SALUD

Una primavera larga para los alérgicos gaditanos

Los alérgicos al polen del olivo y la gramínea pasarán esta temporada peor que la anterior debido a la ausencia de lluvias y a las altas temperaturas

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Mientras medio Cádiz sueña con la llegada de la primavera, con estas tardes largas de buenas temperaturas, la otra media tiembla. Las consultas de Alergología de Cádiz llevan ya semanas recibiendo a pacientes con las primeras reacciones al polen, si bien se trata de los alérgicos más sensibles. Este año la persistente sequía reducirá el nivel de floración en la mayoría de las especies que cada año suelen provocar importantes problemas en la población gaditana, como es el caso de las gramíneas y del olivo. «Normalmente si llueve poco era sinónimo de poco polen pero este año como las temperaturas se han mantenido entre 17 y 19 grados y con precipitaciones de forma muy discontinua ha dado tiempo que lo poquito que haya caído se haya estimulado y haya eclosionado», destaca Diego Gutiérrez, facultativo especialista del área de alergología del Hospital Puerta del Mar.

Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), un 25% de la población española soporta algún tipo de enfermedad alérgica. Síntomas como problemas oculonasales o bronquiales son los más comunes para saber que un paciente tiene alguna alergia. «La gran mayoría de los alérgicos en Cádiz lo son a las gramíneas y al olivo, dos pólenes que requieren de abundantes lluvias en otoño e invierno y de sol en primavera para que la concentración supere los umbrales a partir de los cuales comienzan a registrarse las complicaciones de la alergia», indica Gutiérrez. Este año, si continua las altas temperaturas «probablemente la primavera será menos intensa que en años anteriores, pero más larga para los alérgicos. Según los datos que hemos recibido recientemente las alergias se van a presentar en una proporción más temprana en cuanto a la evolución del ciclo vital , más severas y quizás mas prolongadas condicionada sobre todo a los efectos del cambio climático», añade. De hecho, el polen de las gramíneas, el último en aparecer, podría permanecer en la atmósfera hasta julio.

En el caso de los denominados pólenes emergentes, como el ciprés, las temperaturas que ya se están registrando provocan que se adelante su presencia en la atmósfera. «Cada año aparece antes este tipo de polen», resalta. También es tempranera la salsola y el amaranto, unas planta que se caracterizan por colonizar nichos de áreas desérticas y áridas, de ahí que la podamos encontrar en algunas zonas de la provincia y en las marismas. Junto a estos, el plátano sombra se esta haciendo presente en la provincia, un árbol cuya polinización es «explosiva» y se produce desde la segunda quincena de marzo a la primera de abril. De la misma manera que con las gramíneas, en Andalucía habrá que estar atento a los niveles de polen de olivo, abundante en nuestra comunidad. «Las temporadas de polen de gramínea y de olivo se superponen. Desde primeros de abril hasta mediados de junio será el periodo más complicado para las personas sensibles a estos alérgicos», puntualizó Gutiérrez. También será determinante si llueve o no en primavera, ya que unas precipitaciones continuas pueden asentar el polen y aliviar los síntomas a los alérgicos.

Según el neumólogo, la sintomatología más frecuente en la costa son cuadros de rinitis y asma por los ácaros, que se desarrollan bien con niveles altos de humedad y temperaturas templadas. «Los ácaros de almacén han hecho su agosto este invierno». Éste es el caso más común en la provincia, mientras que en el interior las alergias vienen fundamentalmente por concentraciones de polen de olivo y gramíneas salvajes.

Un punto en el que coinciden también los especialistas es en señalar que los afectados no tienen por qué aguantar los síntomas. «Es muy importante que acudan ya al médico para recibir un tratamiento preventivo, no sólo sintomático», argumentó Gutiérrez. El tratamiento habitual son antihistamínicos, para reducir la inflamación y corticoides que se administran por la vía oral o a través de colirios para los ojos. La otra alternativa es la vacunación, continúa el doctor Gutiérrez, «con la que se puede empezar antes del periodo de alergias y mantenerla durante la época estacional. Aunque no todos los casos son iguales», advierte el especialista. «Dependiendo de la zona de la provincia son más habituales unos tipos de alergias que otros». Cuanto más al interior más frecuente será el componente vegetal.

«Más tempranera»

El especialista asegura que los casos aumentan año tras años. «El motivo es múltiple: primero hay una predisposición genética y en segundo lugar hay que tener en cuenta el cambio del estilo de vida, de la higiene y de la alimentación», asegura. También influye mucho la contaminación, que puede agravar algunos cuadros, especialmente en los casos de alergias a las gramíneas.

Apoyado en su larga experiencia como alergólogo, Diego Gutiérrez aconseja a los alérgicos viajar con las ventanillas cerradas, el uso de gafas de sol y evitar la realización prolongada de actividades físicas innecesarias en los parques. También es importante humidificar la habitación en la que se va a dormir.

Según los datos que tiene el doctor Gutiérrez, se espera que para la última semana de marzo y la primera de abril comience a subir la concentración de pólenes, lo que acarreará los primeros síntomas para los pacientes alérgicos. Aunque sea más suave, los alérgicos sufrirán los síntomas, como cada año.

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