ARMADA ESPAÑOLA

Los once de la isla de Alborán

Militares de la Armada Española, más de la mitad de ellos de Cádiz, conforman el destacamento naval de Alborán, un enclave estratégico en el que se ha incrementado la asistencia a migrantes

Momento de la llegada de una patera a la isla de Alborán. ARMADA ESPAÑOLA

VERÓNICA SÁNCHEZ

Cada tres semanas once militares parten de la Estación Naval de Puntales para relevar a otros tantos que se encuentran en una pequeña isla en el mar de Alborán, a medio camino entre Melilla y Almería. El contingente de la isla de Alborán está formado por un teniente de navío o capitán, designado entre los destinados en las escuelas y arsenales de la Armada y la Fuerza de Protección de Infantería de Marina, que es el jefe del destacamento, tres militares pertenecientes al núcleo de éste, con base en Cádiz, y otros siete de diversas unidades de la Armada, que son nombrados en comisión de servicio para esas tres semanas.

De estos once marinos e infantes de Marina, habitualmente, más de la mitad son de la Bahía de Cádiz , «aunque también es frecuente contar con personal que procede de otras localidades en las que está presente la Armada, como Ferrol, Cartagena, Madrid o Marín», explican a este periódico fuentes militares.

Migrantes asistidos por los militares a su llegada a la isla. A.E.

Y es que, el destacamento naval de la isla de Alborán (o DENAL, como es conocido por sus siglas) tiene su base de apoyo en el gaditano castillo de Puntales, donde se encuentran destinados su inspector y un núcleo permanente formado por nueve marinos. De hecho, en Puntales se constituye y prepara cada destacamento antes de partir a la isla.

La labor del destacamento naval de Alborán es vigilar de forma permanente esta isla del Mediterráneo para asegurar el ejercicio de la soberanía española . Además, señalan desde la Armada, este congintente contribuye a controlar que se cumple la legislación y normativa en vigor sobre inmigración, salvamento, pesca y medio ambiente en la isla y sus alrededores y realiza el mantenimiento básico de las instalaciones y su equipamiento. Para llevar a buen puerto estos cometidos, el destacamento está en contacto permanente con el Centro de Operaciones del Almirante de Acción Marítima, localizado en Cartagena.

Este destacamento se constituye y prepara en Puntales, donde tiene su base de apoyo

Incremento de asistencias

El día en la isla de Alborán «comienza a las 8.00 horas con el izado de bandera. A continuación desayuno, limpieza de la zona de habitabilidad e inicio de los trabajos de mantenimiento hasta la hora de la comida. Además, se mantiene la guardia cubierta durante las 24 horas . Por la tarde se relajan un poco las actividades (siempre a expensas de cualquier incidencia, como la llegada de una patera)», cuenta el capitán de Infantería de Marina Diego Barreal Écija, jefe del destacamento.

Cuando una embarcación con migrantes llega a la isla, todos los militares se implican en su asistencia. Una actuación que comprende medidas de seguridad física, médicas y de asistencia primaria, «que por lo general se producen en el muelle hasta la llegada del correspondiente medio de evacuación, que suele tardar menos de dos o tres horas», explican. «Por lo general, los inmigrantes esperan su evacuación el muelle, pero si la meteorología es adversa o el medio de transporte no puede llegar, son trasladados a la explanada del faro o al módulo de habitabilidad». Asimismo, el destacamento cuenta con material básico de atención a los náufragos, proporcionado tanto por la Armada, como por la Cruz Roja de Almería.

Un marino juega con una niña tras el rescate. A.E.

En lo que va de año (recuento realizado a 5 de septiembre), el destacamento naval de Alborán ha prestado asistencia a 763 personas (694 hombres, 51 mujeres y 18 niños), que han llegado en 15 embarcaciones. Teniendo en cuenta que aún queda el último trimestre del año, se puede afirmar que se está produciendo un incremento de las llegadas de pateras a esta isla del Mediterráneo con respecto a 2017 (con 585 personas atendidas y un fallecido, en un total de 16 embarcaciones). En ello, sin duda, ha influido el cambio de las rutas de migración ilegal a Europa, que se han desplazado desde el Mediterráneo central, para intentar alcanzar Italia, hacia el oeste. Es decir, ahora salen del norte de África hacia el sur de España, algo que ha notado considerablemente la provincia de Cádiz.

No obstante, afirman en la Armada Española que la isla de Alborán «no suele ser objetivo de las pateras, que muchas veces pasan desfilando a distancias inferiores de la milla, pero si la navegación la tienen comprometida por fallos en el motor, falta de gasolina o pinchazos en el flotador, hacen una arribada forzosa en condiciones bastante límites ». Por ello, para los miembros del destacamento, enfrentarse a la llegada de inmigrantes es una situación «compleja», tanto es así que las acciones a tomar llegado el momento, tanto a nivel conjunto como de cada uno de los componentes, «se encuentran normalizadas en un plan de actuación, para tener las mayores garantías de éxito».

En lo que va de año el destacamento naval de Alborán ha asistido a casi 800 migrantes que han llegado a la isla a bordo de 15 embarcaciones

Un despliegue muy diferente

Generalmente, antes de que los inmigrantes lleguen a la isla, se alerta al jefe del destacamento. Esto es debido a que la salida de las pateras que siguen la ruta del mar de Alborán son conocidas por las ONG’s, que lo comunican a Salvamento Marítimo para que éste se prepare y se inicie una operación de búsqueda y rescate.

Imagen aérea de la isla de Alborán. A.E.

Así pues, cuando estas personas arriban a la isla, los militares ya están preparados para atenderles. Cada uno sabe perfectamente cual es su función. Mientras el capitán Barreal supervisa y toma decisiones siguiendo el plan de actuación de la Armada ante la llegada de pateras, sus hombres y mujeres, de los que recalca que «son excelentes profesionales con gran experiencia en Alborán», cumplen al dedillo sus cometidos.

Al tiempo que el soldado de Infantería de Marina Antonio Cotariella Pavón vela por la seguridad de sus compañeros , el marinero Juan Manuel Granado Rodríguez lleva a cabo, por un lado, el registro de los inmigrantes y, después, los traslada en una embarcación al buque de Salvamento Marítimo. Y la marinero Verónica Vaquero Sánchez desarrolla las tareas logísticas, proporcionando equipos de protección (como máscaras y guantes) al resto del personal del destamento, así como mantas, ropa y material de primeros auxilios a los inmigrantes que llegan a la isla.

Los componentes del destacamento posan frente al edificio del faro. A.E.

La marinero Vaquero, isleña, es la electricista del destacamento. Destinada en el Parque de Autos, es su segunda vez en Alborán, aunque desplegó en Bosnia en 2010 y señala que «el hecho de estar en una isla tan pequeña hace que todo sea muy distinto». Algo que también subraya su compañero Juan Manuel Granado, gaditano, mecánico de energía y propulsión y destinado en la Escuela de Suboficiales. Para él es su primera vez en Alborán, aunque no le falta experiencia, ya que a bordo de la fragata ‘Navarra’ ha estado desplegado en la operación ‘Atalanta’, de lucha contra la piratería en el océano Índico, y en la operación ‘Active Endeavour’, «para combatir el terrorismo en el Mediterráneo y el tráfico ilegal de personas». El que sí es un veterano en Alborán es el soldado Cotariella, que ha estado en la isla «en muchas otras ocasiones, en 2005, 2007, 2008, 2010 y 2014», explica.

Relevarán y otros once compañeros tomarán el testigo para seguir manteniendo este pequeño enclave que, con sus 642 metros de longitud y 265 de anchura máxima, en los que hay incluso un helipuerto, una caseta sismógrafo y un antiguo cementerio, es de importancia fundamental para España.

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