Enrique Bunbury: «La censura no es necesaria y no dice nada bueno de quien la ejerce»

Cuatro años después, el artista maño regresa con «Expectativas», su trabajo más versátil, innovador y actual

El artista Enrique Bunbury ISABEL PERMUY

NACHO SERRANO

Cuatro años después de su último disco de estudio («Palosanto», 2013), Enrique Bunbury (Zaragoza, 1967) regresa con el que puede considerarse desde ya su trabajo más versátil, innovador y actual. Titulado «Expectativas», el nuevo álbum del artista maño posiblemente vea la luz con diferencia de opiniones, pero sin duda serán miles los fans que le acompañarán en la gira que comienza el próximo dos de diciembre, en el Palacio de Deportes de Santander (6 de diciembre Barcelona, 8 Madrid, 10 Sevilla, 14 Valencia y 16 Zaragoza).

Creo sinceramente que es uno de sus mejores discos. ¿Qué sensación le ha quedado al terminarlo?

No sabes cómo te lo agradezco. Yo también pienso que es uno de mis mejores discos. Cuando terminas un nuevo álbum, no tienes la perspectiva suficiente y tienes la emoción del trabajo realizado a flor de piel. Pero las sensaciones que voy recibiendo por ahí coinciden también con tu apreciación. Y mi sentimiento es que esta vez he dado con un buen puñado de canciones.

El arranque con «La Ceremonia de la Confusión» suena un poco a QOTSA. Después la cosa evoluciona hacia unos Bad Seeds… ¿Cómo se gestó el concepto sonoro y de atmósferas de los temas introductorios?

En ningún momento pensé en referencias tan específicas. El álbum de Queens of the Stone Age salió cuando el disco ya estaba grabado, o sea que no fue una influencia. Nick Cave siempre es alguien que tengo en cuenta en mis discos. «Expectativas» es un disco oscuro, pero creo que las secuencias y el uso del Prophet y el Mini Moog y el añadido del saxo nos aleja de la comparación con los Bad Seeds. Yo quería que el disco tuviera un sonido actual. Alejarme de mis etapas anteriores, en las que revisaba las raíces del rock and roll o las latinoamericanas y mediterráneas. Quería que el disco tuviera textos y sonoridades propias del año que vivimos.

Hay algunos metales casi disonantes, que tienen un toque «stoogiano». ¿Hubo alguna premisa a la hora de trabajar esa sección?

En realidad, es un solo saxo. Todo, trabajo de Santi del Campo, nuestra nueva incorporación a los Santos Inocentes. El saxo lo usaron los Stooges de manera fantástica, muy rock & roll y también muy free-jazz. Santi proviene de proyectos en los que el jazz y el afro beat eran más importantes que el rock y eso me parecía que podía aportar un color y una actitud muy interesante.

En «Cuna de Caín» da la sensación de que habla de España.

«Cuna de Caín» no habla de España. Es una canción sobre una relación entre dos persona que tienen que poner tierra de por medio para no matarse entre ellos.

«Parecemos tontos» tiene un aura de entidad propia, casi como al margen del disco… Es un soul magnífico. ¿Cómo fue grabar con esos coros tan fantásticos?

Efectivamente. Para mí, «Parecemos Tontos» era una canción que no acababa de entrar en el marco del resto del álbum. Tiene un carácter soul que no posee el resto del disco. Le hemos dado algunas pinceladas de producción para que funcione en el contexto. De todas formas, es una canción que considero importante y que está gustando mucho. En cuanto a los coros, te agradezco mucho el comentario. Porque en este disco he grabado yo casi todos los coros. Y es una alegría ver que se nota el esfuerzo, el trabajo y el cariño.

Se perciben dos caras en el disco. ¿Tuvo eso en cuenta para el formato LP?

Sí. Me importa mucho la dinámica del álbum. Y cuido mucho el orden de mis discos. En este caso, la cara A y la B del vinilo tienen caracteres muy diferentes. La A tiene un tono más social y la B es personal e introspectiva.

«Mi libertad» es una canción que no se parece a nada que haya hecho antes.

Es otra canción a la que tengo especial cariño. El saxo es fascinante y creo que el ritmo de batería de Ramón Gacías le da un toque jazz muy interesante e inédito en mi carrera. Es una canción con una estructura interesante, muy poco pop.

¿Qué planea para la gira de presentación? ¿Habrá un salto cualitativo en algún aspecto?

Espero que así sea. Siempre quieres dar lo mejor de ti mismo. El tour concederá espacio a este nuevo disco, aunque también revisaremos canciones de todas las etapas de mi carrera, seleccionando lo que me parece está más emparentado con mi actualidad. Y revisaremos los arreglos, como suelo hacer en cada gira, para dar un lavado de cara a las canciones más antiguas y más alejadas del concepto.

Termino preguntándole sobre la controversia que ha generado el machismo de algunas canciones, que han sido censuradas en muchas fiestas patronales españolas este verano.

No soy muy consciente de que exista una censura real en los medios de comunicación o que, a Loquillo, Maluma o a quien sea, le hayan impedido tocar determinada canción. Ni tengo datos que afirmen que existe ningún link entre el reguetón (o el R&R) con la violencia de género. Sí soy consciente de los linchamientos y de las opiniones exaltadas en las redes. Creo que no hace falta crear ni más leyes, -tenemos de sobra-, ni obsesionarse con prohibiciones en las distintas facetas artísticas o creativas. La censura no es necesaria ni dice nada bueno de quien la ejerce. Una película, un libro, un cuadro o una canción deben ser siempre libres. Igual que tú debes ser libre de escuchar a quien más te emocione y fascine.

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