Nueva Ley Audiovisual
Álvaro Longoria: «España es el país que peor ha implementado la ley audiovisual»
El vicepresidente del Club de productores europeos analiza la nueva norma que se vota hoy en el Congreso y que creó «estupor» entre sus socios comunitarios
Álvaro Longoria, además de levantar el mayor éxito reciente del cine español, 'Campeones', es el vicepresidente del Club de productores europeos . La enmienda del PSOE a la ley audiovisual por la que los productores independientes han entrado en colisión con el Gobierno le sorprendió en Cannes, reunido con sus colegas europeos. Todos se quedaron atónitos ante la transposición de la directiva europea que ha hecho España, que, según denuncia, pervierte el espíritu de la norma comunitaria de proteger la cultura nacional frente a las plataformas. Para el productor, cuya empresa, Morena Films, con solo 19 empleados directos da trabajo cada año a más de 1500 personas, defiende que España debería centrarse más en el modelo 'La casa de papel' de exportar el talento nacional, en lugar del modelo 'Juego de tronos' y convertir nuestro territorio en el lugar al que vienen las grandes plataformas a rodar solo atraídas por los incentivos fiscales. «Vienen aquí porque les sale más barato que ir a Túnez, sino se irían», desgrana.
-¿Como se vivió desde el Festival de Cannes la enmienda del PSOE que los productores independientes señalan como «la puntilla» al sector?
-Estábamos en Cannes, en el consejo del Club de productores europeos, y cuando les contamos el cambio fue un jarro de agua fría. Se convirtió en el centro de ese consejo y sacamos una nota de apoyo al sector. En el Club de productores europeos, que incluye a 250 empresas de 31 países, incluyendo Canadá e Israel, estamos luchando activamente para la aplicación europea de la normativa AVMS, que es la normativa que busca la obligación de los operadores de invertir en cine y televisión local. El espíritu de esa ley es el de proteger el ecosistema de los productores independientes y de la diversidad cultural. Es una ley heredera de una que se llamaba de 'televisión sin fronteras' que empezó para proteger el ecosistema europeo cuando los americanos empezaron a desembarcar en europa por miedo a que solo se viera contenido americano.
-¿Qué les pareció a los compañeros europeos?
-Este cambio por parte del Gobierno español refleja el pánico que tienen todos los productores europeos de que poco a poco se erosione la figura del productor independiente. La relevancia es que cuando una normativa como la directiva europea se aplica en un país de una forma tan débil, eso afecta a otros países que van a aplicar lo mismo y debilita la posición común. Todos se opusieron desde un primer momento. Están muy preocupados por la dirección y lo que significa este cambio, que no es solo una palabra [ en el artículo 110.1, la clave de toda la protesta ], sino que abre la puerta a la desaparición de los productores independientes y refleja un espíritu de que el empresario independiente que genera valor y talento no es valorado por el gobierno español. Y eso es súper grave.
-¿Y a los españoles del Club que lo vieron en Cannes?
-Nos pareció espeluznante. Lo más triste, como español y vicepresidente del Club de productores europeos, es ver que España es el que peor está implementado esta normativa. De los 27 países, somos el que peor lo ha hecho. Es terrible. Y con desidia y por la puerta de atrás. Eso representa la falta de interés por un sector industrial que ha generado grandes éxitos de España en el mundo.
-Desde que el Gobierno lanzó el 'Hub audiovisual español', siempre se centraron en atraer proyectos extranjeros. ¿Cómo lo ha vivido el sector español?
- El gobierno no ha valorado la figura de los empresarios independientes, que son los que sacamos películas diversas y los que hemos generado el talento que hay hoy en día, del que se nutren las plataformas y televisiones. Porque nosotros no somos solo una figura financiera, no solo ponemos el dinero de los proyectos, también somos clave en la parte artística de la obra, de acompañar al cineasta, y esa parte es esencial en el ecosistema que la directiva europea quiere proteger. Al final, parece que para el Gobierno es más importante atraer un rodaje norteamericano o complacer a un grupo de comunicación que proteger un tejido industrial que da de comer a miles de españoles.
-¿Por qué cree que el Gobierno introdujo esa enmienda a última hora y sin avisar?
-Refleja que el Gobierno desconoce o, directamente, ignora este ecosistema de pequeños empresarios de la industria cultural y no piensa en ellos en absoluto. Está dispuesto a complacer a los grandes grupos, ya sean nacionales o internacionales, porque la norma abre la puerta a que las plataformas también se puedan convertir en productores independientes. La norma deja a los productores independientes desamparados. Eso es lo que pasa. Nosotros no pedimos nada, solo queremos que pongan unas reglas de juego donde no puedan abusar de ti.
-¿En qué sentido?
-El Gobierno tiene que proteger al pequeño empresario, que es el que genera valor, y no al que viene a rodar dos meses porque le sale barato. Si la estrategia es atraer grandes rodajes internacionales e invertir en créditos fiscales o en cualquier tipo de incentivos para que las grandes productoras americanas vengan a rodar, ese «modelo 'Juego de tronos'», que en realidad vienen a rodar aquí porque les sale más barato que ir a Túnez, hace que los productores independientes tengan que competir en desventaja con los precios y la inflación que genera este desembarco.
-¿Le sorprende que haya sido un Gobierno que el sector del cine siempre sintió como «afín»?
-No estoy de acuerdo con eso de que el sector del cine es afín o no. Una de las mejores leyes audiovisuales es la que sacó el gobierno de Aznar. Nosotros somos empresarios que nos dedicamos a la industria cultural y hay de todo, no somos afines a nadie, porque hay de todo. Somos cientos de empresas y las hay empresas de todo tipo, cada una en un sitio, y es muy difícil generalizar. Por eso también nos cuesta ponernos de acuerdo a veces. Si otro partido nos hace esto estaríamos igual. Somos empresarios, la política nos da igual porque esto es una cuestión de estado. Es verdad que se nos ha identificado muchas veces con una determinada posición política, pero los empresarios del cine no estamos de acuerdo con eso.
-En la rueda de prensa del Ateneo de Madrid , sus compañeros productores que trabajan con grandes cadenas y con plataformas insistían en que esto no es contra ellas...
-Es que eso es algo que hay que recalcar: esto no es una pelea de los pequeños contra los grandes grupos, es una cuestión de proteger el ecosistema y evitar la 'uberización' del sector audiovisual. Y se refleja en que el espíritu de la normativa europea no es el que está implementando el gobierno. La directiva está hecha para proteger el ecosistema independiente europeo, si la aplicas en España sin protegerlo, estás yendo contra el espíritu de la ley.
-¿Cómo se está aplicando en Europa?
-Tanto en Italia, Alemania y Francia se ha aplicado de forma más beneficiosa para la producción independiente. Hablamos de cuatro o cinco veces más que aquí. En Italia están más cerca del 20 de obligación de inversión [un 17%] y Francia ha logrado un 20% además de que en otros aspectos es más dura también para proteger a su cine. Aquí lo preocupante es que han cedido a grupos de poder. En los demás países se valora y se protege este ecosistema de empresarios que generan valor nacional. En todos los países grandes han protegido su sector independiente con mucha más fuerza que el español. La de España es la obligación más baja de inversión de los grandes de Europa. Y este debate es anterior, porque tras la enmienda es que ya no es ni el cinco, es cero frente al veinte francés.
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