Bruce Springsteen, a tiro limpio

El Jefe publica su primer libro, «Outlaw Pete», un cuento ilustrado por Frank Caruso

Madrid Actualizado: Guardar
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«Aquel chiquitín nació en los montes Apalaches. A los seis meses, alguien lo recogió y le metió en la cárcel. Cuano salió, robó un banco en pañales y lo único que dijo fue: “¡Colegas, me llamo Pedrito el Forajido”».

Así, tan desoladoramente, comienza «Outlaw Pete», una de las canciones más desasosegadoras (y no tiene pocas) de Bruce Springsteen, perteneciente a uno de sus penúltimos elepés, «Working on a dream» (no es de los mejores, como casi todos sus últimos discos y es un sentido tributo a Barack Obama y uno de sus más firmes apoyos en su primera candidatura presidencial).

Y esta historia del niño bandido, con final demoledor, a tiro limpio, es también el argumento del «debut» literario de Bruce, un volumen ilustrado por Frank Caruso, fantástico dibujante. Lo edita en castellano Ediciones Urano y cuesta veinticinco euracos.

La pieza (y el libro) están presididos por el estribillo «¡Colegas, me llamo Pedrito el Forajido» y una crepuscular armónica a lo Ennio Morricone, que es uno de los compositores preferidos de El Jefe, al igual que el western (y el spaghetti western que para algo su madre es italiana, Alice) y, por supuesto John Ford y su ciclo de la caballería, sin olvidar «Las uvas de la ira», de Steinbeck, un exitazo en destartalados tiempos y durísimos días de la Gran Depresión del 29 y su película homónima con acongojado (por no decir otra cosa) interpretado por un descomunal y tristísimo Henry Fonda, acongojadísimo (por no decir otra cosa) como «Tom Joad», también otra maravillosa canción del Boss.

El libro, de bellísima edición, como dice Bruce «no es para niños», sino para adultos y adultas (con perdón, uno es un auténtico «podemosman», con una trenka preciosa), aunque no estaría mal leérselo por las noches a los niños y que tengan pesadillas, las mismas pesadillas que nos brinda la vida: que para tirar adelante hay que sufrir, jugársela, creer en un mismo.

Como escribe Springsteen, «cómo sobrevivir a nuestros pecados y aprender a convivir con ellos. De ello depende nuestro nivel de fortaleza de cuerpo y alma. De ello, dependerá la alegría que podamos llevar a nuestras vidas». «Soy Pedrito el forajido. ¿Alguien puede escucharme?» Bruce y la vida a tiro limpio.

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