Peter Handke forma su primer escándalo en la semana Nobel

«Prefiero una carta anónima con papel higiénico adentro a sus preguntas vacías e ignorantes»

Peter Handke, en la rueda de Prensa en Estocolmo Efe

Agencias

«Prefiero una carta anónima con papel higiénico dentro a sus preguntas vacías e ignorantes». Esta frase, pronunciada por Peter Handke, muestra la tensión que se ha respirado en la rueda de prensa que ofreció en Estocolmo el escritor austríaco dentro de la Semana Nóbel.

La elección de Handke por parte de la Academia Sueca ha sido ampliamente criticada por el apoyo ofrecido por el autor a Slobodan Milosevic, que murió en la cárcel en espera de juicio en Corte Penal Internacional de la ONU en La Haya por su intervención en la guerra de los Balcanes de la década de 1990. Handke, el autor de «El miedo del portero al penalty» y «Lento regreso» habló en el funeral de Milosevic en 2006.

En la rueda de prensa, en la que intervino a continuación de Olga Tokarczuk, premio Nobel de 2018 (los dos galardones se otorgaron al mismo tiempo), se le preguntó si admitía que hubo una masacre en Srebrenica, en Bosnia. Handke, visiblemente molesto, respondió que había recibido muchas cartas de apoyo de los lectores después de recibir el premio.

Pero añadió que también había recibido una carta anónima que contenía papel higiénico. Tenía una especie de «caligrafía de mierda», dijo. «Les digo que prefiero el papel higiénico, una carta anónima con papel higiénico adentro, a sus preguntas vacías e ignorantes», dijo Handke. En esa carta, que mostró cuando se le hizo la pregunta sobre Srebrenica, se le acusaba de ignorar los hechos y se le comparaba con el presidente de EEUU, Donald Trump.

El escritor agradeció a los lectores sus cartas de apoyo, pero se negó a hablar sobre la ex Yugoslavia. «No quiero responder a ninguna de sus preguntas», dijo en una sala llena de periodistas.

Antes, ya se había negado a presentar su versión sobre lo ocurrido en Yugoslavia. «Es una larga historia y creo que este no es el momento de volver a contarla», dijo. Interrogado acerca de si había cambiado su opinión sobre el conflicto de los Balcanes, Handke dijo que nunca había tenido una opinión y que odiaba todas las opiniones. «Me gusta la literatura, no las opiniones», dijo.

Preguntado acerca de una posible reconciliación en Bosnia, Handke dijo que a veces soñaba con encontrar una madre que hubiera perdido dos hijos en la guerra, uno del lado musulmán y otro del lado serbio, pero que un amigo de la región le había advertido de que de momento no era conveniente realizar esa idea.

Y cuestionado por las manifestaciones en su contra que se esperan el martes próximo, cuando recibirá el Nobel en una ceremonia en Estocolmo, Handke dijo que en el pasado había intentado hablar con personas que protestaban en su contra pero que tuvo que aceptar que el diálogo no era posible.

Desde que se anunció el Premio Nobel para Handke ha habido un debate en torno a su posición durante la guerra de Yugoslavia, ya que se le acusa de haber minimizado los crímenes serbios y de haber rendido un homenaje al expresidente serbio Slobodan Milosevic al asistir a su entierro.

El exsecretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund, anunció que no asistirá a ninguno de los actos de la semana Nobel porque por su parte sería una hipocresía celebrar el premio para Handke.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación