DARÁN QUE HABLAR

Gema Polanco: «Las mujeres, más que nunca, tenemos que fluir y no sentirnos culpables por ello»

Desde su obra personal y también desde su proyecto Nava Automática Press, la valenciana Gema Polanco cuestiona cierta herencia femenina que aprisiona a las mujeres y las categoriza. Su obra, ahora en la galería Alalimón, da que hablar

«Selfie» de Gema Polanco para «Darán que Hablar» G. P.
Javier Díaz-Guardiola

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Nombre completo: Gema Polanco. Lugar y fecha de nacimiento: Valencia, 28 de mayo de 1992. Residencia actual: Madrid. Formación: BA (Hons) Photography en el London College of communication, de la University of the Arts, de Londres (2015). Máster PHotoEspaña (2016) y Máster de Artes Visuales y Educación: Una perspectiva construccionista, de la Universidad de Barcelona . (2017). Ocupación actual: Artista e ilustradora

Qué le interesa. Me interesa lo que no se ve, lo que se esconde o se vela y nos trasmitimos entre nosotras sin cuestionarlo casi siempre y de forma inocente. Trabajo sobre las herencias sociales y formas de cuidar que heredamos las mujeres y nos pasamos a través de los cuidados, de consejos, sin ser conscientes. Estas formas sutiles de opresión son silenciosas, difíciles de ver, están fuertemente ligadas a lo establecido. Me gusta dar luz a cosas que están en el fondo, que se han normalizado pero que de alguna forma no nos pertenecen. Echarle agua a los posos que ya se han convertido en parte del vaso. Las mujeres, más que nunca, tenemos que fluir y no sentirnos culpables por ello. 

«Blue Girl» (2019) G. P.

De dónde viene. Hasta el momento, el proyecto que más se ha movido ha sido «Como Dios manda», que ha viajado como exposición individual a PHotoEspaña (Madrid), Pati Llimona (Barcelona), La Kursala (Cádiz) y ahora esta hasta el 10 de septiembre en la galería Alalimón (Barcelona). Aparte, algunas de mis piezas de vídeo e instalaciones han participado en sitios como Miami New Media Festival (Miami), PhotoAlicante (Alicante), PhotoRumania (Rumania), Las Cigarreras (Alicante) o Circulation(s) Festival, en París.

Detalle del fotolibro «Como Dios manda» G. P.

Supo que se dedicaría al arte… Lo supe desde pequeña, y me siento muy afortunada porque es algo muy mágico, transcendental y visceral para mí. No ha habido duda. Siempre lo he sentido y me ha acompañado hasta ahora. Más bien creo que no ha habido escapatoria: es mi purga, mi forma de sanar, de educarme, comprender y compartir. Es mi forma de habitar.

G. P.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? Esta pregunta, como tú ya apuntas, es complicada porque nos adentramos en la parte más oscura del arte o de la que no se quiere hablar mucho. Ser artista es fascinante, pero es muy complicado por la precariedad, y trabajar en el sector más aún, porque se mezclan muchas emociones, egos y sueños, con muchas relaciones de poder de por medio. A veces esto es una bomba explosiva.

La historia de «trabaja para mí y veo tu trabajo» sigue siendo muy común y a mí me pone muy triste. Yo, como muchas compañeras y compañeros, estoy harta de la precarización dentro del arte y, a veces, entre los propios artistas. Desde que estaba en la carrera, he sido asistente de artistas y casi todos han dejado su huella en mí. He sido modelo para ellos, he creado el decorado para imágenes de fotógrafos, he producido las piezas de principio a fin, montajes de exposiciones…  

Detalle de «Solo de pensarlo duele» (2015) G. P.

Su yo «virtual». Tengo instagram yo misma ( @gemapolanco ), y mi propio proyecto ( @navajaautomaticapress ). También poseo una pagina web ( www.gemapolancoasensi.com ). En cuanto a lo que consumo en el ámbito digital, es muy variado: mucho cine y cortos en plataformas clásicas como www.filmin.com ; videoarte y arte en www.ubu.com ; me pongo al día de la escena cultural en España y fuera en revistas y plataformas online como Clavoardiendo o Masdearte ... Y luego consumo muchas paginas de museos, sobre todo la parte de seminarios y educación, como puede ser la web de The Photographers Gallery de Londre,s que nunca falla, Instagram de artistas y comisarios que admiro…

Dónde está cuando no hace arte. Acabo de impartir el taller «Lo autobiográfico como forma de resistencia» como parte de la programación de Photoalicante, y el jueves, 10 de septiembre, lo impartiré en la galería Alalimón de Barcelona. En el taller hablo sobre la importancia de trabajar desde lo intimo y desde el D.I.Y (el hazlo tú mismo) como forma de resistencia y herramienta importante para construir tu historia y tus imaginarios.

Además, soy la fundadora de Navaja Automática Press, con la que hago artefactos culturales que a veces toman forma de fanzines, libros, ropa, instalaciones, o todo a la vez. Cada pieza es única y hecha a mano, sin censura, sin miedo, asumiendo riesgos y dando luz a otras realidades posibles.

Detalle de «Linaje» (2020) G. P.

Le gustará si conoce a... Lo de las generaciones es complicado para mí. Intento no mirar en una dirección y muchas veces lo que me inspira o de donde nacen mis ideas no tiene nada que ver con el arte. Mis referentes son mi madre, mi abuela, mi abuelo… aquello de donde vengo... Pero sí que ha habido grandes nombres que me han acompañado: Jo Spence, Louise Bourgeoise, Ana Mendieta, Pilar Albarracín, Nan Goldin, Dorothea Lange, Esther Ferrer, Cindy Sherman, Jenny Holzer , Tracey Emin, Sarah Lucas, Elianor Carucci, Wolfgang Tillmans, Robert Mapplethorpe , Leigh Ledare…

Sobre amigos, artistas más actuales o gente de mi generación y entorno que admiro y respeto, mencionaría a Carlos Monleón, porque su trabajo es el futuro; a Maria Ona , porque aunque ella no se refiera a sí misma como artista o feminista, es la artista más feminista que hay en la escena con su potente trabajo «Tacones y taladros». Y a Silvia Rosi, porque, aunque vengamos de lugares diferentes, crecemos juntas. Y aunque no los conozco pero cuyo trabajo me hace vibrar y me pone los pelos de punta, traigo a colación a Laia Estruch , Teresa Zelenkova y Cato Loland .

Detalle de «Señoras Funkies» (2019) G. P.

Qué se trae ahora entre manos. Ahora me encuentro en época de producción desde hace un tiempo, montando proyectos, probando cosas y escribiendo. Suelo trabajar en varias ideas a la vez, que a veces se convierten en una. Otras me acompañan un tiempo, reposando, hasta que consigo materializarlas.

Ahora estoy haciendo una pieza que me hace muchísima ilusión en la que hago un llamamiento a mujeres que quieran coser alguna cicatriz, soltar y construir juntas. La idea es hacer un gran manto con un poco de todas, un trozo de tela bordado de cada una y dar luz a una herida común para así poder empezar a coserla, cicatrizar y sanar. De hecho, si a alguna lectora le apetece participar, no imparta con qué técnica, que me escriba a infogemapolanco@gmail.com.

Esto surge porque actualmente estoy bordando con la máquina de coser telas con pensamientos y conversaciones con mis amigas y mujeres a las que admiro. Mujeres guerreras, sensibles y vulnerables que se revisan y cuestionan su papel como mujer y artista en la sociedad, no aceptando el papel que esta nos da. En estas nuevas piezas vuelvo a colaborar con mi madre y, por primera vez, con una cantante con un imaginario precioso flamenco, «La picorrita», que pone voz a las telas.

Además estoy montando un proyecto que lleva un tiempo conmigo sobre linajes familiares y el valor simbólico de los objetos que heredamos.

Montaje de «Como Dios manda» en galería Alalimón G. P.

Proyecto favorito hasta el momento. Me siento satisfecha de todos, vengo de ellos. Con las telas, estoy emocionada porque de repente lo textil tiene más importancia que lo fotográfico, y estos cambios son necesarios para mí. Las categorías o que me encasillen no me gusta. Las personas cambiamos y mis piezas cambian, crecen y envejecen conmigo. Recientemente he sacado mi fotolibro «Como Dios manda», editado por Gonzalo Golpe junto con La Kursala, diseñado por Marina Meyer, del que me siento muy orgullosa, y creo que ellos también.

Detalle del fotolibro «Como dios manda» G. P. .

¿Por qué tenemos que confiar en ella? No quiero convencer a nadie de que me quiera, confíe o le guste mi trabajo. Creo que eso es justamente de lo que hablo en él y lo que intento comprender en mi vida personal. Obligar a querer o a consumir no mola nada.

Creo que hay que compartir los aprendizajes, la cultura, la educación, y que la gente pueda elegir y sea consciente de ello, ser libres. Dar las herramientas para esto.

Yo, como artista y mujer, me gusta compartir cómo he salido de procesos dolorosos, de sentimientos de culpa y cómo trabajo con lo que nos dan de nacimiento.

Utilizo el arte como una forma de reinventarme, de reinterpretar mi pasado, cuestionar el discurso; como forma de resistencia a lo establecido y como búsqueda de un mundo mejor.

Detalle de «Matar las horas como hace mi madre» (2018). Acción para video G. P.

¿Dónde se ve de aquí a un año? Espero que en la periferia de Madrid, haciendo mis telas en el suelo, rodeada de plantas y perros, amando y creando. Abierta al futuro, abierta a seguir.

¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? Al artista Carlos Monleón porque sé que está trabajando en cosas increíbles, porque su vida y obra van de la mano, por darle importancia a los procesos y porque ojalá me lo hubiesen explicado todo antes.

Defínase en un trazo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación