En 1895, el barco de vapor General Kotzebue se hundió frente a la costa de Crimea llevándose al fondo del mar varias pinturas del afamado artista ruso Ivan Aivazovsky .
Al parecer, el pintor, considerado uno de los mejores artistas de marinas en la historia, regaló estas obras a la tripulación después de haber compartido viaje en la embarcación, de acuerdo con el periódico británico The Mirror .
Más de un siglo después, en junio de 2018 los restos de la embarcación fueron encontrados en junio pasado en el fondo del Mar Negro, a cuarenta metros de profundidad . Los buceadores de la expedición submarina rusa Neptuno encontraron los fragmentos de diez de estas pinturas cubiertas de gruesos sedimentos.
De hecho, la operación tuvo que detenerse por temor a que las maniobras dañara aún más las obras de arte. Roman Dunaev, el jefe de la expedición de Neptuno, ha confirmado a los medios locales en Rusia que reiniciará la operación el próximo mes .
Aivazovsky se encuentra en estos momentos en pleno proceso de revalorización, debido al interés creciente de los oligarcas rusos en sus obras. En 2012, una de las obras más conocidas, «Constantinopla y el paisaje del Bósforo» fue subastada por Sotheby's con un récord de 5.2 millones de dólares y, en 2018, Christie's vendía «Venecia al atardecer» por 780.000 dólares.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión