Mecenas por accidente: festivales y teatros piden a su público que los rescate

El Liceo barcelonés sugiere a los abonados que donen las entradas perdidas y Pedralbes repite cartel para no perder público

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No se trata, como cantaba David Bowie , de ser héroes por un día, pero sí de arrimar el hombro y echar un cable. O, mejor aún: de no hacer nada. Absolutamente nada. Brazos cruzados, entradas en el bolsillo y dedos alejados del ratón. ¿Devoluciones? Del dinero, si acaso, ya hablaremos más adelante. Porque qui paga mana , sí, y por eso mismo puede contribuir a la supervivencia de empresas culturales a las que el coronavirus ha puesto contra la espada y la pared. Una suerte de micromecenazgo accidental forzado por las circunstancias con el que festivales y grandes equipamientos musicales esperan capear con algo de liquidez en la caja el temporal del coronavirus y la ristra de cancelaciones a la que les ha abocado la crisis sanitaria.

Ya lo advirtió el director del Cruïlla, Jordi Herreruela , antes de que empezase a quedar un poco más claro que a la banda sonora del verano de 2020 le faltarían los grandes festivales y buenaparte de la música en directo: «Si todo el público pide al mismo tiempo la devolución de todas las entradas para todos los conciertos se genera un problema de tesorería enorme». En aquel momento, como aún ahora, el festival barcelonés se mantenía en calendario en sus fechas previstas del 2 al 4 de julio, pero su director ya empezaba a hablar de «algo parecido a un cheque regalo» que pudiese aligerar tensiones económicas.

Ahora, cuando ya queda claro que el estío será un yermo sonoro, también el Cruïlla ha asumido que quizá no tenga más remedio que aplazar su edición de este verano a 2021 . «Si finalmente es así no hará falta que te preocupes por tus entradas, porque serán válidas para la nueva edición. Y, si no pudieras asistir, te daremos toda una serie de opciones para recuperar el importe o aprovechar el dinero de otra manera», apuntan en el último comunicado remitido a su público.

Al igual que el Mad Cool , el BBK Live y el Festival Jardins de Cap Roig , también el Cruïlla se mantiene a la espera de que el Gobierno mueva ficha y decrete la suspensión de los festivales por causa de fuerza mayor. Otros, en cambio, desalentados por las palabras del ministro de Cultura de la semana pasada («responderemos a eso cuando llegue el momento», dijo Rodríguez Uribes preguntado sobre las citas musicales, algunas de las cuales deberían estar empezando ya a preparar el montaje), decidieron anticiparse a los acontecimientos y confiar en la fidelidad de su público para salvar parte los muebles.

Raphael se suma a la causa

Es el caso, por ejemplo, del Festival de Pedralbes , cita que llegaba este año a su octava edición y ha optado por suspender todos los conciertos previstos para este verano para, acto seguido, reprogramar la gran mayoría en junio y julio de 2021. Un estrategia con la que el director del festival, Martín Pérez , apela a la fidelidad y comprensión de su público para que conserve las entradas que ya había comprado para ver a Madness, LP, Loquillo, Sara Baras, Andrés Calamaro o Chic , entre otros. «Le rogamos que, si le es posible, mantenga su entrada para la nueva fecha, lo que sería un apoyo fundamental para el Festival Jardins Pedralbes», imploraban desde la dirección del festival justo después de avanzar que, quien lo quisiera, podría optar por un reembolso.

Incluso una de las estrellas que tenía que actuar en los jardines de Pedralbes, el incombustible Raphael , animaba desde su cuenta de Twitter a conservar las entradas de 2020 para la nueva fecha de 2021. «Haciéndolo os aseguraréis los mismos asientos. Y aportaréis un apoyo fundamental al Festival de Pedralbes, al equipo humano que trabaja en él y al sector de la música en vivo en general», jaleaba el cantante.

Con algo más de discreción, rasgo distintivo de la casa, los organizadores del Sónar también confían en su público y en la fidelidad a la marca para capear la suspensión-aplazamiento de su edición número XXVII, anunciada finalmente el pasado viernes. Con estrellas como The Chemical Brothers, Arca o Princess Nokia en primera línea, el festival tendría que haberse celebrado el próximo mes de junio, pero la organización ya trabaja en «reprogramar» en 2021 «la mayoría» de shows previstos para este año. De ahí, a pesar de ofrecer también la devolución de abonos y entradas, que avancen ventajas para quienes las conserven hasta 2021.

Una llamada a la buena voluntad del público tras la que se encuentra la demanda, desesperada y por el momento desoída, de la Asociación de Promotores Musicales (APM) y la Federación de la Música de España , que reclaman la flexibilización de las normativas de consumo sobre la devolución del importe de entradas en el caso de aplazamiento y cancelación. Su modelo, avanzan, es el que ya se ha puesto en marcha en Portugal, Bélgica, Alemania e Italia, donde las entradas de un evento aplazado serían válidas hasta diciembre de 2021.

Invertir desde la butaca

La medida, en cualquier caso, no es ni mucho menos exclusiva de la música popular o los festivales de verano. En el Gran Teatro del Liceo , por ejemplo, se ha puesto en marcha una campaña para que los abonados se sientan aún más involucrados en el proyecto y donen a la institución los reembolsos que les corresponderían tras cancelarse el resto de la temporada. El coso operístico contempla también la devolución del dinero o su reinversión en la próxima temporada, pero el presidente de la Fundación del Gran Teatre del Liceu, Salvador Alemany , sugería en una carta remitida a los abonados que toda ayuda sería bien recibida. «Somos Liceo. Y por eso me siento con fuerzas de pediros que, si los veis bien, ayudéis al Liceo a seguir caminando haciendo la donación parcial o total del dinero que tenéis derecho a recuperar», sugería Alemany en la misiva.

También el Teatro Real , que hace unos días fue denunciado por FACUA por «negarse» a reembolsar el dinero de los abonos de la temporada 2020 tras haber suspendido los espectáculos programados, aseguró que había empezado a devolver el importe en metálico de las entradas reclamadas , modalidad a la que, según el coliseo madrileño, sólo se han acogido el 0,69% de los espectadores. Y todo mientras el mecenazgo cultural, más necesario que nunca en época de tensiones presupuestarias, sigue pasando de legislatura en legislatura sin concretar poco más que un puñado de buenas voluntades y unas deducciones fiscales del 40%.

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