El público recupera los Princesa de Asturias: «Preferimos estar fuera que dentro del Campoamor»

De un grupo de mujeres que lleva casi veinte años acudiendo a la entrada de los premiados y los Reyes a las bandas de gaitas que amenizan los galardones: tras el año de excepcionalidad pandémica, la normalidad se impone en Oviedo, pese a la lluvia

Sigue en directo la ceremonia de los premios Princesa de Asturias

El Teatro Campoamor, engalanado para la entrega de los premios Princesa de Asturias 2021 I. M. RODRIGO / Vídeo: Los reyes llegan al Teatro Campoamor para la entrega de los Premios Princesa de Asturias - Atlas

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El año pasado fue excepcional en el peor sentido del término, aquel que se refiere a lo que se aparta de lo ordinario, o que ocurre rara vez. El calendario se quedó vacío de actos y festividades, agolpados todos en el 2021 en tropel, sin orden ni mucho concierto. Aunque los premios Princesa de Asturias , los galardones más internacionales del ámbito social e intelectual español, se celebraron, lo hicieron en la más estricta intimidad del Hotel de La Reconquista de Oviedo, y sin la presencia de la mayoría de galardonados. Pero se celebraron, y honraron, además, a quienes más lo merecían: los sanitarios, reonocidos con el galardón de la Concordia. En 2022 han vuelto por sus fueron, es decir, al Teatro Campoamor, cuya escenografía ha sido renovada para la ocasión, y lo han hecho, una vez más, con la complicidad de una ciudad que una semana al año vive por y para los premios Princesa de Asturias, pese al 'orbayu'. Tras unas jornadas de sofocante calor, más propio del verano norteño, la lluvia se impuso en el día de actos, y en las proximidades del Reconquista, rodeado de público, hasta hubo algún que otro resbalón.

Nada que no curen las bandas de gaitas. Veinte se han reunido estos días (este año no hay grupos de baile) en la capital del Principado de Asturias para recibir a los premiados que han ido llegando. Entre ellas, El Gumial, procedente del concejo de Aller, que lleva diez años acudiendo a la llamada de la Fundación Princesa de Asturias. «Es la única festividad al año en la que coincidimos la gente que nos dedicamos a este tipo de música, y es muy importante para nosotros. Después de lo que sucedió el año pasado, estar aquí este año es muy importante para nosotros, nos hace mucha ilusión», confiesa su portavoz, Diego Lobo .

El grupo de gaitas El Gumial, en la entrada del Reconquista I. M. RODRIGO

A su lado, uno de los integrantes más pequeños, Hugo, de doce años, sonríe pícaro. Se ha librado de ir al colegio y además por tocar la gaita, que es lo que más le gusta del mundo. No es el más benjamín de la formación. Le supera Uriel, de ocho años, que empezó con cinco y ya es todo un veterano del instrumento de viento más típico de Asturias. Unos minutos antes, todos han recibido a la Reina Sofía, que ha coincidido en su llegad al Reconquista con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet , y el ministro de Cultural, Miquel Iceta , recién llegado de Fráncfort. A la tarde, las gaitas acompañarán a todos los invitados en su trayecto a pie desde el hotel hasta el Campoamor.

Más de un centenar de curiosos, apostados tras las vallas colocadas por la Policía alrededor del Reconquista, observa con atención, como siempre, cada llegada, intentando identificar a los protagonistas de un acto que, cada año, reúne a la flor y nata de la sociedad y la cultura españolas. «Yo vengo todos los años con mi mujer, y hay veces que hasta ha coincidido con su cumpleaños. Este año está todo normal, no hay ninguna problemática ni nada. a disfrutar del día», comenta un paisano. A su lado, dos mujeres charlan animadamente sobre Marina Abramovic , premiada con el Princesa de Asturias de las Artes: «Esa ya tiene más de 73 años...». La creadora, inumne a las críticas, según confesó durante su comparecencia ante los medios, ha sufrido estos días los abucheos de grupos ultracatólicos, que la increparon durante su vista al Teatro Jovellanos de Gijón al grito de «¡Fuera Satán!».

Unos pasos más allá, procedentes del Hotel Barceló, el editor Jorge Herralde , fundador de Anagrama, acude a la recepción de los premiados en el Reconquista junto con su mujer, Lali, y Silvia Sesé, su 'sucesora' al frente de la editorial. Los tres han sido invitados por el escritor Emmanuel Carrère , premio Princesa de Asturias de las Letras y con quien mantienen una relación que tiene más que ver con la amistad que con la profesionalidad de un mundo tan lleno de egos que a veces resulta demasiado ingrato. Los tres cruzan la calle justo a la altura de Coalla, una de las tiendas de ultramarinos más conocidas de Oviedo y alrededores (para los más sibaritas, han abierto 'sucursal' en Madrid, casi al final de la calle Serrano).

En los días previos, el chef José Andrés , premio Princesa de Asturias de la Concordia por su labor al frente de la ONG World Central Kitchen, visitó la tienda en cuestión y se llevó «de todo», y lo mismo hizo en el mercado del Fontán, ubicado en el casco histórico de Oviedo. Unas calles mas abajo, en el restaurante Gloria, de Esther y Nacho Manzano, se pudo ver cenando el pasado miércoles a la escritora y periodista Gloria Steinem , premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Iba acompañada de una amiga y ambas degustaron una variedad de platos típicos asturianos, sin probar la carne, eso sí, pues la activista estadounidense es vegetariana.

Devoción

En el otro gran escenario del día, el Teatro Campoamor, la alfombra azul lleva desplegada desde primera hora de la mañana. Casi la misma ahora a la que ha llegado un grupo de mujeres que lleva dieciséis años acudiendo a ver la entrada de los premiados y los Reyes a la plaza en la que se ubica el coliseo. 'Pilarina', Choni, Marisa y Visi esperan pacientes, bocadillo en mano, intercambiando anécdotas e impasibles al frío y a la lluvia. Un empleado de una conocida entidad bancaria, al quite del asunto y del marketing, les regala unos paraguas que les anima a «abrir bien» cuando llegue el momento de las fotografías.

Un grupo de mujeres espera la llegada de los premiados y los Reyes al Campoamor I. M. RODRIGO

«Es una pena lo de la lluvia. A ver si nos dejan estar aquí, porque en cuanto llega la Policía nos quitan. Preferimos estar fuera que dentro del Campoamor»», comenta Choni, la única de todas que no es de Oviedo. Ella viene, con su marido, desde Gijón. «Venimos todos los años, es tradición. Nos lo pasamos muy bien», asegura Pilarina. Así es como la conocen en Oviedo, nada de Pilar. « Revilla nos saluda siempre, a mí hasta me agarra de la cara y todo», confiesa, entre risas. La devoción de estas mujeres por los premios es admirable. Igual que la de 'Las Nórdicas' , que llevan casi dos décadas (desde hace un par de año, con pancarta incluida en apoyo a la Princesa de Asturias) recibiendo a la Familia Real en Oviedo. Se hacen llamar así, Las Nórdicas, porque forman parte del grupo que practica marcha nórdica en la capital asturiana.

Es hora en punto y suena el reloj de la catedral, cuyas campanas entonan estos días el 'Asturias, patria querida' . Este año, tal vez, más querida que nunca.

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