Cádiz - Barça

Los héroes del Cádiz - Barça: «Fueron 40 minutos interminables»

Una cadena de aficionados, sanitarios y jugadores permitió que Antonio, el seguidor que sufrió el infarto, pudiera salir con vida del estadio: «Gracias a Dios había un cardiólogo en la grada», relata Cristian Cornejo, el primer sanitario que llegó al suceso

Imagen de la Cruz Roja portando al aficionado que sufrió el infarto L.V.

Rubén López

Muchas veces se olvida que el fútbol no deja de ser un deporte en el que lo único que está en juego es una victoria en forma de puntos o un título. Nada más, aunque pareceza simlple decirlo, hay cosas mucho más importantes, por ejemplo la propia vida.

Y eso fue lo que se respiró en uno de los estadios que mayor humanidad representan dentro del mundo del deporte. Un lugar en el que por desgracia ya se sabe lo que es perder una vida por culpa de una bengala, como ocurrió en aquel trágico ascenso del Cádiz en los ochenta. Carranza sabe bien que en muchas ocasiones da igual ganar o perder, lo importante es la vida de los que están dentro y fuera del césped.

Minuto 81 de un Cádiz - Barça que ya estaba más que encarrilado para el equipo de Xavi Hernández. Y es ahí cuando aparece la primera dosis de sentido común y humanidad gracias a la afición cadista que alerta de que algo está pasando en Fondo Sur. Antonio, de 68 años, buen estado de salud y no fumador, está sufriendo un infarto en su localidad de la zona baja de la grada. En ese momento los seguidores que están alrededor comienzan a alertar de la situación, tanto que Del Cerro Grande, árbitro del partido, ordena parar el encuentro en una actuación impecable.

Rápidamente acuden miembros de la Cruz Roja que sí llevaban un desfribilador, a pesar de lo que se ha dicho, los sanitarios si portaban uno, cosa que el propio Cádiz CF confirmaba horas más tarde en un comunicado. Comienzan los intentos de salvar la vida a Antonio ante la mirada expectante de los casi 20.000 espectadores de Carranza. En ese momento, continua la cadena humanitaria con la actuación del FC Barcelona y Conan Ledesma.

Carlos Nogueira, fisioterapeuta del cuadro culé, hace llegar al terreno de juego otro desfribilador que porta rápidamente el portero del Cádiz hasta la grada de Fondo Sur en una imagen, la de su carrera despavorido, que pasará a los anales. Una vez más, se demuestra que en esta sociedad queda mucho de humanidad.

El desfribilador, ya son dos, llega la zona de Fondo Sur y continuan los ejercicios de reanimación tras varios minutos de intentos y hasta un segundo infarto que sufre Antonio, que parecía dar atisbos de recuperación pero vuelve a empeorar.

Continúa la cadena. Carlos Aranda, cardiólogo del Hospital de Badajoz , que estaba en Tribuna viendo el partido, baja rápidamente al terreno de juego para acudir a la zona. Toda ayuda es poca cuando ya han pasado al menos diez minutos y los jugadores siguen atónitos la escena. Conan y Pacha Espino con la cara desconsolada, Araujo, jugador del Barcelona, rezando en el centro del campo.

Cristian y el sprint de José Mari

Y es ahí cuando aparece otro héroe más a la escena, el enfermero gaditano Cristian Cornejo, que seguro no olvidará lo sucedido en su estadio y en un partido del equipo de su vida. "Estaba en el centro del Fondo Sur y en la otra zona se precisaba la ayuda de Cruz Roja pero no podían llegar fácilmente y fui retirando a personas que estaban cerca y fui la primera persona que llegó al aficionado que está sufriendo el infarto".

"Comenzamos a intentar reanimarlo con la ayuda de Cruz Roja. Ellos no tenían ambú de adultos, el que tenían era pediátrico. Pasaron 40 minutos en total, interminables, cuando el protocolo establece que pasados los 25 se dejen de hacer las maniobras de reanimación pero la insistencia va por delante siempre del protocolo y eso ha sido clave. Gracias a Dios había un cardiólogo en la grada".

La cadena continuó con la llegada de la esposa de Cristian. "Yo estaba en el campo pero mi mujer fue la que rápidamente me trajo un ambú de adulto". Un ambú es un resucitador de silicona con versiones para adulto y niños, y el que había en Carranza era del segundo tipo, de ahí que la intervención de la esposa de Cristian fuera clave. Una situación que produjo que la grua municipal se llevara su coche. "Con la urgencia mi mujer aparcó donde pudo, no se lo pensó como es lógico. Hemos tenido que pagar 140 euros de multa pero está claro que lo importante era salvar la vida de ese hombre".

Eso sí, Cristian reconoce que "debería haber desfribiladores en todas las gradas de recintos deportivos en los que hay tanta gente . Eso y una ambulancia siempre localizada en las inmediaciones".

Y para acabar la cadena la intervención de otro jugador del Cádiz, José Mari, mucho más que un deportista . El capitán cadista corrió el sprint más importante de su vida, llevando una camilla mejor preparada hasta la zona de Fondo Sur cruzando el campo y la grada.

Por suerte Antonio pudo abandonar con vida el estadio gaditano gracias a una cadena en la que muchos héroes, anónimos y conocidos, formaron parte de un rio de ayuda en la que quedó claro que la vida es lo más importante. Seguidores que dejaron sitio a los sanitarios, que alentaron con sus miradas, que alertaron de la situación. La afición del Cádiz CF dio otro ejemplo más de valores y de ser una de las hinchadas más importantes de este deporte . Tampoco hay que olvidar al Cádiz CF, organizador del partido, y al propio FC Barcelona. Los dos clubes, sobre todo el cadista que era quien actuaba de local, estuvieron a la altura junto a la encomiable labor de los delegados y del árbitro del partido, Carlos del Cerro Grande.

Ya solo queda que Antonio, que lucha por su vida en la UCI del Hospital Puerta del Mar, pueda volver a ver a su Cádiz CF, al club de su vida, en su grada de Fondo Sur.

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