«Descubrí a un Cela que no cuadra nada con el que conocemos»

El hijo de Camilo José Cela revela la parte más sentimental del premio Nobel en un nuevo libro

Madrid Actualizado: Guardar
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En el centenario del nacimiento de Camilo José Cela todavía descubrimos facetas inesperadas sobre su personalidad. Su hijo, Camilo José Cela Conde, presentó ayer, en la Biblioteca Eugenio Trías del Retiro, una biografía que lo aleja de ese personaje poco cortés que el escritor se forjó con los años.

El libro, «Cela, Piel Adentro» (Destino), se nutre de las cartas que Cela mandó a su mujer, Rosario Conde, durante su noviazgo y en su matrimonio. Según la propia Rosario dijo a su hijo, era correspondencia «sin ningún valor», pero el hijo del Nobel descubríó «a un Cela que no cuadra nada con el que conocemos». En esas cartas, el autor de «La colmena» se muestra inseguro, con miedos y atormentado por la soledad.

«Me encuentro infinitamente, injustamente solo. Y abandonado como nunca», escribe a su mujer en 1953, desde Caracas.

Descubrimos a un Cela muy joven, que empieza a escribir «La familia de Pascual Duarte» –del que Destino acaba de publicar una nueva edición– y que estaba «angustiado y cargado de contradicciones». En el libro, Cela Conde quiere mostrar esos rasgos que, en su momento, ni él pudo ver. «Quizás fracasó como padre, porque yo tampoco sabía que ese Cela existía», aseguró.

A pesar de sus sonadas apariciones en público, en las que adquirió fama de mal carácter, Cela era vulnerable. «El oficio de escritor es el de inventar personajes, y el primero que crea es el de uno mismo. No se trata de una impostura, sino que es el resultado de una producción literaria en la que es fácil ampararse como escudo», escribe. En sus cartas, también dejaba salir al Cela irónico: «No quiero disimular que estoy… bien, que estoy borracho perdido. No es la primera vez y, si Dios quiere, tampoco ha de ser la última». El hijo del Nobel asegura no haberse reencontrado con su padre porque, de hecho, nunca tuvo un desencuentro con él. «Lo que ha ocurrido es que, al descubrir que él también tenía inseguridades, me ha acercado más a él», zanjó.

El centenario de su nacimiento es la fecha para que todos se reencuentren con Cela, como persona y como escritor. Destino ha mantenido vivo el fondo literario del Nobel y hará más publicaciones especiales.

Cela Conde no cree que todo el mundo deba leer a su padre. Para él, lo más importante es poner los medios para que todos lo puedan leer, y este es un buen momento para hacerlo. «Los jóvenes, al leerlo, sacarán unas conclusiones diferentes a las que en su día sacamos nosotros, y quizás serán más interesantes», remató.

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