Ade Martín, Amber Grimbergen, Ana García Perrote y Carlotta Cosials son Hinds
Ade Martín, Amber Grimbergen, Ana García Perrote y Carlotta Cosials son Hinds - FOTO: Salva López, cedida por Hinds
Entrevista

Hinds: «Siempre nos ponen una figura masculina detrás»

Triunfan en el mundo con su música, pura diversión garage, mientras critican el paternalismo con el que son tratadas en España

MADRID Actualizado: Guardar
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Cuando en tan solo dos años pasas de ser un grupo de amigas cuyo sueño es tocar en la sala Wurlitzer de Madrid –170 personas de aforo– a hacerlo en Glastonbury–ante 5000 personas en el principal festival de Europa– es normal que digas que todo lo que ha pasado es como estar en un internado de alta disciplina. Y si además en ese tiempo has vendido todas las entradas de tus conciertos en Francia, Australia, Japón o Estados Unidos, es normal que se muestren orgullosas ante el camino recorrido. Pero Hinds, la banda con más presente del panorama español, sólo quiere mirar hacia adelante: «Nos exigimos más. Dividimos nuestro cerebro en una parte satisfecha y una ambiciosa».

La historia de estas cuatro chicas empezó cuando se llamaban Deers (que se podría traducir como «el inglés para ciervos») y eran dos, Carlotta Cosials y Ana García Perrote.

La cosa empezó pronto a ponerse seria mientras derrochaban la impostura de juventud que siguen manteniendo. En esas llegaron Ade Martín y Amber Grimbergen, bajo y batería, y pasaron a ser las cuatro chicas de Madrid que lograron conquistar el mundo sin tener ni siquiera un disco en el mercado. Ya eran Hinds (el inglés para ciervas) y ninguna llegaba a los 25 años de edad.

No dejar nunca de tocar

En medio de la gira en la que están inmersas, una gira que no cesa y que les ha llevado a tocar por todo el planeta, han aterrizado en Madrid y han parado una hora para hablar con ABC. Es una mañana soleada en una calle trasera de la estación de Atocha. Las furgonetas de reparto y las sirenas de Policía interrumpirían a otro entrevistado, pero no a ellas. Al revés, parece que refuerza su discurso: «Madrid mola mucho y no nos damos cuenta. Y eso es lo que más mola de aquí, que la ciudad no lo sabe. Madrid es sucia, es guarra, es barata….Y la escena mola mucho. Nosotras hemos llegado las últimas, pero aquí todo el mundo se lleva bien con todo el mundo. En Nueva York por ejemplo se odian a muerte entre ellos».

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