Primavera Sound, los récords están para romperlos

Aún faltan cinco días para que se abran las puertas del Fòrum y Suede estrenen con una actuación gratuita la XVI edición del Primavera Sound, pero no hace falta estar licenciado en futurología para aventurar que, una vez más, volverá a ser un éxito rotundo. Basta con recordar que los abonos y entradas llevan semanas agotados para anticipar un nuevo baño de masas y unas cifras de asistencia similares a las del año pasado, cuando echó el cierre con 190.000 espectadores.

Es lo que tiene haberse convertido en uno de los festivales europeos de referencia: las entradas vuelan, los récords se quedan pequeños y los titulares reclaman cada vez más espacio. Con todo, nada de esto sería posible sin un cartel de altura acorde con las dimensiones de la gesta, un cartel capaz de encumbrar la enésima pirueta estilística de Radiohead y preparar el campo de batalla para la ofensiva de PJ Harvey, sí, pero también de adentrarse en las tinieblas musicales de John Carpenter, celebrar el medio siglo de vida de esa Catedral del Pop que es el «Pet Sounds» de los Beach Boys o adentrarse en territorios desconocidos de la mano de los congoleños MbongwanaStar.

Son sólo cinco nombres, un ínfimo porcentaje de los más de 150 grupo que pasarán por el recinto del Fòrum entre el 1 y el 4 de junio, pero ayudan a entender el equilibrio de fuerzas de un festival que, pese a sus dimensiones y los reclamos estelares que encabezan la programación, sigue ofreciendo un cartel más radial que piramidal: los grandes mandan, sí, pero no por eso los pequeños y medianos dejan de ser más importantes y sugerentes.

El Primavera Sound es, de hecho, un gigantesco tetris musical en el que todas las piezas encajan al grito de #PrimaveraAllStars, lema impulsado por la propio organización que engloba desde el frenesí bailable y los contornos pospunk de los resucitados LCD Soundsystem al fino estilismo pop de Robert Forster (The Go-Betweens) pasando por la psicodelia en tecnicolor de Tame Impala, la presencia cada vez más consolidada del hip hop con nombres como Vince Staples, Pusha T, Action Bronson y Freddie Gibbs o esa ventana abierta al jazz libérrimo que representa Kamasi Washington.

Diálogos y memoria No faltan repescas de corte histórico como la de los oscuros Cabaret Voltaire, radiografías del estado de las cosas en el pop de aquí con Grupo de Expertos Solynieve, Manel, Joana Serrat y El Último Vecino o excursiones al continente africano para traerse de vuelta a la Orchestra Baobab, pero el festival sigue haciendo de la fusión de géneros y de los diálogos intramusicales sus mejores armas. Ahí están, por ejemplo, forjadores del noise como Dinosaur Jr. compartiendo protagonismo con exquisitos representantes del minimalismo como Lubomyr Melnyk, los hachazos metálicos de Unsane mano a mano con las delicias turcas de Selda, o la deslenguada Peaches mano a mano con el pop etéreo de Julia Holter.

Entre los momentos más esperados, sin duda, están el regreso de Radiohead, ocho años después de su última actuación en la ciudad, para descorchar «A Moon Shaped Pool» y seguir marcando el rumbo del rock menos acomodaticio; el retorno de PJ Harvey para presentar el espinoso y dolido «The Hope Six Demolition Project»; o la celebración del 50 aniversario de «Pet Sounds», joya de los Beach Boys que su cerebro, ese genio magullado llamado Brian Wilson, reinterpretará en directo; pero tampoco conviene perder de vista el pop oceánico de Sigur Rós, la rumba festiva de Los Chichos, la apisonadora de Titus Andronicus, el neosoul exquisito de James Hunter o el metal con pedigrí de Venom.

Y entre las novedades, un escenario electrónico a pie de playa que abrirá al mediodía y por el que pasarán, entre otros, Trevor Jackson, Todd Terje o Simian Mobile Disco y Bob Mould en formato discjockey, Un buen puñado de razones que no acaban en el Forum, ya que el CCCB, sede se los conciertos gratuitos de esta edición, acogerá entre el 3 y el 5 de junio a nombres de peso como Mudhoney, Cass McCombs, Black Lips, Power Burkas, Downtown Boys y Bradford Cox. Otro de los frentes abiertos es la programación en las salas Apolo, La[2] y Barts que arranca este mismo lunes con reclamos tan jugosos como el retorno de Mar Otra Vez, nombre de culto del pop heterodoxo de los ochenta, el siempre imprevisible Genesis P. Orridge al frente de la enésima reencarnación de Psychic TV y el frenesí sampledélico de The Avalanches.

Llega el Primavera Sound. Otra vez. ¿Quién da más?