John le Carré, el mayor escritor de novelas de espías de todos los tiempos

Sus aclamadas obras le han convertido en un gigante indiscutible de la literatura inglesa

Muere a los 89 años John le Carré, el escritor que surgió del túnel

Le Carré, en una imagen de archivo
Ivannia Salazar

Ivannia Salazar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El 19 de octubre de 1931 vino al mundo, en el condado de Dorset, Inglaterra, David John Moore Cornwell , un nombre que probablemente a muchos de sus lectores no les suene de nada, ya que fue con su seudónimo, John le Carré, con el que firmó sus famosas novelas de espionaje, aclamadas en todo el mundo. El sábado por la noche, el novelista británico falleció de una neumonía en su casa en la localidad de Cornualles, a los 89 años, según reveló su agente literario, Jonny Geller, en un comunicado. «Con gran tristeza debo compartir la noticia de que David Cornwall, conocido por el mundo como John le Carré, falleció el sábado por la noche en Cornwall después de una corta enfermedad (no relacionada con el Covid-19). Tenía 89 años», reza el texto, que continúa: «Fue un gigante indiscutible de la literatura inglesa. Definió la era de la Guerra Fría y le dijo las verdades al poder sin miedo en las décadas siguientes».

« El espía que surgió del frío », su tercera obra y publicada en 1963, fue la que le catapultó a la fama y la que le hizo dedicarse a tiempo completo a la literatura. Está reconocida como una de las grandes novelas del siglo XX, aunque el resto de sus creaciones no se quedan atrás. Muchas incluso fueron adaptadas a la gran pantalla, con la Guerra Fría como telón de fondo, una época que al autor le tocó vivir muy de cerca ya que en aquel entonces trabajó de forma encubierta para los servicios de Inteligencia británicos . De ahí que muchas de las historias que cuenta en sus libros estén basadas, de forma directa o indirecta, en sus propias vivencias, que no solo lo marcaron para siempre, sino que encendieron la chispa que necesitaba para darle rienda suelta a un amor que descubrió por la escritura precisamente durante esos años.

Tampoco fue una sorpresa, ya que su formación intelectual lo acompañaba: antes de formar parte de una de las agencias de Inteligencia más importantes del planeta, se formó en las universidades de Berna y Oxford , donde estudió lenguas modernas. También fue profesor, entre 1956 y 1958, en el elitista colegio Eton, donde estudiaron algunos personajes reconocidos del panorama político del Reino Unido, como una veintena de primeros ministros (incluido el actual, Boris Johnson) o el príncipe Guillermo. Precisamente, dejó la docencia en el prestigioso internado para unirse al Servicio Exterior Británico, donde empezó a escribir. Nunca más dejó de hacerlo.

Además de las novelas que se convirtieron en películas –una decena–, otras fueron dramatizadas para la BBC Radio 4 e incluso transformadas en series de televisión, adaptaciones entre las que están «El sastre de Panamá», con Pierce Brosnan, Geoffrey Rush y Jamie Lee Curtis ; «El jardinero fiel», con Ralph Fiennes y Rachel Weisz; y «El topo», que se rodó en 2011 y cuenta con Gary Oldman, Colin Firth y Tom Hardy en el reparto. En total, diez novelas suyas fueron llevadas a la gran pantalla y siete llegaron a la televisión con formato de miniserie. Todas gozaron de gran aceptación por parte de crítica y público.

«A partir del mundo secreto que conocí, he intentado crear un teatro para los mundos más extensos que habitamos. Primero viene la imaginación; luego, la búsqueda de la realidad. Después, la imaginación otra vez y, finalmente, el escritorio ante el cual estoy sentado», declaró en su autobiografía, « Volar en círculos », que vio la luz hace cuatro años y que quien toma entre sus manos devora con la misma pasión que las novelas protagonizadas por agentes icónicos como George Smiley y Alec Leamas.

Y es que la historia de su vida es al mismo tiempo la historia de la segunda mitad del siglo XX, con sus guerras, sus dramas, sus personajes inolvidables, sus periodistas, diplomáticos, e incluso su propio padre, pero en la que él mismo no se toma muy en serio, como cuando asegura que aunque fue un espía, informaba «de no sé muy bien qué, a no sé muy bien quién». Dicen quienes le conocen que tampoco se tomaba demasiado en serio el título de escritor de «best sellers» ni las comparaciones con otros autores de thrillers igual de vendidos pero con menos caché. De ahí quizá que no le gustaran mucho los premios literarios.

Abandonado por su madre

Su infancia no fue sencilla. Su madre lo abandonó cuando tenía cinco años, y él y su hermano mayor fueron criados por un padre controlador y con pocos escrúpulos, al que no habría podido dedicar el nombre de su última novela, publicada en octubre del año pasado: « Un hombre decente ». «Éramos niños congelados y siempre lo seguiremos siendo», le escribió en una carta a su hermano, en la que hablaba de la marca del abandono que logró diluir a golpe de historias. El autor era padre de cuatro hijos, tres de ellos fruto de su primer matrimonio, con Ann Sharp, y el último con su pareja actual, Valérie Jane Eustace, con quien se casó en 1972. «Lloramos profundamente su muerte», declaró la familia en un comunicado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación