SUCESOS

Una veintena de menores, víctima de la red que los retenía para exigir un rescate por ellos

El Grupo de Información de la Guardia Civil detiene a los presuntos captores y libera el mismo día a un adolescente en Puerto Real

María Almagro

El pasado miércoles, a primera hora, en torno a las nueve de la mañana, Driss, un marroquí residente en Puerto Real llevaba a su hijo al colegio. Como cualquier otro padre, atento de que su pequeño no se desvíe de los estudios y tenga un futuro. Pero, a pocos kilómetros de allí, otro niño, un menor de 15 años, estaba encerrado. Retenido en una casa medio derruida. Sin agua, ni comida, y acostado sobre un colchón en el suelo. Para que supuestamente este mismo individuo pudiera seguir ganando dinero a costa de la miseria de la inmigración ilegal. Driss era detenido cuando volvía del centro escolar. Los agentes del Grupo de Información de la Comandancia de Cádiz le cruzaban sus coches, lo paraban y lo arrestaban por, presuntamente, ser el cabecilla de una organización que se dedicaba a retener a menores inmigrantes no acompañados (MENA) que llegaban a la costa española en patera para exigir a sus familiares el pago de un rescate por liberarlos. Según ha podido saber este periódico se sospecha que, de esta misma manera, extorsionaron a una veintena de adolescentes.

La Guardia Civil, en el marco de los servicios establecidos para la lucha contra el tráfico de seres humanos, y especialmente entre los que se realizan para garantizar la protección de los MENA, que cruzan nuestras fronteras puso en marcha esta operación, bautizada como ‘Guardería’ y que han comandado agentes de Murcia y Cádiz. La investigación se ha saldado con la desarticulación de un grupo criminal presuntamente dedicado al tráfico de menores inmigrantes y de sustancias estupefacientes. Hasta el momento, hay cinco personas implicadas a las que se les atribuye la presunta autoría de los delitos contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, detención ilegal, contra la salud pública y de pertenencia a organización criminal. En los dos registros practicados en Puerto Real se han incautado tres kilos de hachís, diez teléfonos móviles, tres ordenadores y 3.600 euros.

Todo comenzó cuando el pasado mes de agosto, un menor marroquí denunció ante la Guardia Civil de San Pedro del Pinatar (Murcia) que había llegado a España a través de una red criminal dedicada a introducir en territorio nacional a inmigrantes procedentes del norte de África, mayoritariamente menores de edad. Según informa la Guardia Civil, en su relato, este chico detalló que, una vez interceptado en línea de costa por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, fue trasladado a un centro de acogida ubicado en La Línea, donde los jóvenes gozaban de un régimen semiabierto que les permitía realizar salidas esporádicas.

Durante estas salidas, un individuo que merodeaba por la zona se ofreció, tanto al denunciante como a otros compatriotas, a «llevarlos a casa junto a su familia» y «ayudarlos en todo lo que necesitaran».

Desde ese momento, guardias civiles de Murcia y Cádiz establecieron una investigación conjunta para esclarecer los hechos, lo que permitió identificar al sospechoso, así como detectar su habitual presencia en los aledaños del centro de menores donde intentaba captar a jóvenes en situación de desamparo.

Hasta un mes encerrados

Los investigadores averiguaron que después de convencerlos, los trasladaba hasta una vivienda aislada de grandes dimensiones, ubicada en Malas Noches-Puerto Real, donde los mantenía en pésimas condiciones de habitabilidad y salubridad. Algunos de ellos llegaron a estar un mes. «El tiempo que tardaran en conseguir el dinero», explica una fuente. La red contactaba con sus familiares en Marruecos y les exigía el pago en efectivo de entre 400 y 500 euros por cada uno de ellos, como condición para ponerlos en libertad. Ya, cuando les pagaban, les daban a los menores el dinero para que cogieran un autobús y los dejaban marchar a otras provincias como Barcelona, Bilbao, Murcia, Madrid, o Granada, entre otras. Tras varios meses de investigación, la Guardia Civil pudo determinar que el principal sospechoso, Driss, con dos hijos y casado con una española (también detenida) estaba relacionado con el traslado de hasta una veintena de menores bajo estas condiciones.

Detención de Driss, el supuesto cabecilla.

Pero además, los indicios y seguimientos realizados arrojaron que también sacaban rédito a sus viajes traficando con droga. Es el caso de Omar, un ciudadano marroquí que fue capaz de ingerir 248 bellotas de hachís para, una vez en España, expulsarlas. Cuando los agentes entraron a por él al unifamiliar de la calle Capriconio, estaba en ello.

Además durante el importante operativo puesto en marcha y cuando la Guardia Civil acudió a la casa donde se encontraban los sospechosos, dos presuntos ‘camellos’ acudieron a comprar hachís. Los agentes los sorprendieron y los detuvieron. Llevaban encima casi 2.000 euros para, supuestamente, comprar las bellotas.

La ‘operación Guardería’ ha sido desarrollada de forma conjunta por agentes de la Guardia Civil de Murcia y Cádiz, y dirigida por el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 1 de Puerto Real.

Más información: Vídeo: Así rescató la Guardia Civil de Cádiz al menor retenido en una casa en Puerto Real

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