Paganini, Robert Johnson y los Rolling Stones, bajo la estela de Satanás

«La estirpe de Fausto. Los pactos con el diablo a lo largo de la historia» (Almuzara) es un libro en el que Manuel Jesús Palma Roldán (El Viso del Alcor, 1987) analiza pormenorizadamente la influencia de Satán a lo largo de la historia. Este culto con el diablo se ha producido también, paradójicamente, en el seno de la propia Iglesia:«Se dieron casos como el de Teófilo de Adana o el Papa Silvestre II, casos rodeados de polémica y habladurías, eso sí, que luego se utilizaron como cuentos moralizantes, historias para mostrar lo peligroso que era tomar ese camino prohibido del pacto satánico», comenta el autor.

El pacto con el diablo también atañe a otras religiones, como el judaísmo o el islamismo. «En el judaísmo —asegura este escritor y periodista—, el pacto solo toca de manera transversal a través de la creencia de los cristianos en que muchos magos negros que pactaban con el diablo eran judíos. Sin embargo, dentro de esta religión ese pacto no se puede dar. En el islamismo pasa un poco lo mismo, aunque la figura del diablo sí que está mucho mejor representada, en este caso por Iblis. No obstante, realizar un pacto con esta figura estaría terminantemente prohibido, así que es algo más propio del cristianismo, donde la figura de Satanás toma mucha más importancia».

En cuanto a la razón por la cual el satanismo crea tanta fascinación en los tiempos actuales, el autor del libro «Escocia misteriosa» considera que «porque el ser humano siempre ha sentido una mezcla de fascinación y terror por lo prohibido, por aquello que no conoce. El satanismo, ahora revestido de una idiosincrasia y un simbolismo que poco tienen que ver con su auténtica raíz, se ve como el súmmum de la rebeldía en nuestros tiempos».

Oscar Wilde hizo una nueva versión de «Fausto» con «El retrato de Dorian Gray»

En este libro hay también un apartado destinado a «los servidores de Satanás», donde se incluyen personajes célebres como Gilles de Rais, Elizabeth Báthory, Niccolo Paganini o Giuseppe Tartini, entre otros. «Son muchas las personas que a lo largo de los tiempos habrían hecho un supuesto pacto con el Maligno, y yo he querido destacar las más populares, pero también los casos más sorprendentes y aterradores. Creo que los dos nobles, Bathory y Gilles de Rais, son los más impresionantes por el nivel de crueldad mostrado por estas personas, que eran puro mal».

En el terreno musical, destacan historias tan conocidas como las del bluesman Robert Johnson o, incluso, The Rolling Stones. «El caso de Robert Johnson es deudor directo del de Paganini, y él mismo se encargó de expandir su leyenda satánica, ya que sabía que aquello le favorecía de cara a crear más morbo en sus conciertos. En músicos más modernos, como The Rolling Stones, Judas Priest o Led Zeppelin, que utilizan todos ellos imaginería supuestamente satánica o hablando de Satanás en sus temas, es más una forma de vender controversia que otra cosa».

Los pactos hoy en día

En el libro se habla también de cómo se hace un pacto y cómo se puede romper. «Los grimorios que nos han llegado desde finales de la Edad Media y el Renacimiento son la mejor fuente para entender este tipo de rituales en su contexto. Hoy en día se pueden llevar a cabo, y de hecho hay religiones como la santería en la que se siguen realizando pactos con entidades oscuras, incluso con sacrificios animales de por medio».

Respecto a la visión que actualmente tenemos del diablo, Manuel Jesús Palma Roldán dice que «con la llegada del racionalismo, la religión perdió buena parte de su preponderancia en la sociedad y la imagen del diablo pasó a ser más cultural que otra cosa, siendo utilizada a partir de entonces en numerosas obras de todo tipo, desde «El paraíso perdido», de John Milton, hasta «El retrato de Dorian Gray», de Oscar Wilde, que no es más que una nueva versión de ese «Fausto» de Goethe. Hoy podemos encontrar series y películas donde Satán es poco más que una parodia de aquel terrorífico ser que la religión siempre nos ha pintado, y en ese sentido su imagen ha cambiado muchísimo».