Spanish Harlem! La primera noche en Londres, los Beatles organizaron una fiesta para nosotros en Decca, nuestra compañía discográfica. Y en la gira, los Rolling Stones fueron nuestros teloneros. Giramos con muchas bandas británicas, desde los Yardbirds a los Kinks. Fueron tiempos mágicos, los mejores momentos de mi vida, y quería volver a la época en la que todo giraba en torno a la música y la diversión.

En su anterior álbum se presentaba como «The Last Of The Rock Stars». ¿Es así cómo se siente, como una superviviente?

Se trata de ser real. No me considero una superviviente: simplemente soy una cantante de rock and roll. Y, sinceramente, no creo que queden demasiadas.

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