Interpol: «El rechazo inicial nos hizo más fuertes»

El trío neoyorquino visita Madrid y Barcelona este fin de semana

NACHO SERRANO

Hace quince años, el espíritu de Joy Division pareció resucitar al otro lado del Atlántico, poseyendo a cuatro músicos neoyorquinos que entregaron uno de esos discos de debut que marcan época. «Turn on the bright lights», el primer álbum de Interpol , fue una de las sensaciones de 2002, un año en el que el revival post-punk no estaba previsto pero llegó para quedarse.

«No sentimos ninguna presión por el éxito, en serio», dice el guitarrista Daniel Kessler , al teléfono desde la Gran Manzana. «Ya llevábamos cinco años como grupo, y sabíamos que el éxito o el fracaso son cuestiones que quedan fuera del control de los músicos, así que supimos tomarnos las cosas con calma y no ponernos nerviosos». Para Kessler, la clave de ese control mental estuvo «en no dejar de recordarte a ti mismo que eres un compositor, que tu relación con la música y con las canciones debe ser la misma que la que tenías cuando entraste a ensayar por primera vez».

En cualquier caso, «Turn on the bright lights» es un disco que aún hoy despierta pasiones, y por eso han decidido celebrar sus quince años de vida recuperando todo su repertorio en directo en una gira de aniversario. «Cuando lo grabamos, lo hicimos con la máxima naturalidad», explica Kessler. «Intentamos hacer algo que perdurara, no que fuera uno de esos discos de los que te aburres al cabo de un tiempo, o del que incluso te arrepientes. Cuando era un chaval y leía entrevistas con mis grupos favoritos, odiaba cuando decían que ya no les gustaban sus anteriores trabajos. Me dije que si me convertía en músico, eso jamás me pasaría a mí».

Lo increíble es que cuando Interpol arrancó su carrera, en 1997, nadie supo ver su potencial. «No tuvimos ni la menor de las facilidades en aquellos tiempos», asegura Kessler. «Todas las discográficas a las que presentábamos nuestro trabajo nos rechazaban. ¿Y sabes? Creo que en realidad fue una experiencia muy sana pasar por aquella frustración. Nos hizo más fuertes y creer aún más en nosotros mismos».

Después de su debut en 2002 llegaron «Antics» (2004), «Our Love to Admire» (2007), «Interpol» (2010) y «El Pintor» (2014), cuatro sólidos trabajos a los que pronto se sumará un nuevo álbum, ya que la prensa estadounidense anunció el pasado noviembre que la banda entraba de nuevo a grabar. «En realidad, en noviembre entramos a ensayar y componer», matiza Kessler. «Las grabaciones empezarán ahora, y esperamos tener el disco publicado para el año que viene. ¿Que qué atmósfera sónica tendrá? Pues si te soy sincero todavía no lo sabemos ni nosotros mismos, aún estamos muy lejos de perfilar ese tipo de cosas.Además, no me gusta describir lo que se está gestando en el estudio antes de que vea la luz, porque nunca tenemos objetivos claros, sino que vivimos el momento que se genera entre nosotros para captarlo».

Un trío para siempre

El grupo vivió uno de los momentos más tensos de su trayectoria en 2010, cuando el teclista original Carlos Dengler decidió dejarlo para lanzarse de lleno a su carrera actoral. Sus tres compañeros llevan años diciendo que perdieron todo contacto con él, pero Kessler comenta que le ha visto «un par de veces», y que sigue siendo un «buen amigo». Desde que se marchó, Interpol no le ha sustituido y permanecen como trío, un formato que «quizá sea el definitivo, ya veremos».

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