Sierra

El pantano y el poblado de Los Hurones, un paraíso inigualable y escondido en medio de la naturaleza

En los 80 se convertía en un reclamo turístico para las familias del entorno y ahora la Junta con los fondos ITI pretende convertirlo en el motor socio-económico de la zona

Con una vegetación increíble donde incluso se puede disfrutar de la presencia de venados, el paseo por la zona permite desconectar y captar imágenes inigualables en la provincia

Panorámica del poblado del pantano de Los Hurones en San José del Valle

Elena Carmona

El Charco de los Hurones . Así se le llamaba en Jerez a uno de los lugares favoritos para ir de visita en vacaciones . En los 80 s e convertía en el reclamo turístico ideal para el público familiar y educativo de Jerez y toda la comarca . Escondido en medio de la naturaleza y con ciertos tintes de paisaje gallego, muchos jerezanos aprovechaban las buenas temperaturas del verano y cambiaban Valdelagrana por este paraje natural escondido en el Parque Natural de Los Alcornocales entre San José del Valle y Algar .

José Manuel Rodríguez, de 46 años, natural de Jerez de la Frontera, recordaba cómo en repetidas ocasiones iba de marcha con su grupo de scouts al Charco de los Hurones. «Cuando era chico iba con los scouts de María Auxiliadora y más tarde con los de Fátima. Siempre íbamos en verano y echábamos el día allí, pasando la noche al raso en lo que era una especie de parquecillo que había al lado de la venta del poblado», recuerda. Era u no de los sitios «más chulos para ir de campamento porque tenía la zona del pantano habilitada para el baño y allí echábamos el día». Después de esos maravillosos años recuerda haber vuelto a ir con unos 20 años, cuando teníamos ya carnet de conducir, y «varios amigos decidimos recordar nuestras vivencias y echar el día bañándonos en el Charco». Él no es el único que iba con los scouts, José Manuel Guitarte recuerda que podría tener entre siete y ocho años, era el año 1986, «el año del MundoBasket», cuando iba de marcha a esta zona del Parque de los Alcornocales. «Recuerdo que había que dejar el coche cerca de la Venta El Tempul y desde allí íbamos andando, lo que para nosotros era un buen trecho. Pero lo mejor de todo era lo bien que lo pasábamos bañándonos y tirándonos desde las rocas ».

Miguel Ángel Baños recuerda cómo iba con sus padres a ver a su hermana cuando iba de campamento con las Salesianas . « Aprovechábamos para pasar el día en el campo , río abajo, que había zonas para estar cerca de la orilla». Tampoco ha vuelto a ir de visita.

Recuerdos de infancia y de familias que no han vuelto a revivir con sus hijos, pero que reconocen que era «un pedazo de sitio para disfrutar al aire libre».

El paraje está considerado como una auténtica joya de la naturaleza , que hace que uno crea que no se encuentra en la provincia de Cádiz, puesto que se asemeja a un paisaje gallego o a uno de los impresionantes bosques de Canadá . La vegetación de la zona está formada principalmente por alcornoques y entre la fauna son destacables las rapaces tanto diurnas como nocturnas, además del jabalí y el corzo . Aunque también sorprenden los venados en la temporada de la berrea .

El Charco de los Hurones es un lugar ideal para ir a pasar el día en contacto con un entorno natural muy bien conservado, pasear a pie o en bicicleta y pescar carpas , barbos o percas americanas, montar en Kayac, además de comer buenas tapas y raciones y beber buen vino de la tierra.

No es un lugar que se convierta en cita obligada del turista, por lo que la paz que transmite la zona y el hecho de que apenas haya seres humanos alrededor de uno permiten que se aproveche al máximo la experiencia. Cuenta Javier Fornell, de la empresa Sur Tour -en la que hacen rutas por toda la provincia «bajo la filosofía del slow travel, lo que viene siendo viajar con amigos y sin prisas»- que aquello es uno de los paraísos que hay en la provincia de Cádiz al que «me escapo cada vez que puedo».

Su historia surge con el Plan Nacional de Embalses de 1945 , que contemplaba la construcción de tres nuevos embalses: Bornos, Arcos y Los Hurones. Estas obras acabarían con los problemas de abastecimiento de agua en las ciudades de Cádiz y Jerez de la Frontera así como de otros pueblos importantes de la provincia. Construido en el término municipal de San José del Valle, próximo a Algar y a las poblaciones de El Bosque y Ubrique, el embalse de Los Hurones fue terminado en el año 1964.

Para solventar la distancia que había desde la zona hasta el pueblo más cercano decidió construirse el poblado Charco de los Hurones en el que habitarían los técnicos, los operarios que construyeron la presa y los empleados de las propias instalaciones.

El pantano ocupa aproximadamente 900 hectáreas que embalsan las aguas del río Majaceite . Hoy en día es la Junta Andalucía la que se encarga del mantenimiento de la presa y el poblado.

El poblado

El poblado, donde se presupone que pudieron vivir alrededor de 300 personas en su temporada de mayor esplendor , está formado por 32 viviendas colocadas en hileras agrupadas en dos conjuntos iguales y separadas por la antigua casa rural y la iglesia, además de contar con un albergue, garajes, la escuela, almacenes, una venta que antiguamente fue un laboratorio, la tienda o economato, la casa del cura y una zona recreativa que estaba al aire libre con piscina, bolera, pista de tenis y futbito, entre otras instalaciones. A la vez que se construía se plantaban árboles y jardines que aún presentan un aspecto muy cuidado para el visitante. Tenía todo lo necesario en la época: hospital, colegio e iglesia : las tres instituciones.

Torre de la capilla dedicada a la Virgen del Pilar

La capilla, junto con su campanario, es una de las edificaciones que mejor se conservan en el poblado. «Es muy chiquitina» y se llamaba Capilla del Pilar porque es la patrona de España la que preside el altar, ya que la empresa que construyó la presa venía de Zaragoza.

«Es un sitio que me encanta, es diferente, parece casi un pueblo gallego en mitad de la sierra. Hay que dividirlo en dos partes: la zona más baja, con unos jardines muy bien cuidados y la zona que sube hacia la Casa del Ingeniero , que cada vez está más olvidada, donde puedes meter la cabeza por las ventanas y da la sensación de pueblo abandonado». Rodeado de una zona boscosa increíble tiene un roble centenario que «no hay forma de abrazarlo», comenta el director de Sur Tour.

El pueblo fue creado a «imagen y semejanza del ingeniero del momento» que procedía de Galicia. Es de casitas blancas y «todo es de piedra oscura», incluso el tipo de árboles recuerda a los pueblos gallegos. Ofrece una visión muy distinta al resto de pueblos andaluces.

En primera línea son casas pintadas, con jardines cuidados y «según subes, si te metes a la zona del colegio que tiene edificios, se ve la zona más abandonada, y entras en un mundo fantasmagórico . Un contraste que le da un punto muy curioso».

Además tiene una venta donde se come de maravilla , que tiene su fuerte en la carne de caza, pero que ofrece «unas croquetas de escándalo y un cachopo de retinto que quita el sentido», dice Javier Fornell, que ha dado buena cuenta de ello en muchas ocasiones. La venta cuenta con mesas al aire libre que hacen que «estés metido en el bosque, sin ruido, con la caída del pantano al lado: Es uno de los mejores sitios para tapear tranquilos, para ir con niños que pueden juguetear por el entorno». A partir de ahí, por esa zona subiendo hacia la presa hay unas vistas espectaculares tanto del poblado, que se queda escondido en el bosque, como del propio pantano.

El pueblo a su entrada tiene el que era el hospital rodeado de un bosque espléndido. Le sigue el puente de piedra, con sus farolas que acercan al poblado, donde lo primero que se ve es la torre de la iglesia. En su entorno hay unas casitas bajas con unos árboles de pequeño porte y el camino termina en la Venta y con dirección a la presa.

Por la otra zona están los edificios de dos tres plantas y la zona deportiva que va seguida por la escuela y por unos bosques casi vírgenes a través de los que se llega a la Casa del Ingeniero. A partir de ahí aparece la piscina, que está muy abandonada, rodeada de robles y alcornoques, donde se puede ver mucha fauna del entorno.

Sólo los bosques que hay por la zona ya merecen la visita. Lo cierto, aconseja Fornell, es que hay que olvidarse del móvil porque es un lugar para desconectar en plena naturaleza.

Ahora la Junta de Andalucía, a través de la inversión de los fondos ITI pretende convertirlo en el motor-socioeconómico de la sierra gaditana.

Saliendo por San José del Valle

A la vuelta, viniendo por San José del Valle, Javier Fornell recomienda hacer una parada para comprar los Quesos de Santa Casilda, de la empresa Agrazul , y también se puede visitar la Venta El Tempul (si está abierta) o en su defecto puede beberse agua del manantial por el que tiene ese nombre.

Por la zona «hay un león de piedra romano gigantesco , esculpido en la parte alta de una colina que, junto con otro león del que se desconoce su paradero, se supone que protegían la salida del agua de El Tempul. Al parecer de ahí salía el acueducto romano de Cádiz, por lo que el camino también tiene su paseo interesante», asegura el director de Sur Tour.

Las miras del alcalde

Otra de las personas que conoce bien el pantano y el poblado del Charco de los Hurones es el alcalde de San José del Valle . Antonio González hace referencia a cómo en sus recuerdos de niño esta zona aparece plagada de momentos llenos de felicidad y alegría cuando iba de campamento con el colegio. Cree que la inversión en la zona será un importante revulsivo «económico, turístico y laboral» no sólo para su pueblo, sino para municipios como Ubrique, Algar o Paterna , que se encuentran en una de las zonas «más castigadas» de la provincia. González reclamó a la Junta «lealtad institucional» puesto que nadie del Gobierno andaluz le informó sobre la visita que realizaron sus representantes hace unas semanas a este paraje, de la que «me enteré por facebook».

Este alcalde está deseando ver que esa inversión, de la que se viene hablando desde 2011, se convierta en una realidad porque: «Todo lo que se haga allí es una bendición. Quiero que cuenten con este Ayuntamiento y con su alcalde porque vamos a arrimar el hombro, porque es mi casa la que intentan arreglar y eso es lo más bonito del mundo».

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