INDUSTRIA AUXILIAR

Los trabajadores del Metal del Astillero de Puerto Real se arman de indignación por los despidos como «represalia»

A su reclamación de garantías de carga de trabajo se une el malestar creciente por el despido de dos operarios el pasado viernes que consideran «una represalia» de la empresa por las movilizaciones

CTM y CGT atrasan la huelga general del sector del metal hasta el 4 de septiembre

Un responsable de la Coordinadora de Trabajadores del Metal expone los argumentos de la protesta en la asamblea. Nacho Frade

S.C.

Los trabajadores del metal de la industria auxiliar que prestan sus servicios en los astilleros de Puerto Real están en pie de guerra e indignados. Más que el jueves pasado, cuando se movilizaron por sorpresa cortando el acceso al Puente Carranza con barricadas para pedir garantía de carga de trabajo para la factoría. Y más que este domingo, cuando la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) denunció dos despidos de operarios auxiliares de la factoría puertorrealeña que atribuyeron a « represalias por las movilizaciones de los últimos días».

Este lunes todo se ha sumado y las protestas se han retomado desde las 6 de la mañana con la celebración de una asamblea de trabajadores. Dos argumentos marcaban la intensidad del debate y del sonido del megáfono. A la petición unánime de nuevos contratos para la factoría que garanticen los empleos de los trabajadores de las subcontratas (unos 400) se ha unido ahora la indignación por los dos despidos que se produjeron el pasado viernes y que hoy han insistido en calificar de «represión».

En ello están de acuerdo los varios cientos de operarios del metal que se han manifestado en el exterior de la planta de Navantia en Puerto Real, a los que se han unido trabajadores de la Bazán, donde han parado la producción. Asentían con la cabeza mientras y espetaban frases de apoyo mientras intervenían miembros de la plataforma del Metal, que han exigido una reunión «urgente , ya mismo con algún directivo» para dar una explicación por los despidos y concreción de los planes de futuro de la empresa.

«¿Por qué en el 2020 se represalia a sindicalistas en una empresa pública por pedir carga de trabajo?, ha gritado megáfono en mano uno de los representantes de los trabajadores esgrimiendo que lo «único» que han hecho es «pedir lo que se ha acordado en el convenio».

Trabajadores durante la protesta en el astillero de Puerto Real. N. Frade

Unidad de los trabajadores

Recordando a las movilizaciones de décadas anteriores en los astilleros gaditanos en tiempos de la reconversión naval, la unidad de los trabajadores se ha filtrado en el discurso como factor clave en la movilización de este lunes. «El día de hoy va a ser el detonante para que los auxiliares nos unamos» , han proclamado no sin reprochar la existencia de «esquiroles», en referencia a trabajadores que no se habían sumado a la protesta.

En su exigencia de carga de trabajo -que le ha llevado a organizar un paro de la actividad a las diez de la mañana en todos los centros de Navantia en la Bahía de Cádiz- han puesto sobre la mesa los despidos masivos que están en el aire y la «calidad» de la producción que ofrece la planta de Puerto Real como motivos para que les garanticen el aumento de los contratos con carácter inmediato: «Estamos dando calidad, tiempo y entrega. Las corbetas, los yates, los petroleros, que vengan y miren lo que hay aquí», subrayó el responsable de los manifestantes para destacar los altos entándares de producción de los encargos hechos en la citada factoría de Navantia.

Junto a la petición de carga de trabajo y explicaciones por los despidos «inujustos» han sumado la «precariedad laboral» de los operarios de la industria auxiliar a su panel de reivindicaciones laborales.

Tras la asamblea, los manifestantes han hecho un recorrido por los tornos de los astilleros de Puerto Real.

A las 12.30 horas, los dos trabajadores despedidos han acampañado en las puertas de Astilleros donde permanecerán «de manera indefinida», hasta que la dirección de Navantia les atienda «y den explicaciones».

Los trabajadores durante su protesta. Nacho Frade

Avisos de protestas en un escenario al límite

Esta protesta ya fue anunciada previamente este domingo por la Coordinadora tras un llamamiento a los trabajadores del metal, a toda la clase trabajadora, a todos los sindicatos y a los diferentes colectivos que quisieran «solidarizarse con la situación «y sumarse a repeler está gravísima agresión que busca de una forma descarada coartar la libertad sindical y el derecho de los trabajadores a manifestarse».

En el trasfondo de estas movilizaciones se enmarca una realidad complicada. Si no entran nuevos contratos en el Astillero puertorrealeño, a partir del otoño se producirían los primeros despidos en las subcontratas . Esta consecuencia mandaría al paro a cientos de trabajadores, unos 400 del sector del Metal. Cabe recordar que Dragados ha conseguido y garantizado carga por cinco años pero no es el caso de Navantia puesto que el anuncio de la obra del BAM realizado hace escasas fechas no es, en cualquier caso, una actuacion inmediata.

La carga de trabajo en las dos principales factorías de Navantia en la Bahía, San Fernando y Puerto Real, en teoría está garantizada hasta principios de 2022. Sin embargo, este año y pico de margen no es extensible a la industria auxiliar, que lastra un porcentaje de actividad mucho más reducido que se traduciría en despidos inmediatos.

La falta de carga de trabajo afecta a la industria auxiliar del Metal que aglutina a unos 400 trabajadores. Nacho Frade

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