Manuel Leguineche en Afganistán durante su vuelta al mundo en 1965
Manuel Leguineche en Afganistán durante su vuelta al mundo en 1965 - ABC

Los libros más importantes de Manuel Leguineche vuelven a las librerías

Reeditan parte de la obra de uno de los mayores expotentes del periodismo viajero en español

Madrid Actualizado: Guardar
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Manuel Leguineche (1941-2014), aquel periodista viajero con una pluma honesta, vuelve a tener sus obras en los estantes de las libererías. Ediciones B reedita algunos de sus libros más importantes, y empieza con su obra maestra, «El camino más corto», a la venta desde el 4 de mayo; el resto, llegará a partir de otoño.

En el libro reeditado, Leguineche narró la vuelta al mundo que hizo en 1965. «El camino más corto para encontrarse a uno mismo da la vuelta al mundo», en esta cita de Hermann Keyserling se inspiró para titular, y es parte de la filosofía que rodea su obra y su vida. En Casa Mundi, restaurante madrileño en el que el periodista era asiduo, la editorial presentó «El camino más corto» con Ramón Lobo, Mariano López y Pedro Aguilar.

«Es el mejor libro de viajes que se ha escrito en España», afirmó López, «se nota que lo transformó al escribirlo, y puede transformar al que lo lea».

Es un libro que conjuga «el reportaje, el periodismo, la actualidad, el compromiso y la literatura», escribe Javier Reverte, que prologa la edición. «Está más en la orilla de la literatura que en la del periodismo, leerlo te hace mejor persona», aseguró Ramón Lobo, «fue un referente periodístico para todos, y aunque me sé casi todas las historias, me sigo riendo al leer el libro, escribe como si te estuviera hablando». Fue uno de esos periodistas que consiguió contar historias pequeñas y de las grandes en un mismo relato, «entrevistaba al Dalái Lama y un rato después podía estar hablando con cualquiera de la calle», recuerda López.

Curiosidad viajera

Leguineche tenía una curiosidad por viajar innata, y es en parte lo que le hizo ser el periodista que fue. «Tenía la tentanción de la aventura, se iba a los hoteles más baratos. Le gustaba mezclarse», expresó López. Viajaba para contar y para vivir, y lo transmitía a su alrededor, «al principio le costaba arrancarse a hablar, pero era un gran narrador de historias; recuerdo a Cela boquiabierto cuando Leguineche le narraba sus viajes. Él nos enseñó a vivir».

Su curiosidad no terminaba al volver a casa. La reedición está enriquecida con observaciones de Leguineche sobre los lugares que volvió a visistar. En estas anotaciones cuénta cómo se encontraban después las cosas de las que habló en su primer viaje.

El instinto periodístico

Leguineche también contaba con un instinto periodístico innato. Durante su vuelta al mundo siempre iba al lugar donde hubiera conflictos. «Cuando pasaba algo se plantaba allí sin preguntar, cogía un avión y ya desde el lugar proponía reportajes», narró López. «Una vez volvía a Madrid en coche y se enteró de que en Portugal estalló la Revolución de los Claveles. Dio un volantazo y se fue a contarla sobre la marcha», recordó Lobo.

El periodismo inmediato de los últimos tiempos complica lo que hacía Leguineche, de lo que él se quejaba amargamente. «No paraba de decir que el periodismo había muerto, pero lo vivía intensamente a todas horas», explicó Aguilar. Ramón Lobo también mencionó algunas de las quejas de Leguineche: «se lamentaba de la pérdida del periodismo lento frente al rápido. Ahora se viaja menos y con los titulares en la maleta, ya no se va a la sorpresa».

Por eso este libro vuelve en un buen momento, porque «este periodismo es el futuro del periodismo. Se trata de contar por qué nos importan las historias, de mirar a donde nadie mira», zanjó Lobo. «El camino más corto», que es el más largo, trae un periodismo interesado en lo humano que vuelve a las librerías.

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