Los XIII Premios La Voz inician esta noche travesía

LA VOZ

04/11/2018
Actualizado 06/11/2018 a las 21:14h.

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La mejor cara de una tierra tan acostumbrada a luchar con enemigos tenaces y poderosos es el mar. La mejor versión de una provincia situada en mitad de todas las épocas y todos los caminos se refleja en el mar. Los más entusiastas entre los tres millones de personas que llegan todos los años lo hacen por y para su mar. El esfuerzo, el tesón, la creatividad y la personalidad son valores que cada año ensalzan los premios LA VOZ , que alcanzan su décimo tercera edición. Más de medio centenar de instituciones y personalidades gaditanas –por acción, condición o vocación– han sido acreedoras, desde su primera edición en 2005 a estos galardones que se han consolidado como termómetro de los acontecimientos del nuevo siglo.

Entre los distinguidos que la redacción ha elegido este año hay también gaditanos de adopción que encontraron en este rincón al suroeste de la Península Ibérica su lugar en el mundo, una fascinación que les ha llevado a convertirse en divulgadores de sus virtudes por dónde vayan. Son tres enamorados, confesos, del mar y dos entidades que han hecho del mar su medio para construir una sociedad mejor, desde la solidaridad y la ayuda o desde la industria, la tecnología y el empleo.

A lo largo de las doce ediciones anteriores, los premios LA VOZ han llegado a todos los sectores sociedad gaditana, en los primeros años con un premio que simbolizaba la torre eléctrica de Puntales, la que durante tantas décadas introducía en la ciudad toda la energía que llegaba del resto del país. Todo un símbolo de unión y progreso, como ahora es el nuevo motivo que da forma al premio, el viaducto de la Constitución de 1812, ese prodigio de la ingeniería conocido popularmente como segundo puente, un ejemplo de modernidad y comunicación. Siempre, como los cinco premiados de este año, a través del mar: el gran protagonista de esta edición que une cinco trayectorias distintas y ejemplares.

Nacida Ana María Alías Vega (Madrid, 1976) vivió desde los tres años en Málaga donde es originaria su familia. Apenas con 17 años descubrió Cádiz y nunca ha podido romper esa relación. Buena parte de su repertorio –más de la mitad, según dice con su eterna sonrisa– tiene vínculo con Cádiz por vivencias, por sus autores, por los cómplices, por el sonido, el título, la temática o el momento de la creación. Incluso por todo a la vez. Pocas artistas de los últimos años han sabido entender, atrapar y difundir la esencia mestiza de los sonidos que pasaron y pasan por Cádiz: del Flamenco a la habanera, del eco árabe a los cantes de ida y vuelta, de la copla al pasodoble, todo eterno y renovado.

La historia documentada de los astilleros gaditanos contemporáneos se remonta a finales del siglo XIX. Son más de 115 años de historia en común. Los hubo grandes y medianos, privados y públicos, atravesaron quiebras, cierres, subastas, guerras, catástrofes, cambios de nombre, reconversiones... Pero ahí siguen. Esa tradición cultural e industrial, tan social como personal para miles de familias de la Bahía de Cádiz, está encarnada en la actualidad por Navantia. A su impulso tecnológico suma una cartera de pedidos que está en uno de sus mejores momentos. Vanguardia del sector, diversifica sus tareas con revoluciones como la energía eólica. Motor económico en la Bahía, es el alma de muchas pequeñas empresas auxiliares. En Cádiz, todo el mundo tiene o tuvo a un familiar trabajando en algún astillero.

Ángel Expósito (Madrid, 1964) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, casado y padre de tres hijos. Ha conocido todas las facetas del periodismo, de becario a director (Europa Press, ABC...), de columnista a contertulio (’La Vanguardia’, Vocento, distintos canales de TVE, Antena 3, autonómicas...). Y tras toda esa experiencia ha elegido hacer periodismo. Cada día, en directo y sin intermediarios, con un micrófono delante, como conductor de ‘La Linterna’, en la COPE. Cuando no practica el oficio, se pierde por Cádiz. Hace 21 años que descubrió la provincia y desde entonces se declara un fanático de «este parque temático de la historia», de la Sierra al Estrecho, de Grazalema a Sanlúcar. No deja de divulgar sus encantos aunque conoce todas sus dificultades.

El pasado mes de mayo, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, con base en la Estación Naval de Puntales, celebraba su 25 aniversario con un acto en el puerto de Cádiz presidido por el ministro del Interior. Sólo el último de esos 25 años, 2017, se saldó con 1.700 rescates. Basta ver la imagen de un niño sobre una patrullera, sano y salvo, para entender la grandeza y dificultad de su trabajo, la necesidad de su existencia en tiempos de crisis humanitaria permanente en todas las fronteras marítimas y terrestres. El Estrecho es una de las mayores y más complejas del planeta.

Es difícil de explicar y algo más sencillo de resumir. En apenas diez años ha pasado de abrir Aponiente, un pequeño e incomprendido restaurante, entonces en la calle Puerto Escondido de El Puerto, a ser estrella mundial: el primer cocinero andaluz en el tope de la Guía Michelin, Premio Nacional de Gastronomía, conferenciante, referente, creador, imagen publicitaria... Ángel León (Jerez, 1977) Lleva el nombre de Cádiz por todo el mundo en crónicas, ponencias, noticias y guías. Siempre a cuestas con el mar y «su tripulación». Obsesionado con recordar su origen y con el agua salada, su último logro es poner en marcha una campaña para salvar los mares de plásticos y basura, para poder obtener pescado y marisco de forma sostenible, sana para todos, para el planeta sobre todo. Reunió al ‘dream team’ de la cocina española en la Bahía para respaldarla. Eso le explica y le resume también.

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