Foto de familia de la presentación del proyecto Tratado de Paz / San Sebastián 2016
Foto de familia de la presentación del proyecto Tratado de Paz / San Sebastián 2016 - ABC

San Sebastián 2016 describe el terrorismo etarra como un «fenómeno político, militar y cultural»

El Ministerio de Cultura escribirá a los organizadores mostrando su preocupación por los términos empleados

MADRID Actualizado: Guardar
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Lo que parecía una rueda de prensa cualquiera puede terminar como un debate sobre dónde están los límites del arte. Los organizadores y representantes de San Sebastián 2016, capital europea de la cultura, han presentado en el Museo del Prado «Tratado de Paz», un proyecto en el que, a la sombra de una grandísima exposición, se ha colado una muestra que describe la violencia de ETA como un «fenómeno político, militar y cultural».

Captura del párrafo que ha generado controversia
Captura del párrafo que ha generado controversia - ABC

El proyecto «Tratado de Paz» está formado en su conjunto por una exposición central y siete muestras paralelas que «no pretenden explorar, una vez más, el par de la Guerra y la Paz, sino atender a la paz, a las formas y representaciones complejas que ha atravesado», aseguran los responsables de San Sebastián 2016.

Sin embargo, en el mismo dossier facilitado a los medios, una de las muestras paralelas -titulada «Tras las conversaciones de Argel. Delirio y tregua»- viene descrita de la siguiente manera: «El exorcismo cultural de ETA, tal como han bautizado algunos medios la revisión de un período histórico marcado por la actividad terrorista, requiere descomponer la violencia y alejarse del binarismo que ha impedido todo intento de reflexión acerca de este fenómeno, a la vez, político, militar y cultural».

Pablo Berástegui, director de San Sebastián 2016, ha explicado a este diario que el párrafo en cuestión es solo «un planteamiento» de lo que el comisario de la muestra pretende abordar. «Nos parecía que era importante que hubiera algún tipo de reflexión sobre lo que ha sucedido. La idea es eso: de dónde surge no el fenómeno de la violencia, sino de la justificación de la violencia», defiende Berástegui. «Es un proyecto que tiene que hacer una labor casi de acupuntura, porque toca algunos aspectos que a veces generan un cierto pinchazo, pero que nos ayudan a mejorar como sociedad. No creo que vaya a ser una exposición que ofenda a nadie».

Caminos de paz

El comisario de la muestra y autor del párrafo es Carles Guerra (director de la Fundación Tàpies), que también ha contado su versión a este periódico: «Todo se ha hecho con la intención de que sirva para acercarnos a un fenómeno del que ha sido muy difícil hablar», sostiene Guerra. «Yo pretendo que la muestra sirva para abrir caminos de paz y nada más. Habrá quien tenga formada una opinión antes de que se muestre ninguna imagen, pero la exposición está muy lejos de ser polémica o controvertida. Se está pensando como un capítulo más que haga posible hablar de lo que no se ha podido hablar, es decir, alejarnos del tabú del terrorismo».

Aunque no dudan de la buena fe del comisario, desde el Ministerio de Cultura van a escribir a San Sebastián 2016 para mostrar su «preocupación» por los términos utilizados en la descripción de la muestra, que pasará por Vitoria y Barcelona. Creen que hay que tener «especial cuidado con el tratamiento informativo» que se hace de las distintas exposiciones y que hablar de un «fenómeno militar» supone reconocer la existencia de dos bandos que nunca hubo.

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