Marilyn Manson recibe una nueva demanda por agresión sexual tras pactar su entrega a la policía
Una modelo ha puesto la cuarta denuncia al cantante, que había llegado a un acuerdo con las autoridades para ser detenido voluntariamente
Tras las denuncias interpuestas por tres mujeres que le acusan de varios delitos de abusos sexuales y psicológicos, Marilyn Manson acaba de recibir una cuarta demanda por agresión sexual y retención ilegal. Se trata de la modelo Ashley Morgan Smithline, quien asegura que fue violada, golpeada y secuestrada por el cantante , que además la habría amenazado de muerte en repetidas ocasiones, insinuando que la mataría si abandonaba la relación que mantenían.
Un representante de Manson, cuyo nombre real es Brian Warner, ha rechazado las acusaciones de la misma manera que hizo con las anteriores: «Negamos enérgicamente las afirmaciones de la Sra. Smithline. Hay tantas falsedades dentro de sus afirmaciones que no sabríamos por dónde empezar a responderlas. Esta relación, en la medida limitada en que fue una relación, duró menos de una semana en 2010. Manson no ha visto a la Sra. Smithline desde entonces».
La denuncia va en la misma línea de las declaraciones que hizo la modelo a la revista People, cuando salieron a la luz las primeras demandas. « Sobreviví a un monstruo . Me propinaba golpes y me mordía durante las relaciones sexuales. También me cortó con un cuchillo con forma de esvástica a modo de 'broma', por mi ascendencia judía. Me obligó a hacer un pacto de sangre, y si no obedecía, me encerraba en lo que él llamaba 'la habitación de las chicas malas', que era una sala de cristal insonorizada».
Smithline relató que Warner la contactó por primera vez en el verano de 2010, pidiéndole fotografías y diciendo que quería incluirla en una película. Según los documentos judiciales, Warner se «encaprichó» de ella y dijo que «era la chica perfecta para él». En noviembre de 2010 la llevó en avión a Los Ángeles, diciendo que la había elegido para un remake de la película 'True Romance' de Patricia Arquette. Poco después de su llegada, él le pidió que se mudara a su apartamento y comenzaron una relación sexual consensuada. «Sin embargo, rápidamente se hizo evidente que el sexo consensuado no era suficiente para el señor Warner », argumenta la demandante, que asegura que en una ocasión fue violada mientras estaba inconsciente. «Al despertarme descubrí lo que me estaba haciendo».
También la agredió físicamente, la obligó a ver escenas de películas que mostraban abusos y asesinatos, y fue sometida a abusos antisemitas (ella es judía). «Una vez me arrojó un cuchillo nazi y estuvo a punto de darme en la cara», dice la denuncia. Aunque Smithline intentó dejar la relación, Warner la separó de su familia y la manipuló «hasta un estado de aislamiento casi total, lo que le permitió asumir el control total de su vida », según sus abogados. El abuso duró dos años y le ha creado un «trastorno de estrés postraumático complejo, con ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo y ataques de pánico como resultado».
Esta nueva denuncia llega cuatro días después de que Manson, sobre quien pesa una orden de arresto por atacar a una fotógrafa en un concierto de 2019, llegara a un acuerdo con la policía para entregarse .
La primera mujer que denunció a Manson por hechos similares fue la actriz Evan Rachel Wood, que aseguró que el cantante «abusó horriblemente » de ella durante la relación que tuvieron de tres años, y que recibió varias amenazas para que no hiciera pública su historia «Estoy aquí para poner en evidencia a este hombre peligroso y llamar la atención a la industria del entretenimiento que le ha permitido hacer estas cosas, antes de que arruine más vidas. Estoy con las víctimas que ya no callarán». Las otras dos demandantes son la actriz Esmé Bianco y una antigua asistente del artista, Ashley Walters . Ésta última asegura que mientras trabajaba para él, le puso varias veces un vídeo de él abusando de una 'joven fan' menor de edad, a la que desnudaba y azotaba hasta hacerla llorar. En otro episodio violento, Walters se escondió de Warner en un armario, y éste derribó la puerta y la amenazó asegurando tener contactos de mafiosos que cometían asesinatos a sueldo. La demandante también asegura que él buscaba información en su ordenador para chantajearla, y que incluso le pirateó la cuenta de Facebook. Además, presuntamente se jactó ante ella de haber violado a mujeres impunemente.
Hay otras dos mujeres, Jane Doe y Sarah McNeilly , que no han puesto denuncia pero han revelado experiencias similares: «He tenido miedo de atraer la atención sobre mí para evitar terminar en su punto de mira de nuevo», dijo McNeilly en su perfil de Instagram. «Como resultado de la forma en que me trató, sufro problemas de salud mental y trastorno de estrés postraumático que han afectado a mis relaciones personales y profesionales, mi autoestima y mis metas personales. Creo que le gusta arruinar la vida de la gente. Quiero que Brian rinda cuentas por su maldad».
El propio Brian Warner se defendió de todas estas acusaciones con este comunicado: «Obviamente, mi arte y mi vida han sido durante mucho tiempo imanes de controversia, pero estas afirmaciones recientes sobre mí son horribles distorsiones de la realidad. Mis relaciones íntimas siempre han sido totalmente consensuadas con socios de ideas afines. Independientemente de cómo, y por qué, otros ahora eligen tergiversar el pasado, esa es la verdad».
.
