El Cordero Místico, degollado en las redes sociales

Los restauradores consideran «estúpida» la polémica viral de los trabajos en el célebre retablo de los Van Eyck de la catedral de Gante

El Cordero Místico, antes y después de la restauración

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Cuando en junio de 2018 se hicieron públicas las primeras imágenes restauradas del panel central de «La adoración del Cordero Místico» , obra maestra de los hermanos Hubert y Jan van Eyck , apenas hubo críticas en los medios especializados. Tampoco, el pasado mes de diciembre, cuando se presentó oficialmente a la prensa los resultados del final de la segunda fase de la restauración del retablo. Y eso que la nueva cara del cordero no pasaba inadvertida para nadie. El rostro del animal, que representa a Cristo o el Cordero de Dios, se había humanizado , algo que se enmascaró durante siglos. Los ojos del animal, hasta entonces semicerrados y muy separados uno del otro, ahora están más juntos y nos miran fijamente. Parecen más los ojos de un hombre que de un animal. También ha cambiado mucho el hocico del cordero –tiene unos morros mucho más pronunciados que antes–. Las orejas quedan más definidas: antes daba la impresión de que tenía cuatro, en vez de dos.

Pero, debido a varios comentarios en webs y redes sociales, la imagen del antes y el después del cordero se ha hecho viral... e imparable. Así, la revista del «Smithsonian» publicaba un artículo en el que se dice que el cordero tiene ahora un «rostro alarmantemente humanoide ». Los memes se han multiplicado en las últimas semanas: el cordero aparece con gafas de sol o posando con sus labios hinchados por el bótox como si fuera una más de las Kardashian o Derek Zoolander (Ben Stiller) . El cordero tiene hasta su propio perfil en Twitter y hay quien se atreve a compararlo con el «Ecce Homo» de Borja o el «San Jorge» de Estella . Nada que ver. Si en estos casos se «dañaron» la pintura original, en el caso del retablo de Gante lo que han hecho los restauradores es eliminar los repintes del siglo XVI y recuperar las pinceladas originales de los hermanos Van Eyck (en una inscripción en el marco se decía que la pintura fue iniciada por Hubert y completada por Jan, tras la muerte de su hermano en 1426).

En una entrevista con el medio especializado «The Art Newspaper» el 18 de diciembre de 2019, Hélène Dubois , directora del proyecto de restauración del políptico, llevada a cabo por el Instituto Real de Patrimonio Cultural de Bélgica (KIK-IRPA) y que comenzó en 2012, defendía los trabajos realizados: «El cordero original tiene una interacción más intensa, un contacto más directo con los espectadores». Los historiadores y teólogos investigarán por qué los Van Eyck eligieron esta representación «caricaturesca» , muy alejada del estilo naturalista. El original (más intenso y expresivo) es muy diferente a lo que se conoce desde el siglo XVI, cuando la obra fue repintada: en torno a un 70% los paneles exteriores; sobre un 40% los inferiores del interior y más aún los superiores.

Sublime virtuosismo

Se cree que hacia 1550 se cambió la mirada penetrante del cordero por una expresión «más impasible y neutral» que la pintada por los Van Eyck. Es posible también, según los expertos, que la pintura se adaptara al gusto de la época. «Una sociedad secularizada como la nuestra no entiende que el Cordero nos mire abiertamente a los ojos», advierte Jan Dumolyn , uno de los comisarios de la exposición dedicada a Van Eyck en el Museo de Bellas Artes de Gante (MSK). Lo sorprendente es que los repintes del siglo XVI se hicieran en época tan temprana, siguiendo las formas del original y con pigmentos muy similares que también habían envejecido de manera similar. De ahí que no fuera visible en la documentación técnica del retablo.

Los restauradores explican que, «liberado de las gruesas capas de barniz amarillo y repintes, ahora podemos descubrir el sublime virtuosismo de los Van Eyck . Esta restauración ha rescatado la viveza original, la riqueza de detalles y los brillantes colores de esta obra maestra».

En la misma línea de Dubois, Livia Depuydt-Elbaum , responsable del taller de restauración del Instituto Real del Patrimonio Artístico y una de las restauradoras del retablo, explica a la prensa que la polémica creada en las redes sociales sobre la cabeza restaurada del Cordero «es estúpida . La decisión de retirar los repintes del XVI se tomó de manera colegiada. Participó una comisión internacional en la que había restauradores, historiadores del arte, químicos... Antes de hacer cualquier intervención en el retablo, se analiza para ver si es posible hacerlo. Todo es consensuado. En este caso se han tomado todas las precauciones . Primero comprobamos si la pintura original de los Van Eyck estaba en buen estado y si era posible eliminar, sin dañarla, los repintes. Se decidió que valía la pena retirar las capas del XVI , que también tenían valor histórico». «El Cordero que hoy vemos es el que pintó Van Eyck» , afirma tajante la restauradora. «Puede sorprendernos cómo se pintaban los animales en la época, con los ojos de frente, quizás para acentuar más la mirada. Pero no se trataba de hacer los ojos más humanos». ¿Por qué llegó a tener cuatro orejas? Explica que en 1950 se llevó a cabo una restauración de todo el retablo en once meses y en ella no se eliminaron los repintes, por lo que estaban las dos orejas originales y las dos repintadas.

Otras importantes restauraciones

Cree Depuydt-Elbaum que la polémica suscitada es artificial. «Resulta escandaloso el nuevo cordero, cuando el que hemos visto durante siglos era el del XVI. Siempre hay polémicas en torno a las restauraciones de obras célebres. Pasó con la Capilla Sixtina , con los frescos de Masaccio en la Capilla Brancacci de Florencia...» La restauración del políptico de Gante, dividida en tres fases, comenzó en 2012. En ella han trabajado diez restauradores: ocho para la pintura y dos para el marco. Aparte del nuevo rostro del Cordero Místico, se ha descubierto la policromía original, que el texto del retablo también es original, que fue concebido como una sola obra desde el principio y se confirma que es obra de Hubert y Jan Van Eyck.

Aún queda una tercera fase en la que se restaurarán los paneles internos superiores. «Será mucho más difícil porque están en muy malas condiciones y con muchos repintes . Además, tienen una superficie pictórica mayor que los restantes», comenta la restauradora. Se calcula que tardarán al menos cuatro años, aunque no se sabe cuándo comenzarán los trabajos. No hay presupuesto. Las dos primeras fases costaron más de dos millones de euros. El retablo de los Van Eyck es propiedad de la Iglesia, excepto los paneles de «Adán» y «Eva», que pertenecen al Museo de Bellas Artes de Bruselas. Es un préstamo permanente a la catedral de San Bavón de Gante.

No es la primera, ni será la última, restauración que levante ampollas. Ya ocurrió en el Prado con «El caballero de la mano en el pecho», del Greco , o en el Louvre con «La Virgen, Santa Ana y el Niño», de Leonardo . En ambos casos, se dijo que a los restauradores se les había ido la mano limpiando los cuadros. Visto cómo se las gastan en las redes sociales, a ver quién es el guapo que restaura ahora la «Gioconda» . ¿Y si pierde su enigmática sonrisa? ¿Y si desaparece el sfumatto de su rostro? Guillotinan al restaurador o restauradora (lenguaje inclusivo obliga), como a María Antonieta, en la Plaza de la Concordia. He ahí la madre del cordero...

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