Misterio, aventuras y épica en el gran viaje de Hans Zimmer

Las bandas sonoras del compositor alemán brillaron en un Palau Sant Jordi lleno

El espectaculo The World of Hans Zimmer llena el Palau Sant Jordi, Oriol Campuzano Manobens
Israel Viana

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Cuando este viernes a las 21.00 comenzaron a sonar en el Palau Sant Jordi de Barcelona los enérgicos y heroicos violines de «El caballero oscuro», el famoso filme sobre Batman de Christopher Nolan, algunos espectadores despistados se extrañaban de venir a un espectáculo de Hans Zimmer, sin que este hiciera acto de presencia. «Pensaba que estaría tocando. Ha sido una decepción. Podían haber avisado», comentaba al principio una seguidora. Apareció, eso sí, en los diversos vídeos que se proyectaron en las enormes pantallas que acompañaban a la orquesta sinfónica dirigida por su colaborador más cercano, el director Gavin Greenaway. «Si quieres que suene bien, mejor que yo no esté en el escenario. Él es mayor garantía», bromeaba Zimmer durante un encuentro con ABC por la mañana.

En la imágenes, el compositor iba comentando solo o junto a directores como Ron Howard y Nancy Meyers (en inglés y sin subtítulos), las bandas sonoras se interpretaban. Así se hizo con la conmovedora melodía de «El rey Arturo» y la operística «El código Da Vinci». El público se olvidó pronto de su ausencia. Anoche todo sonó grande. Épico y conmovedor en la mayoría de las ocasiones, con los más de cien músicos que fueron desgranando clásicos como «Misión Imposible», «Gladiator» o «El rey león». Este último título de Disney cuya música Zimmer escribió pensando en la muerte de su padre y por la que se llevó el Oscar en 1994.

La gente asiste al concierto como si fuera al cine, atenta por igual a la música y a las imágenes que se proyectan. La fórmula funciona, porque las entradas de ayer y las de mañana en el WiZink Center de Madrid se agotaron hace semanas. Algo que ya consiguió hacer en el Palacio Real en verano con el mismo espectáculo, «The World of Hans Zimmer - A Symphonic Celebration», y que seguramente repetirá en las tres nuevas fechas anunciadas para diciembre.

Desde hace unos años es habitual ver los recintos más grandes de Europa llenos para escuchar la música de los compositores de cine más importantes, con o sin ellos a la batuta. Las óperas del siglo XXI, dicen. Es el caso de Ennio Morricone, John Williams o el mismo Zimmer, del que ayer también se escucharon thrillers como «Hannibal» y películas de animación como «Kung Fu Panda». La noche no perdió gravedad hasta que sonó «Madagascar», arrancando las palmas de los 10.000 asistentes y dejando entrar el sol por momentos. Pero las melodías del compositor tocan más las teclas del corazón cuando se zambullen en la oscuridad, el misterio o la aventura. Quedó claro con el sorpresón final, al aparecer Zimmer en persona tocando la guitarra en «Origen» y presentando a la orquesta antes de que esta cerrará la noche con «Piratas del Caribe», tras tres horas de concierto y con una ovación de varios minutos.

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