Carlos Ruiz Zafón, del Cementerio de los Libros Olvidados a la eternidad de Barcelona

La ciudad rinde un emotivo homenaje al escritor un año después de su muerte

Josep Cuní, Sergi Doria, Antonia Kerrigan, Eduardo Mendoza y Sergio Vila-Sanjuán, durante el homenaje a Ruiz Zafón Adriàn Quiroga

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Lloraba el piano, probablemente su segunda colección de teclas más querida y trabajada, y se emocionaban hasta los candelabros del Salón de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, escenario escogido para traerse de vuelta, ni que fuera durante un rato, a Carlos Ruiz Zafón. Ahí, entre vistosos artesonados, vitrales góticos y sillería de madera, el Cementerio de los Libros Olvidados se convirtió por unas horas en el Panteón de los Escritores Añorados y en otra prueba, una más, de que Barcelona no puede ni quiere olvidar. «Su muerte, injusta por prematura, nos dejó un inmenso vacío. Murió lejos de aquí, pero pocos autores han tenido tanta relación con la ciudad. Millones de lectores descubrieron Barcelona gracias a sus novelas», destacó la alcaldesa Ada Colau.

A su lado, el escritor Eduardo Mendoza, la agente Antonia Kerrigan, el editor Emili Rosales, los periodistas Sergi Doria, Sergio Vila-Sanjuán y Josep Cuní, y el presidente del Grupo Planeta, Josep Creuheras, cruzaban anécdotas para fijar un poco más el recuerdo de un autor que, artífice de una de las sagas más exitosas de la literatura contemporánea, falleció hace justo un año, el 19 de junio de 2020, con tan solo 55 años. «Yo estoy como los huérfanos, aunque la buena noticia es que ahí están sus libros que se deben leer y releer», enfatizó Kerrigan, para quien «Carlos lo era todo». Así de simple.

Batiendo récords

A pocos pasos de ahí, recordó Rosales, «bajo cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica», empezó todo. Daniel Sempere y su padre descorrieron el telón y 'La sombra del viento' empezó a romper récords, uno detrás de otro. Sergio Vila-Sanjuán, uno de los sus primeros valedores, recordó el momento exacto, allá por 2003, en que la 'zafonmanía' explotó el Alemania tras la entusiasta recomendación del entonces ministro de Asuntos Exteriores alemán, Joschka Fischer, mientras que Sergi Doria, autor de 'Guía de la Barcelona de Carlos Ruiz Zafón', no dudó en situar al autor de 'El juego del ángel' entre nombres de peso como Charles Dickens y Stephen King.

«Ha dejado un gran vacío y muchos lugares ligados a su recuerdo», añadió Eduardo Mendoza, quien recordó que trabó amistad con Zafón durante sus estancias en Londres. «Era un hombre abrumado por el éxito que había tenido, pero en Londres era él mismo», reconoció.

Un vídeo con testimonios de lectores, auténticos guardianes del legado de Zafón, y las palabras de agradecimiento de Mari Carmen Bellver, esposa del escritor, coronaron un homenaje que dejó también una petición nada descabellada. «Si yo fuera el alcalde, haría un Cementerio de los libros Olvidados y lo llamaría Carlos Ruiz Zafón», sugirió desde la pantalla un joven lector. Ahí queda eso, alcaldesa.

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