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CÁDIZ CF

La derrota en Vallecas ¿Accidente...

Cervera ya resucitó a un equipo muerto y le faltan jugadores importantes: hay motivos para confiar en la reacción

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Ortuño, en una acción ante Iván Amaya.

Alerta amarilla. El nivel de histeria se eleva en Carranza con las dos últimas derrotas consecutivas ante Rayo Vallecano y Oviedo. El cadismo se monta de nuevo en la montaña rusa que parecía abandonar con el ascenso a Segunda, pero es difícil cambiar los hábitos de la noche a la mañana, por enorme que sea el éxito conseguido.

La rabia contenida se ha desbordado y las críticas han proliferado. Ya no se puede hablar de debate, sino de discusión. Ni de un minoritario sector, que aumenta con el paso de los días. Se dispara a discreción y se señala a varios futbolistas, pero sobre todo al entrenador, Álvaro Cervera, en el punto de mira de quienes desean un cambio en el banquillo.

CANAL AMARILLO expone cinco motivos para destacar que la derrota y la imagen ofrecida en Vallecas ¿fue un accidente... o una catástrofe? Como ocurre en infinidad de ocasiones, cada cual cuenta con argumentos a los que agarrarse para confiar en una reacción del Cádiz CF o considerar que la nave amarilla ha comenzado a hundirse y hay que evitar el naufragio. En este análisis se recalcan los argumentos para mantener la calma.

1. Cervera ya lo hizo una vez

Álvaro Cervera cogió un equipo muerto... y lo resucitó. Ya lo hizo una vez, y la situación era muchísimo más crítica. El Cádiz CF sumó seis derrotas y un empate en siete jornadas consecutivas, y pocos confiaban en que esa escuadra hundida moral, física y psicológicamente pudiera recuperarse, máxime cuando las malas sensaciones impregnaron toda la temporada.

Consiguió que una banda fuera un grupo, que los jugadores confiaran en sí mismos y en sus compañeros. Una reacción que no se había visto jamás en Carranza. Porque Cervera es de esos entrenadores que con una simple idea, un mínimo movimiento, es capaz de cambiarlo todo. Con esas armas lograba el ascenso a Segunda División, un objetivo en el que fracasaron sus predecesores.

Un punto de 21 sumó el Cádiz CF antes de la reacción. Ahora sólo son dos derrotas. Un bache por el que puede atravesar cualquiera, hasta los grandes del balompié.

2. Quien ha tenido, puede recuperar

A su llegada, Cervera se aferraba únicamente al triunfo en La Nueva Condomina ante el Murcia y a las cuatro victorias consecutivas para afirmar que quien lo ha hecho bien una vez, puede volver a hacerlo. Este Cádiz CF ha demostrado ante Getafe, en Miranda de Ebro, frente al Levante y en momentos puntuales de otros encuentros que hay equipo para no pasar demasiados apuros esta temporada (nadie en la entidad habló de otro objetivo más ambicioso).

El cuadro gaditano ha sido superior a varios de sus adversarios y ha merecido más puntos de los que ha sumado hasta el momento, perjudicado por la labor arbitral en Miranda y Reus. Jugando con la máxima intensidad, teniendo ideas claras, hay fortaleza defensiva y pegada arriba, con la velocidad de las bandas. Queda ese poso para la esperanza.

3. Faltan jugadores importantes

Si el Barça echa de menos a Messi, si el Real Madrid necesita a Modric, ¿como el Cádiz CF no va a depender de ciertos futbolistas? Cervera no pudo contar ante el Rayo Vallecano con dos jugadores claves en sus planteamientos: Jon Ander Garrido y Álvaro García. El centrocampista vasco es el único pivote defensivo hasta que José Mari, otro que se espera como agua de mayo, alcance su mejor nivel físico.

Alvarito es el líder ofensivo del equipo amarillo para Cervera, que le considera un pelotero desequilibrante. Su zona de influencia no es sólo por la banda izquierda, sino que le da plena libertad de movimientos para actuar por el medio y en ocasiones le desplaza para jugar a pierna cambiada.

El Rayo contaba con ocho bajas pero Sandoval disponía de un once con amplia experiencia en Primera División. Todos venían de la élite. En el Cádiz CF, las ausencias se notan mucho más. También Güiza se caía de la convocatoria y, juegue más o menos, es un peso pesado del vestuario con incidencia en las segundas partes.

Cervera no sólo echa de menos a los lesionados, sino que añora la mejor versión de futbolistas como Abdullah, Eddy Silvestre, Carpio o Santamaría, que pueden dar mucho más. Más de la mitad del plantel es nuevo, la otra no tenía experiencia en la categoría, por lo que es previsible que el grupo vaya creciendo con el paso de las jornadas.

4. El equipo está cumpliendo el objetivo

Sí, sí. Increíble. Este dato sirve para mostrar que el nivel de alarmismo es excesivo. Muchos pensarán al leer y escuchar ciertas críticas que el Cádiz CF es colista de la clasificación y la permanencia se escapa. Pero no, el Cádiz CF está donde tiene que estar: fuera de las posiciones de descenso.

El equipo amarillo es decimoséptimo y en toda la temporada ha permanecido fuera de la zona trágica. Los rectores de la entidad de Carranza firmarían terminar el curso con este mismo resultado, pues el proyecto asume que está en pleno nacimiento y le falta madurez para luchar por cotas mayores. Pina y Cordero saben que su equipo sufrirá hasta el final, o que al menos es una posibilidad probable.

5. Rayo y Oviedo son mejores

Y esto lo deben de entender los cadistas más críticos. La Segunda es una categoría muy igualada, una de las más sorprendentes de Europa, pero por presupuesto, por plantilla y por experiencia, hay equipos que son mejores y que cuentan con muchas más probabilidad que otros de luchar por el ascenso a Primera.

Entre ellos, Rayo Vallecano y Real Oviedo. El conjunto rayista empezó mal a domicilio, pero ha mantenido a gran parte de ese bloque que hace meses maravillaba en Primera. Amaya, Trashorras, Manucho, Javi Guerra, Lass, Miku, Zé Castro... Suenan, ¿verdad? Y el Oviedo estuvo batallando para subir la campaña anterior y se ha reforzado bien en las posiciones donde había deficiencias.

En términos económicos, el club madrileño es quien puede gastar más en salarios de los 22 en disputa (13,2 millones de euros) y el Oviedo el cuarto (6,8), sólo por detrás de los recién descendidos. El Cádiz CF ya no es ese equipo que en Segunda B tiene la obligación de ganar todos los partidos. El papel ha cambiado, y hay que asumirlo.