Cádiz CF

Empieza la matraca consabida

Como era de esperar tras el trato en Zahara, la pelota vuelve al tejado de Vizcaíno en el futuro de Lucas Pérez

Lucas Pérez lleva dos goles en Liga.

Alfonso Carbonell

No se ha pisado diciembre todavía y en Galicia ya le están dando a la matraca. Sin ir más lejos, este mismo viernes, en la rueda de prensa previa al partido de la jornada de turno en Primera RFEF, los periodistas que cubren la información del Deportivo de la Coruña la hacían sonar. Y de qué forma. «¿Si a ti te pregunta Carlos Rosendo o Juan Jiménez (dirigentes deportivistas), quieres a Lucas Pérez; la respuesta sería sí o no?», le preguntaba un comunicador a Óscar Cano, entrenador. La respuesta era de perogrullo. «¿Cómo no voy a querer a Lucas Pérez?».

Pero la matraca está fuera de lugar. O al menos, se ha comenzado a hacer sonar desde antes incluso que empiece la cabalgata. El propio Cano ponía cordura. «Me imagino que el Dépor tinee recursos no solo económicos sino también intelectuales para reforzarse. Aquí la exigencia es máxima y como esta es máxima nosotros también la trasladamos» a la dirección deportiva de cara al mercado de invierno que aún no ha abierto sus puertas. El técnico deportivista insistía que, «todavia no la hemos trasladado; es más, estamos haciendo aquí una reunión previa a la que yo pueda tener con la directiva. Fijarse si os tengo consideración», bromeaba con los plumillas.

«No hemos hablado del caso. Lucas es un gran jugador y cualquier entrenador de nuestra categoría te te diría que lo querría en sus filas; no sólo Lucas, también Lozano, ya que hablamos del Cádiz CF. Está claro que si nos interesamos en verano es porque es un buen jugador», zanjaba Cano.

El asunto no sorprende porque haya vuelto a la palestra ya que tanto Lucas Pérez como Manuel Vizcaíno acordaron que en enero hablarían, el asunto sorprende porque se ha colado en mitad de noviembre. Queda un mundo y ya ha comenzado un culebrón que en nada interesa al cadismo y vaya usted a saber lo que interesará en Coruña.

La historia es sabida por todo el cadismo pero aquí va un breve resumen como antesala a la actualidad. Hace ahora casi un año, el Cádiz CF ficha sobre la bocina del mercado de invierno a Lucas Pérez al Elche, rival directo por la permanencia. El gallego se convierte en pieza clave en la salvación y el equipo se queda un año más en Primera y con contrato el ariete gallego. Todos contentos. Todos menos Lucas, que a los pocos días aparece en Riazor llorando como un niño tras ver como el Albacete deja sin ascenso a su equipo del alma, que permanecerá un año más en la Primera RFEF. Tras esas lágrimas se encontraba una tremenda decepción ya que Vizcaíno le había prometido dejarle salir del Cádiz CF únicamente en el caso de que el Dépor lograse el ascenso a Segunda, algo que no se dio.

Pasaron los días y el verano y en eso que desde Coruña se viraliza casi que lo de Lucas está hecho, que si esto, que si lo otro. Vamos, los medios gallegos casi le dan oficialidad a algo que no estaba ocurriendo pero que el delantero no se molestaba, porque no quería, ni en desmentir. La presión gallega era constante, tanta, que hasta el entrenador cadista Sergio González, a un día del comienzo de la Liga en Carranza, confirma que el jugador se encuentra convocado, implicado y que es uno más en la plantilla.

Agosto sigue pasando y poco a poco se va agotando el plazo para fichar. La matraca gallega es constante y a Lucas le pasa factura en Carranza, donde se lleva una soberana pitada en el 0-4 del Athletic en el que Sergio le hace saltar al campo sin nada ya en juego. La afición, o esa ingrata parte que pita al futbolista, está dolida porque dos días antes el jugador se ha reunido de urgencia con su presidente en Zahara de los Atunes para convencerle de que le deje ir en una noticia bomba descubierta por este medio .

La respuesta de Vizcaíno fue la que ahora llega de nuevo. 'Lucas, en enero hablamos'. Pero en enero, no en noviembre. Por eso mismo, esta matraca consabida era más que de prever, aunque no tan, tan temprano.

Por todo ello, no se entiende del todo que desde ya se comience a hablar de un culebrón que puede acabar con la paciencia de más de uno. Sobre todo, en la grada.

El Deportivo, que va sexto clasificado del grupo I de la Primera RFEF, va a ir de nuevo a la carga a por un jugador que lo tuvo cerca pero al que no le supieron encontrar. Entre otras cosas, por las palabras que el propio Manuel Vizcaíno dijo en su balance del mercado de verano realizado en la sala de prensa del estadio Carranza. El propietario del Cádiz CF alabó la figura de su jugador al tiempo que criticó las formas de los dirigentes del club gallego, «a los que no tengo el gusto de conocer porque no son del mundo del fútbol, creo que son de la Abanca», llegó a decir el sevillano en un tono ligeramente indignado.

Por todo ello, no parece que vaya a ser fácil el desembarco soñado por un jugador, Lucas Pérez, al que poco o nada se le puede achacar. El delantero cadista está implicado al cien por cien y sólo hay que las ganas que le puso en el último encuentro celebrado en Irún en el que algunos de sus compañeros no podrían decir lo mismo. De hecho, el gallego es el máximo goleador del equipo (2 goles en Liga y 1 en Copa) y su motivación está fuera de toda duda. Eso sí, el corazón manda.

Queda una vida por delante para que comience el mercado de invierno y aunque la relación presidente-futbolista es buena, la prioridad de Vizcaíno no es otra que reforzar a su equipo, algo que no haría si deja salir a su pichichi y no trae a nadie por él. Por eso mismo, o el Cádiz CF cumple la expectativas y trae a un delantero que mejore al gallego o mucho deben cambiar las cosas para que el máximo mandatario cadista se inmole ante su afición.

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