LIBROS

Unamuno, la controversia perdura

El enfrentamiento entre el escritor vasco y Millán-Astray continúa generando debate, pues no puede saberse con exactitud qué pasó el 12 de octubre de 1936 en la Universidad de Salamanca

Karra Elejalde da vida a Unamuno en el filme de Amenábar «Mientras dure la guerra»
Manuel P. Villatoro

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No es solo que la polémica sobre el 12 de octubre de 1936 siga viva, es que (en pleno 2019) provoca debates tan acalorados como los que se vivieron aquel Día de la Raza . A pesar de ello, una gran parte de los estudiosos coinciden en las mismas ideas: resulta casi imposible saber con exactitud qué salió por la boca de Unamuno y de Millán-Astray en el paraninfo de la Universidad. Eso sí, las miguitas de pan indican que, aunque la versión elaborada por Luis Portillo en 1941 fue exagerada, recoge la esencia de lo que sucedió. Así lo afirman los catedráticos e historiadores Colette y Jean-Claude Rabaté , quienes han dedicado una vida (y varios libros) a desentrañar el suceso. En sus palabras (y en eso coinciden con Severiano Delgado) es muy probable que el escritor no dijera literalmente aquello de «Venceréis, pero no convenceréis», pero sí algo parecido a «Vencer no es convencer». «En lo que no estamos de acuerdo es en que lo que pasó allí tuviera una importancia menor», explican a ABC.

La última pata de esta controversia es la versión que defienden los veteranos legionarios de la Plataforma Patriótica Millán-Astray . El portavoz de la misma, el doctor en Economía, profesor universitario y legionario Guillermo Rocafort ha manifestado varias veces en los últimos años que la trifulca que nos ha llegado no es más que una «ficción literaria» construida por Portillo. Apoyándose en las memorias de Millán-Astray, está convencido de que «allí no pasó lo que han dicho» y que, aunque Unamuno acudió al lugar con ganas de soliviantar la sala, todo quedó en un intercambio de pareceres sin importancia. También considera que es un «topicazo» aseverar que vociferó el famoso «¡Muera la inteligencia!». En favor de su teoría pone sobre la mesa una fotografía del diario «El Adelanto» de Salamanca «donde se inmortaliza una despedida relajada» entre ambos.

Los Rabaté han cargado hasta la saciedad contra la teoría de Rocafort, que califican de «falsedad». Insisten en que las misivas que el intelectual envió después del 12 de octubre a sus amigos ponen de manifiesto que el conflicto del Día de la Raza no fue «una bronca de café» . Según su testimonio, también queda claro al leer uno de los últimos manuscritos que Unamuno garabateó antes de fallecer y en el que hace referencia a las palabras del fundador de la Legión durante el evento («¡Intelectuales! Lo de Millán-Astray»). Por último, son partidarios de que «algo tuvo que pasar» cuando el escritor acabó su vida recluido en casa.

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