COAC 2024
Crónica de la sexta sesión de cuartos de final del COAC 2024: 'Los colgaos' avivan la competición
Carnaval de cádiz
La comparsa de García Argüez y Raúl Cabrera ofrecen un gran pase y elevan el listón en la modalidad
La chirigota 'Los plácidos domingo' vuelve a sorprender y presenta su candidatura para pasar a semifinales
Las dos últimas actuaciones de la sexta noche de cuartos de final del COAC 2024 fueron las más destacadas, con la sorpresa de los jóvenes chirigoteros de 'Los plácidos domingos' que apuntan a llevar su irreverencia hasta las semifinales y la comparsa 'Los colgaos', que elevó el buen nivel de preliminares para poner de relieve que luchará por lo máximo.
'La chirigota clásica', de Manolín Santander y Sánchez Reyes, siguió la línea de su primera actuación en este Concurso, con un gran pasodoble al Cádiz que ya se fue y en el que los gaditanos estaban en el centro de una ciudad que parece ahora diseñada para agradar al que viene de visita.
El coro de Nandi Migueles convirtió el Falla en un vagón en el que se busca al asesino de Don Carnal entre posibles sospechosos que rodean la fiesta. En las letras de tango, critican la deriva del modelo de gestión de la vivienda de la ciudad, a la que vienen inversores piratas para hacer negocio con el turismo y obligan a los gaditanos a huir de su propia ciudad: «Estáis matando a mi ciudad», mientras que en la segunda destierran los viejos hábitos del machismo arraigado en el seno de la familia de cara a que sus hijos salgan de la cueva y no sigan los pasos «de un neandertal». Ahora que los electrodomésticos son tan listos, sugieren en los cuplés, ya podría ser una lavadora presidenta del Gobierno. En el segundo hablan de las enseñanzas del Rey Felipe para que Leonor evite los carajazos que daba el abuelo.
La crónica del coro 'Asesinato en el Cádiz Exprés', en este enlace
'Los despertadores' comenzó su pase de cuartos demostrando el buen gusto al cantar que ya enseñaron en preliminares y exponiendo que no hay nada más bonito que ver cómo Cádiz da la bienvenida a un nuevo día. En el primer pasodoble critican que haya gente, especialmente jóvenes, que hablen de censura y dictadura con frivolidad cuando los derechos de los que hoy disfrutan se los deben a quienes fueron fusilados durante la guerra y el franquismo. En la segunda letra, lejos de criticar el uso que hacen de las nuevas tecnologías los adolescentes, les exculpan porque muchos adultos tratan de dirigirlos para que se conviertan en quienes ellos no pudieron ser en el pasado. En los cuplés, hablan de la cercanía del carnaval con la Semana Santa, lo que podría hacer que se viese a Luis Rivero vestido de pescado con una pértiga en la mano por Catedral, mientras que en el segundo rematan con un bastinazo en el que hacen un juego de palabras entre tronco y tranca.
La crónica de la comparsa 'Los despertadores', en este enlace
La chirigota de Manolín Santander y José Manuel Sánchez Reyes, de la mano de estos virtuosos de la música, hace gala de las cosas clásicas de Cádiz. En la tanda de pasodobles traen denuncias, el primero de ellos a aquellos machistas que siembran el terror en su pareja y sus hijos, centrando la crítica en los asesinos que terminan con la vida de que fue su compañera y luego se suicidan y les invitan a invertir el orden. En el segundo rememoran las noches de un Cádiz que se ha ido perdiendo, añorando el esplendor del Trofeo Carranza y las barbacoas, el teatro de verano o una Semana Santa «para llorar» con una madrugá con poca afluencia en las calles. A ver si despierta ya esta ciudad que se acuesta tan temprano, imploran. Hablan del cartel de la Semana Santa de Sevilla en el primer cuplé y aseguran que peor era ver la cara de Ismael Beiro en la publicidad electoral. En el segundo, pese a que sus esposas utilizan en el baño un cosmético para cada cosa, ellos usan la manopla para limpiarse distintos sitios.
La crónica de la chirigota 'La chirigota clásica', en este enlace
Los comparsistas de Fran Quintana nos dan un paseíto, ese que piden como último deseo antes de ir al paredón, por Cádiz con mucho arte, la dulzura habitual a la hora de cantar y el carácter crítico inherente en su autor. La falta de suelo en Cádiz les hierve la sangre en el primer pasodoble porque el poco que hay es utilizado en beneficio de manos privadas, que tras vender pisos caros dejan las migajas para vivienda social, y donde debía ir un hospital sigue habiendo un solar: «No especules más que mi suelo es sagrado». La segunda letra está dedicada a un hombre que no se involucró nunca en sus responsabilidad como padre ni como marido y ahora llora y critica que su esposa haya dado el paso de dejarlo. Juego entre los nombres de las agrupaciones de Martínez Ares con final de pelo en el primer cuplé y en el segundo comentan que Bruno está siguiendo tanto la senda de su antecesor que ya ha sido visto por Santa María buscando algo para echarle al tabaco.
La crónica de la comparsa 'El paseíto', en este enlace
La poca vergüenza de los jóvenes vendedores del mercadillo dominical de la plaza volvió a conquistar el Falla con un estilo cada vez más en desuso. En el primer pasodoble viajan hasta 2050 y se encuentran un futuro muy raro, con mojarras que tenían tres ojos y gaditanos que se desplazaban en telesilla. Pero en el fondo no había muchas libertades y la situación económica era más bien chunga, así que tampoco era muy distinto a lo que viven en el presente. En el segundo cuentan cómo hicieron lo indecible para quedarse en el vientre de sus madres cuando vieron que el mundo que había fuera no pintaba mejor que en las entrañas de mamá. Al final, rematan diciendo que donde esté su madre, que se quite todo lo demás. Defensa a ultranza de los animales en el primer cuplé, salvo a los chocos, las puntillitas y los calamares, con lo que no tienen piedad. En la segunda saludan a los que critican su forma de vivir que tienen la misma vida laboral que Martínez Ares.
La crónica de la chirigota 'Los plácidos domingo', en este enlace
La comparsa del 'Chapa' aumentó el nivel respecto a su pase de preliminares y presenta sus credenciales para pelear por todo. En la primera letra de pasodoble recuerdan vivencias de su infancia en la calle, dando balonazos, pisando charcos o cuando llega el primer amor que te retuerce las entrañas. Por eso, a aquellos jóvenes que pasan ahora buena parte de su tiempo encerrado entre cuatro padres, les conminan a salir de su casa y ser rebeldes para acumular momentos que nunca se van de tu retina. En la segunda describen con detalle la desigualdad que sufre la ciudadanía del país, asegurando que esa es la gran lacra y no el Gobierno, los catalanes o la izquierda. Ante la posibilidad de que se rompa España por la amnistía, aseguran que ya está rota. Se les cayó una palmera en el coche por la ciclogénesis y resulta que al final el seguro no les cobre nada: «A ver si no voy a tener que pagar yo la palmera», dicen en el primer cuplé. En el segundo, metidos en faena, cuando están cerca del gusto chano, terminan en urgencias por las complicadas posturas adoptadas.
La crónica de la comparsa 'Los colgaos', en este enlace
