Un espectáculo sobre el río Urumea ha centrado el arranque de SS2016
Un espectáculo sobre el río Urumea ha centrado el arranque de SS2016 - EFE

San Sebastián abre la capitalidad cultural tendiendo un puente hacia la convivencia

Un espectáculo de luz y sonido sobre el río Urumea centra la jornada inaugural de SS2016

SAN SEBASTIÁN Actualizado: Guardar
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Ya es oficial: hasta el próximo 31 de diciembre, San Sebastián es la capital cultural europea -honor compartido con la ciudad polaca de Breslavia-. Bajo el lema «Cultura para la convivencia», San Sebastián 2016 ha concebido un programa de actividades que trascienden lo meramente cultural para fijarse el objetivo de contribuir a fines de alcance más social, incluso rallanos en lo político, en restañar heridas -ese es al menso su espíritu- antes que en diseñar una agenda cargada de propuestas.

«La convivencia es un puente que se cimenta en la diversidad y se sostiene gracias al diálogo». «Este es el puente de la convivencia. Crúzalo. No te pierdas todo lo que tiene por descubrir. Y cuídalo porque lo construimos día a día.

Crucémoslo juntos». Con estos lemas, difundidos por megafonía, diseñó el exFura dels Baus el espectáculo central de la jornada inaugural de San Sebastián 2016. Un montaje de luz y sonido, bautizado «Puente de la convivencia», concebido sobre el río Urumea que atraviesa San Sebastián, aprovechando el soporte del puente de María Cristina.

Desde poco después de las 20 horas, un juego de luces se iban proyectando sobre el puente, al que se habían colocado enormes pantallas, y los edificios circundantes. Palabras, en distintos idiomas, como «Diálogo», «Convivencia» y «Diversidad», contrastando con las sombras de la noche. En el primer tramo del espectáculo, el más técnico, de algo más de media hora de duración, el espectáculo venía a simbolizar la caída y posterior reconstrucción del puente.

Al tiempo, en consonancia con un proyecto que aspira a apoyarse en gran medida en la participación ciudadana, en que se involucren donostiarras y visitantes. Decenas de personas tomaron parte en la ceremonia en un guiño a los deportes tradicionales vascos: unos partían troncos, otros los serraban, otros alzaban pieras, pequeños y mayores, para más adelante situarse a los extremos de enormes cuerdas de los que tiraban alternativamente. El símbolo de que eran ellos quienes construían el nuevo puente.

Con el puente ya «rematado», los ciudadanos -miles de personas se acercaron a la zona del puente de María Cristina- podían cruzarlo, mientras sus cuerpos se recortaban contra las pantallas añadidas a la infraestructura, lo que generaba la ilusión de enormes siluetas que atravesaban la construcción.

«Un año extraordinario»

La jornada de actos oficiales -precedida por una nueva tamborrada, por la mañana, en La Concha, con 4.000 participantes- se iniciaba a las 18 horas en el Teatro Victoria Eugenia, con una gala institucional en la que el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, recibía una placa y diploma acreditativos de la condición de capital cultural europea de manos de Martine Reicherts, directora general comunitaria de Cultura y Educación, quien afirmó que «el año promete ser extraordinario para San Sebastián, España y Europa».

Una gala, de una hora de duración, salpicada de interludios artísticos en la que fueron tomando la palabra autoridades y responsables de la capitalidad cultural donostiarra. El ministro de Educación, Cultura y Deporte en funciones, Iñigo Méndez de Vigo, cerró su discurso parafraseando la frase más emblemática de la película de «Casablanca», aquella pronunciada en el aeropuerto por Rick, el personaje encarnado por Humphrey Bogart: «Este es el inicio de una bonita amistad». Lo pronunció en inglés y añadió: «Entre donostiarras y europeos».

Méndez de Vigo se pronunció en la misma línea que el pasado mes de octubre, en la puesta de largo de la programación de San Sebastián 2016. Ya entonces quedó patente la buena sintonía con el nuevo equipo de gobierno municipal -PNV con el apoyo de los socialistas-, una vez quedó fuera de juego Bildu, que a punto estuvo, con su inacción y manejos, de llevar a pique el proyecto. «El Gobierno de España está comprometido a fondo para que San Sebastián 2016 sea un éxito», insistía Méndez de Vigo este sábado.

En su alocución, el ministro, que recordó a Gregorio Ordóñez, político donostiarra, en el 21 aniversario de su asesinato a manos de ETA, del que dijo que habría estado «orgulloso», aseguró que «ha valido la pena» el esfuerzo imprimido a la capitalidad cultural, un «gran proyecto de ciudad lleno de futuro, ambición modernizadora, iniciativas vanguardistas, a través del cual San Sebastián actualizará sus señas de identidad con un inequívoco sello de lo que ha sido, es y será: una ciudad abierta y cosmopolita».

«La cultura constituye el cimiento más sólido de la identidad de Europa y la prueba más elocuente de su diversidad. Europa debe prservar con determinación las señas de identidad que conforman su pesonalidad singular por medio de iniciativas como esta», refirió Méndez de Vigo. «Gracias a que la cultura europea ha actuado siempre como vector de integración, y a que los principios y valores humanitarios y cosmopolitas en los que se sustenta se han ido extendiendo y han triunfado sobre realidades totalitarias felizmente derrotadas, hoy Europa constituye una formidable realidad política.

«Toda esta esencia se va a manifestar en la capitalidad cultural de San Sebastián en este 2016», aseguró. «Aprovechemos esta oportunidad», apeló Méndez de Vigo, quien llamó a «llevar a cabo acciones que trasciendan el brillante programa. Debemos aspirar a que de todas esas ideas que a buen seguro van a surgir con este intercambio cultural, puedan concretarse en proyectos útiles para el desarrollo económico y social de esta ciudad. Esa apuesta por la convivencia, la cultura, por los valores cívicos que hace San Sebastián 2016, se cumplirá si dejamos el legado de una sociedad con más posibilidades, mejores perspectivas, más libre, más justa y más soidaria», concluyó.

«Puentes para vivir juntos»

El lendakari Iñigo Urkullu aseguró durante su intervención, la última del acto, que «la cultura es conocimiento, emoción, experiencia, convivencia y también capacidad de transformación, así como expresión de lo que somos y exponente de lo que queremos ser como personas, sociedad y pueblo». En una alocución en clave altamente autonomista, indicó que San Sebastián 2016 será «punto de inflexión para Euskadi».

El alcalde, Eneko Goia, jugó constantemente en su alocución con el símbolo de los «puentes», el mismo elegido para el acto central de la jornada, de los que apuntó que «sirven para pasar de un lado a otro y mirar lo que pasa por debajo, si bien no siempre es fácil ponerse en la piel del otro y construir esos puientes». «Lo que era un sueño hoy es una realidad», subrayó, tras elogiar el esfuerzo de quienes han contribuido al proyecto. Un proyecto basado, precisó, en «elegir el camino de la convivencia y hacer los puentes, puentes de cultura, los nuestros y los colectivos, los de todos. Puentes para vivir juntos, abundó.

«El presente y el futuro se caracterizan por la diversidad y la pluralidad, tanto en la vida cotidiana como en las manifestaciones culturales y artísticas. El futuro está ligado a adpatarse y entender esta diversidad, en buscar el encaje mediante el diálogo permanente con los otros», expresó el máximo responsable de la Diputación de Guipúzcoa, Markel Olano. De la capitalidad afirmó que es una «oportunidad de ampliar horizontes y mostrar lo mejor de nosotros mismos», así como de «enriquecernos y crecer de una manera sólida». Una oportunidad, al mismo tiempo, de «aprender y relazar la ciudad desde el punto de vista internacional». Enriquecerse mediante el contacto con otros como «mejor aportación a una Europa cada vez más multicultural».

Pablo Berástegui, director general de la capitalidad, el encargado de abrir la gala, se mostraba confiado en que «el año será extraordinario, intenso», con un objetivo claro: «Contribuir a desarrollar un mundo más justo, más respetuoso con los Derechos Humanos y más cuidadoso con el Medio Ambiente». «Reivindicamos que la cultura tiene un lugar destacado en la construcción de una mejor sociedad», explicó.

Desde hoy, oficialmente, San Sebastián ya es capital cultural europea. Y resta todo un año por delante para disfrutarlo.

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