Baño, masaje y, ya puestos, hasta un poco de feria

Baño, masaje y, ya puestos, hasta un poco de feria. ¡Claro que sí! Los muchachos se lo merecen y es preferible que se sacien ahora de relajación y diversión antes de la batalla final, la más importante, la que más preocupa a todos. Y a ellos, los primeros. Podrán pensar que un servidor está de coña o que lo dice de manera irónica. Pues no. Porque lo que ha conseguido este Cádiz CF, jugadores y Claudio juntos, es admirable. Vale que el grupito puede que sea una playa y que la plantilla estaba confeccionada para liderar el asunto desde las primeras de cambio, pero por una cosa u otra no fue así y cuando llegó el de Manises quedaba muchísimo por hacer, muchísimo por remar, muchísimo por ganar. Y se ganó.

Se ha ganado tanto que hemos llegado a la recta final del campeonato entre bostezos y meteduras de pata (dos empates y una derrota) propias del campeón acomodado. Y es lógico. Normal. Y hasta cierto punto, comprensible. Que sí, que sí, que todos en nuestros trabajos somos el adalid de la perfección y el paradigma del trabajo bien hecho. Claro, claro…

Respeto a todos aquellos que lo sean de verdad, pero la muchachada de Claudio, incluido el técnico, se ha dejado de ir y les aplaudo porque para ello se han ganado la renta que tienen. Lo que sí les critico es que pidan perdón. Desde Airam hasta el entrenador. ¿Pero qué es eso de disculparse por perder un partido en Lucena con tropecientos puntos de ventaja respecto al segundo? ¿Estamos locos o qué? Anda ya, hombre. Me vale con que se miren a la carita en el vestuario, admitan que se están tocando lo que no deberían tocarse en público y que hagan propósito de enmienda a sabiendas de que hay que recuperar la intensidad y las ganas de antes. Me vale con que reconozcan que se están paseando porque se lo han ganado. Por eso, me parece genial que a un mes del ‘play off’ tengan sesión de baño y masaje e incluso el que quiera que se vaya hasta Sevilla para disfrutar de la feria. Que se diviertan con el beneplácito y la mano tendida del entrenador. Eso sí, a partir de primeros de mayo los quiero a todos bien firmes, prietos y con la mirada asesina del que quiere triunfar.