FUERZAS ARMADAS

El Regimiento de Artillería de San Fernando celebra el 2 de mayo

Los artilleros del RACTA-4 han rendido homenaje a los capitanes Daoiz y Velarde y su gesta contra la invasión francesa en 1808

Un momento del desfile realizado durante el acto. Antonio Vázquez

Verónica Sánchez

2 de mayo de 1808 . El pueblo de Madrid se levanta contra el invasor francés. Dos capitanes de Artillería, Luis Daoiz y Torres y Pedro Velarde Santillán, se unen al alzamiento de la sociedad combatiendo junto a sus compatriotas durante la defensa del parque de artillería de Monteleón, del que abrieron las puertas para dejar entrar a los ciudadanos que allí se agolpaban, al grito de «¡las armas al pueblo!».

Esta gesta fue la mecha que encendió la llama de la Guerra de la Independencia y que, finalmente, provocó que las tropas de Napoleón no lograsen invadir España. Un hito que ha conmemorado 211 años después el Regimiento de Artillería de Costa nº 4 (RACTA-4), situado en el acuartelamiento de Camposoto, en San Fernando. El acto de celebración del 2 de mayo, tiene como «propósito», explican fuentes del Regimiento a este periódico, «rendir homenaje a aquellos que cayeron por la patria y lucharon en la rebelión que tuvo lugar ese día de 1808 para hacer frente a la invasión del ejército francés».

Un acto que ha comenzado algo antes de las 12.00 horas y que ha estado presidido por el coronel Jesús Angel Campuzano Santa Teresa, jefe del RACTA-4. Durante el mismo, el capitán Víctor Gallardo Coca ha sido el encargado de leer la «lección del 2 de mayo», en la que ha relatado las gestas protagonizadas por los capitanes de Artillería Daoiz y Velarde, «mediante las cuales lograron expulsar a los franceses del territorio español». Asimismo, ha explicado que Luis Daoiz inició su carrera militar en Cádiz , ya que su primer destino estuvo en El Puerto. Además, sirvió en la Armada, y participó en la defensa de Cádiz contra los ingleses en 1797.

Comunión entre ejército y pueblo

La lucha de los capitanes de Artillería junto a los ciudadanos civiles para combatir a los franceses, es muestra, se ha señalado durante la conmemoración del 2 de mayo de 1808, de la «comunión necesaria entre ejército y pueblo». Fue «el origen del alzamiento de toda una nación contra el invasor francés» . «Daoiz y Velarde», ha leído el capitán Gallardo en nombre de todos sus compañeros de armas, «nos dieron una lección de entrega y deber» dando su vida «por la libertad de España».

De hecho, este homenaje se viene realizando desde que el 7 de julio de 1812, por Real Decreto de la Regencia, se dispuso que para perpetuar la memoria de los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde «se escribiera un elogio de ellos, el cual, debería leerse todos los años, en la apertura de la primera clase, a los caballeros cadetes, a fin de estimularles a seguir su ejemplo. Desde entonces, esta tradición además de ser realizada en la Academia de Artillería de Segovia, es llevada a cabo por el resto de unidades de artillería del Ejército de Tierra », explican en el RACTA-4.

Por otro lado, señalan que este 2 de mayo también han acudido al evento castrense «numerosos eméritos del Regimiento, siendo participes de dicho homenaje y, de esta forma, manteniendo un estrecho vínculo con la unidad». Dos de mayo que, es interesante recordar, también se celebra el Día del Reservista Voluntario .

En la conmemoración realizada en Camposoto, además, se han entregado una treintena de condecoraciones entre cruces al Mérito Militar con distintivo blanco, cruces de la Real Orden de San Hermenegildo, cruces a la constancia en el servicio y menciones honoríficas a oficiales, suboficiales y personal de tropa del Regimiento gaditano. Tras ello, se ha realizado el acto a los caídos, «homenaje a los que lucharon con valor, sirvieron con lealtad y murieron con honor».

El homenaje a Daoiz y Velarde ha terminado con un desfile de las escuadras que han compuesto la Fuerza participante. Antes del mismo los artilleros han cantado su himno, en el que, como no podía ser de otro modo, se recuerda a los capitanes fallecidos, aquel este mismo día de 1808, antes de que las gaditanas se hicieran tirabuzones con las bombas de esos fanfarrones que intentaron invadir España. «Y alegres cantando el himno glorioso de aquellos que ostentan noble cicatriz, terminemos siempre nuestro canto honroso con un viva Velarde y un viva Daoiz », han entonado los asistentes. Detrás de la formación, en un muro, el lema que llevaron hasta sus últimos términos los homenajeados, «a España servir hasta morir».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación