ATAQUE PIRATA
Los infantes de Marina que liberaron un buque atacado por piratas: «sentimos la satisfacción del trabajo bien hecho»
Los miembros del Equipo Operativo de Seguridad del Tercio del Sur desplegado en el patrullero ‘Serviola’, en el Golfo de Guinea, cuentan su experiencia a LA VOZ
Suena el teléfono. «Patrullero ‘Serviola’», responde una voz al otro lado. Es el sargento de Infantería de Marina Manuel Lora García, jefe del Equipo Operativo de Seguridad (EOS) del isleño Tercio del Sur que se encuentra desplegado en el Golfo de Guinea a bordo del buque de la Armada Española.
Le acompañan los soldados Francisco Javier Gallardo Naranjo, tirador, y Sergio Jiménez Guerrero , miembro del equipo de asalto . Todos ellos participaron en la liberación del buque mercante maltés ‘Blue Marlin’, propiedad de la compañía holandesa Boskalis, que había sido secuestrado por piratas al oeste de Malabo.
«El aviso de que un buque había sufrido un ataque de piratería nos llegó el domingo día 5 de mayo por la tarde», explica el sargento Lora. «Tampoco sabíamos mucho más. Nos dirigimos a la zona y dimos con ellos sobre las 23.00 horas», detalla. «Cuando llegamos nos encontramos que había ya una fragata guineana que tenía contacto con el buque secuestrado. Y recibimos la orden de esperar al día siguiente por la mañana para empezar a tomar acciones», cuenta este militar portuense.
Sin embarcaciones rápidas ni equipo de asalto, la fragata guineana pidió ayuda al patrullero español para abordar el buque. «El comandante nos ordenó preparar la operación», explica el sargento. Dicho y hecho. Seis de los componentes del EOS junto con dos miembros de la tripulación del ‘Serviola’ pusieron rumbo a la fragata guineana, «allí dimos un ‘briefing’ de la operación con su personal». A bordo del patrullero se quedó, apostado para dar seguridad a sus compañeros, el soldado Gallardo, tirador de precisión.
Abordar y asegurar
«Fuimos al buque sabiendo lo que íbamos a hacer, pero no lo que había. No sabíamos si nos íbamos a encontrar algún pirata », detalla el soldado Jiménez, nacido en El Puerto. Perfectamente coordinados, cada infante de Marina supo en todo momento cómo actuar. «Este trabajo ya lo hemos hecho varias veces, además de todo el tiempo que nos estamos adiestrando para ello», afirma al respecto el soldado Gallardo, natural de San Fernando.
Los infantes de Marina gaditanos asaltaron y aseguraron el mercante, sin encontrar piratas a bordo. Su tripulación se había encerrado el día anterior, al ser atacada por los piratas, en la ‘habitación del pánico’ que el ‘Blue Marlin’ tiene en su ciudadela. «Cuando tomamos el control llamamos a la tripulación por megafonía para que salieran pero no se fiaban. Así que esperamos a que viniese un enlace ruso que tenían los guineanos, subió a bordo y fue él quién habló con ellos y consiguió que salieran», explica el sargento Lora. Lo hicieron «con bastante miedo porque los piratas habían abierto fuego contra ellos y lo habían pasado mal. Estaban muy agradecidos con nosotros ». Fue entonces cuando tres militares guineanos accedieron al buque para dar a los españoles «el relevo de la seguridad».
Después, al volver al ‘Serviola’, quitarse sus equipos y sentarse a analizar lo que había pasado, estos siete infantes de Marina afirman que sintieron «la satisfacción del trabajo bien hecho. Sabes que has ayudado a alguien y es entonces cuando tanto entrenamiento y esfuerzo tienen su recompensa ».
Con este ya van dos barcos liberados por el patrullero ‘Serviola’ durante el presente despliegue, ya que el pasado mes de abril frustró otro ataque pirata a un buque de bandera nigeriana. Los infantes de Marina se muestran algo «sorprendidos» al haber realizado dos acciones tan seguidas. Pero tienen claro cual es su función: «ayudar en todo lo que podamos a la seguridad del Golfo de Guinea y de toda África».
Volverán a casa a finales de junio. Mientras, seguirán proporcionando protección al ‘Serviola’, participando en operaciones de interdicción marítima (contra la piratería, el tráfico de personas o el narcotráfico) y colaborando con los equipos operativos de las Marinas de los países de la zona «para compartir experiencias, ayudarles y enseñarles». Y dejan un mensaje para sus familias y compañeros : «que les queremos, esperamos llegar sanos y salvos para darles un abrazo y un beso. Y que se sientan orgullosos y felices por lo que estamos haciendo».
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