El cantautor español, Ismael Serrano
El cantautor español, Ismael Serrano - Ángel de Antonio

Ismael Serrano: «El cantautor no está valorado, ni en lo musical ni en lo poético»

El cantautor madrileño publica su primer poemario, «Ahora que la vida», en el que recoge versos inéditos, así como algunas de sus últimas canciones. Escribe, asegura, para «encontrar la belleza en el escombro y la profundidad de la vivencia cotidiana»

Madrid Actualizado: Guardar
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Ismael Serrano concibe su llegada a los 40 como un aterrizaje a una etapa clave de la vida. Será por cumplir una década o porque cada año que pasa consolida su carrera musical (11 discos luchando contra los «expertos» que creen enterrada la canción de autor), la cuestión es que ha elegido este momento clave para abrir horizontes.

Sin embargo, y aunque le toque hacer «balance», Serrano sigue siendo el mismo chaval que se sentaba con su guitarra en algún bar de Madrid mientras hacía suspirar a alguna mujer o maldecía a algún político. Eso sí, siempre con poesía. Sigue siendo el mismo porque a pesar de llevar 18 años arriba de los escenarios no ha perdido su esencia.

Esencia musical y sobre todo, poética.

Este cantautor sigue conmoviendo con la calidad de sus versos empadados de vivencias propias y ajenas, porque su obsesión es «encontrar la belleza en el escombro y la profundidad de la vivencia cotidiana».

Abriendo nuevas ventanas pero sin cambiar el rumbo, publica «Ahora que la vida» (Frida, 2015) , su primer poemario en el que aparece un Ismael poeta en estado puro y no tan desconocido.

¿Por qué ha dedicido sacar este libro?

Haber llegado a los 40 me obligó a hacer balance, me apetecía recopilar los versos perdidos y sacar un libro. Mi padre me venía empujando a hacerlo, la editorial Frida me lo propuso hace tiempo, así que se dio el momento.

Por otro lado, hay un sentimiento de oportunidad en lo político y en lo cultural que te contagia. Este libro recoge lo que sucedió en 2011 en la calle, la efervescencia en la calle, el 15-M...También en los personal, el nacimiento de mi hija, todo ello me obligó a hacer balance, y por eso lo he sacado ahora.

¿A qué o quién se le debe el título: «Ahora que la vida»?

Ahora que la vida hace referencia a un poema de Gil de Biedma que dice que la vida va en serio y que lo empiezas a comprender más tarde. Y no sé si me he enterado de que la vida va en serio y uno la empieza a comprender más tarde, pero desde luego, me he dado cuenta de que me tomaba en serio ciertas cosas que no lo son tanto y que tienen que ver con tu ego.

¿Se va a encontrar el lector al Ismael "músico"?

Se van a encontrar con mi experiencia poética, por así decirlo. Creo que escribir versos no es lo mismo que una canción. El verso y sobre todo el que es libre, es menos exigente que una canción.

Lo que hay en el libro es un diálogo conmigo mismo, un ejercicio muy íntimo como es el de la composición. Al escribir versos o música generas un espacio de encuentro para enfrentarte a tus miedos. Se escribe por miedo a la soledad, porque no sabes afrontar la pérdida o el paso del tiempo. Escribo también para encontrar la belleza en el escombro y la profundidad de la vivencia cotidiana.

Pessoa decía que la poesía es otorgarle a lo cotidiano el misterio de lo desconocido. Nuestras viviencias tienen una hondura de la que no somos conscientes porque el mundo, los medios, las redes, etc. encapsulan el mensaje y hacen perder el matiz, la complejidad del pensamiento de las cosas que requieren una experiencia natural. Estamos alienados y escribir poesía es un ejercicio de resistencia ante esa tendencia.

¿La poesía también es terapéutica como dice que lo es su música?

Todo ejercicio de creación es una terapia. Mas allá de la sensibilidad del músico o del poeta, que está sobrevalorada, somos en realidad niños pequeños que no tenemos herramientas para convivir con los miedos del adulto, que es el miedo a la soledad.

¿Cree que el fin es el mismo para todo creador?

Puede ser. Para mí la verdadera poesía o música surge a través de un ejercicio de honestidad. Cuando no se es honesto, se percibe. Músicos hay muchos, también poetas, pero no mucha poesía. A veces, se hace una búsqueda de la experiencia de ser poeta pero no se convive con la poesía ni se busca trascendencia. La poesía debe trascender al propio poema. Tú invitas a la reflexión, das preguntas y buscas que tu experencia lleve a profundizar en la experiencia del que lee, que siempre va mas allá del hecho que narras.

Lo digo como lector, yo voy más allá de la vivencia del poeta, la incorporo y profundizo en lo que siento. Cuando se concreta y se queda en una fórmula efectista, se llega solo a un juego de palabras que pierde la esencia.

Es como la música folclórica, tiene una hondura que va más allá de lo comercial. El flamenco es lo mismo, por eso se le dice "cante jondo". Son ejercicios poéticos intensos y hermosos, y creo que se está perdiendo esa capacidad. Igual pasa con la música

¿Este nuevo camino como escritor es paralelo a su carrera musical? ¿O se plantea dejar la música?

Sí. La tradición musical de la canción de autor siempre ha estado conectada a la poesía. No es casual que algunos cantautores le hayan puesto musica a poemas: Paco Ibáñez a Goytisolo, Pablo Milanés a Nicolás Guillén, Pedro Guerra a Ángel González, Serrat a Joan Margarit, Sabina a Luis García Montero...También responde a la frustración del cantautor que quiere ser poeta.

¿Pero, usted no se considera poeta?

Es que el cantautor no está valorado ni en lo musical ni en lo poético. Existe el tópico de que se sabes dos acordes con guitarra y se supone que ya puedes construir una canción, cosa que no es real. Y, por otro lado, el poeta también te exige que te parapetes detrás de una guitarra y revistas los versos con armonía y melodía porque de otra forma no se defenderían. Es un complejo del cantautor quizás, que te lleva a la buscar la complicidad de poetas o a hacer poesía.

¿Qué piensa de los que que critican el ejercicio de hacer poesía de lo cotidiano y que creen que hay que ir mas allá de los que nos sucede cada día y trascender…?

En la búsqueda de la trascendencia hay muchos caminos, hay muchas corrientes poéticas que buscan diferentes caminos para encontrar lo mismo. Esos discursos, más que literarios son pugnas de ciertas corrientes muy personalistas que tienen que ver con filias y fobias de cada uno. Cada uno construye desde donde quiere y desde donde sabe. Hay escritores que dicen que las novelas no tienen que tener argumento porque la vida no lo tiene. Me parece un planteamiento erróneo porque si para algo sirve la literatura y la poesía es para darle argumentos a nuestra vida.

La cotidianidad sí tiene hondura, otra cosa es que seamos capaces de darle profundidad y no nos quedemos en el juego de palabras, efectistas, que se parece más al grafiti que al discurso.

En la poesía falta un discurso poético, una trama, una búsqueda que vaya mas allá de la vivencia personal. Igual pasa con la música, con el pop. ¿Toda música tiene que ser comprometida? No. El escapismo está muy bien, pero imponer un único modelo estético es un error. Y la pluralidad da la riqueza.

¿Cómo diferenciar estos poemas de sus letras de canciones? Dice que una canción no es igual que una poesía, pero nos encontramos muchos trozos de sus canciones en su libro...

Sí, se puede hacer música con los versos que hay en el libro, y lo he hecho. Pero sí es verdad que una canción tiene estructuras métricas más cerradas, exige un ritmo más concreto, está sujeta a unas armonías y acentos más marcados.

Pero la poesía también puede ser exigente...

Sí, pero depende cómo la hagas. En mi caso, hay muy pocos sonetos, que, además, huyen de los acentos. Huyo de ello porque pretendo ser más libre. ¿En qué se diferencian los poemas de mis canciones? No lo sé, me gustaría pensar que cuando cosigues una gran canción es cuando eres capaz de recitarla y sobrevivir sin el amparo de la música, de la armonía y de la melodía. Si es así, has hecho una buena letra. Al final, cuando haces una canción buscas un equilibrio.

¿Pensó en hacer canción alguno de estos poemas en el futuro?

Sí, me ha pasado. De hecho, así surgen las canciones. Cuando me siento a componer no pienso sobre qué escribir. Escribir una canción es encontrarse con una idea, que te viene persiguiendo desde el poema y te encuentras con él a través de la guitarra. No creo en la escritura automática, de sentarme y pensar qué escribo. Son siempre ideas recurrentes. Por eso me gusta algo que ahora se está perdiendo y es el disco conceptual, donde todas las canciones se relacionan y aparecen de forma recurrente ideas, miedos que han estado en tu vida durante un tiempo determinado. En definitiva, un disco representa un tiempo de tu vida donde hay ideas que se convierten en una especie de obsesión y están presentes en todas las canciones.

¿Hay influencia de poetas en este libro, como las hay en sus canciones?

Yo descubrí la poesía desde poetas latinoamericanos. Está presente Benedetti, Pablo Neruda, César Vallejo, Jaime Sabines. También la poesía de la experiencia como la de Luis García Montero, y luego también esa tradición de la poesía social como la de Ángel González, Goytisolo o Celaya.

Respecto a su último disco «La Llamada». ¿ha aparcado la política en sus letras siempre tan presentes?

Puede ser. En cualquier caso, si es así es inconsciente. Pero en este ultimo disco hay canciones como “La casa y el lobo”, “El día de la ira”, “La llamada” que sí son políticas.

Aunque sí, es verdad que analizo las cosas desde otra punto de vista. Hay que desprenderse de cierta solmenidad y relativizar ciertas cosas sin abandonar los principios ideológicos pero sin la arrogancia o la soberbia de las que a veces nos revestimos cuando surge el debate político.

¿Cuándo llega el libro a Latinoamérica?

En febrero probablemente en Argentina, donde haré una presentación. Y también está previsto que llegue a México, Chile...

¿Está conforme con su trabajo?

Aunque tiendo a maltratarme, estoy bastante contento. No digo «¡Qué bueno soy!», pero tampoco soy tan malo. Yo me reconozco, hay un cierto pudor porque sé que es un acto de osadía sacar un libro de poemas pero, por otro lado, a la poesía se la ha revestido de un aura elitista que no la ha favorecido para nada porque la aleja de la realidad.

¿Se plantea sacar otro libro?

A largo plazo sí porque es una experiencia bonita que me permite encontrarme con mi experiencia artística desde otro lugar, me permite hacer recitales, hablar de los poemas desde otro lugar, hablar de la génesis de las canciones desde otro lugar y eso es bonito, es un reto con uno mismo. Caes en la cuenta de muchas cosas, igual que sucede haciendo entrevistas, en esos recitales encuentras muchas inquietudes que están ahí y que depositaste de forma inconsciente.

¿Lo ha marcado a nivel artístico el nacimiento de su hija?

Sí, te marca. En mi caso me ha permeabilizado mucho, me ha permitido relativizar.

¿Cómo ve España tras las elecciones?

Yo creo que es una España que está cambiando, una ciudadanía que está haciendo un ejercicio de soberanía a través de la cual se está exigiendo una nueva sensibilidad política. Lo que ha revelado esta crisis económica es el déficit democrático en el que vivíamos y una cierta dejación de nuestras responsabilidades, no ya solo de la ciudadanía, sino también desde una elite política que ha perdido su vocación de servicio. Y entonces, en ese sentido han surgido nuevos liderazgos que vienen desde la sociedad civil, gente que nunca ha trabajado en política, y ahora está dentro. Me parece positivo que mucha gente joven se haya incorporado al debate, gente que lo eludía y le parecía un coñazo y ahora se siente interpelada, quiere participar y ser protagonista.

Quizás se peque de soberbia, de creer que se inventan cosas nuevas, pero al menos es sano, hay que avanzar en el desarrollo democrático y el hecho de que se rompa el eje bipartidista me parece positivo y natural, tiene que ver con fases que se van quemando. La etapa de la transición terminó y está dando lugar a una nueva.

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