FALLECIMIENTO
Gudrun Burwitz, la «Madre Teresa del nazismo» e hija del cerebro del Holocausto Heinrich Himmler que acabó trabajando para el servicio secreto
Hasta poco tiempo antes de su muerte, el pasado mayo, la descendiente del jerarca continuó asistiendo a eventos y manifestaciones de extrema derecha porque nunca renegó del nazismo. El diario «Bild» desvela que trabajó para los servicios secretos de la República Federal de Alemania
Una hija del jerarca nazi Heinrich Himmler trabajó entre 1961 y 1963 como secretaria para los servicios secretos de la República Federal de Alemania, según informaciones que publica hoy el diario «Bild». Según el diario la hija de Himmler, Gudrun Burwitz, fue hasta su muerte -ocurrida en días pasados a los 88 años- una nazi convencida.
Hasta poco antes de su muerte, el pasado mes de mayo, Burwitz continuó, como había hecho durante toda su vida, acudiendo a eventos y encuentros neonazis. No ocultó nunca su filia y, de hecho, era un personaje muy conocido por su vinculación a la extrema derecha que algunos la apodaban «la princesa nazi» o «Madre Teresa del nazismo».
Según recoge la BBC, en el libro «Españoles en el Holocausto: vida y muerte de los republicanos en Mauthausen», de David Wingeate Pike, se describe a Burwitz como una ama de casa de Münich, madre de tres hijos y miembro destacado de Stille Hilfe , un grupo secreto que brindaba apoyo legal y financiero a exmiembros de las SS como Klaus Barbie, «el carnicero de Lyon» y el guardia de los campos de concentración de Dachau y Buchenwald Martin Sommer.
Burwitz, según «Bild», entró a trabajar para el Servicio de Inteligencia Alemán (BND) cuando al frente del mismo estaba Reinhard Gehlen, que durante el nacionalsocialismo había sido general del ejército.
Muchos de los agentes reclutados por Gehlen para el BND habían trabajado en el pasado para la Gestapo o las SS. Según el «Bild», el BND habría confirmado que Burwitz había trabajado para la organización «hasta 1963» bajo un nombre falso.
El «Bild» sostiene que Burwitz adoraba a su padre , uno de los cerebros del Holocausto, nunca se distanció de sus crímenes y hasta avanzada edad tuvo contactos con círculos de la ultraderecha alemana.
La hija de Himmler apoyó organizaciones neonazis como la «Juventud Vikinga», que seguía el modelo de las juventudes hitlerianas. Burwitz también apoyo a una organización fundaba en 1951 que prestaba ayuda financiera a antiguos criminales de guerra.
Cambiar el legado genocida de su padre
A lo largo de su vida, Burwitz sólo concedió una entrevista, en 1959 cuando tenía 30 años, y en ella definió como su misión el cambiar la imagen de su padre ante la historia. « Mi padre es visto hoy como el genocida más grande de la historia. Quiero intentar cambiar esa imagen» , le dijo al periodista Norbert Leber. Gudrun Himmler estaba casada con Wulf-Dieter Burwitz, también activo en movimientos de ultraderecha y funcionario del neonazi Partido Nacionaldemócrata Alemán (NPD).
Gudrun dedicó su vida a reivindicar la memoria de su padre y a negar la realidad de los campos de concentración, de los que recuerda los huertos en los que los presos cultivaban hortalizas o los cuadros de paisajes que pintaban algunos de los detenidos.
Aunque Himmler tuvo otros tres hijos, Gudrun fue la única nacida de su matrimonio, ya que uno de los chicos era en realidad adoptado, mientras que los otros dos nacieron de la secretaria particular del Reichsführer, con la que éste mantuvo una larga relación. Pero Gudrun fue siempre la preferida de su padre, que solía llamarla con el apelativo cariñoso de Püppi (muñequita).
Heinrich Himmler (1900-1945) fue jefe de la policía hitleriana y ministro de Interior durante el III Reich y una de sus tareas fue la organización del exterminio de los judíos europeos. Al final de la guerra, Himmler intentó huir, cayó prisionero de los aliados y se suicidó el 23 de mayo de 1945.
