Literatura
Gregorio Gómez Pina: «Hablo del maremoto cada año para que no nos confiemos»
Un libro aglutina las mejores tribunas del Doctor en Ingeniería de Costas, «uno de los mayores expertos en la materia en este país»
El periódico tiene una fecha de caducidad que el ejercicio divulgativo, a diferencia de informaciones efímeras en tiempos de cambio, no merece. Las tribunas de Gregorio Gómez Pina , Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, han encontrado el orden necesario para la lectura sosegada en el libro ‘Voces del Mar: recuerdos y diálogos de un ingeniero’, una recopilación de sus mejores textos en LA VOZ y algunas pinceladas en LA VERDAD DE MURCIA.
El libro incluye un apartado con muchos de los personajes que ha abordado en los últimos años, de los que se quedaría con Nelson Mandela, al que define «el mandatario con mayor autoridad moral en la historia moderna». El prólogo está firmado por el director de este periódico, Ignacio Moreno , quien admite que cuenta como columnista con «uno de los mayores expertos en la materia en nuestro país».
El libro aglutina sus columnas en La Voz y algún artículo en La Verdad de Murcia. Seleccione tres.
’El mar: percepciones de un ingeniero’, ‘Alfonsina y el mar: mis recuerdos’, ‘Fibonacci y el lotero’, en LA VOZ. Si me permites añadir un cuarto, éste sería de tipo muy personal, muy cartagenero: ‘A mi amigo Nandi, de Cabo de Palos’, que publiqué en LA VERDAD, al día siguiente del fallecimiento de uno de mis mejores amigos y también uno de los personajes de mi novela. El de Fibonacci se lo dedicaría a la ministra Celaá, para que rectifique sobre bajar el nivel de las matemáticas en el Bachiller; es además muy gaditano. El de Alfonsina es un tributo a una canción que nunca pasará de moda, y además fue el primer artículo que escribí.
¿Cómo ha pasado el confinamiento? ¿De ahí surge este proyecto?
Digamos que lo he tomado «con deportividad», y de forma muy activa. Reconozco que soy, gracias a Dios, un privilegiado, pues ya llevo dos años jubilado y sigo muy activo en el mundo de la enseñanza como Director Ad Honorem en un curso ofrecido por el Colegio de Ingenieros de Caminos de Andalucía, ya en su 11ª edición, y sigo dando algunas clases como Profesor Invitado del Máster de Ingenieros de Caminos. Por cierto, he podido dar las clases telemáticamente, pues ya estábamos preparados para ello. Reconozco que durante el confinamiento he estado muy activo, y he podido participar en muchos otros eventos que normalmente tienen lugar en Madrid, sin tener que desplazarme, cosa que antes me era mucho más complicado y por supuesto costoso. El libro ya lo tenía acabado antes del confinamiento, por lo que sólo me ha tocado revisar el ‘ferro’ y hacerle ligerísimas correcciones.
Gómez Pina reconoce que por sus venas corre «sangre de escritor y de profesor universitario»
Algún plan le habrá cortado el virus.
Principalmente dos cosas. La primera: el haber participado en el Campeonato Europeo de Natación Máster en Budapest, en el que ya estaba inscrito. La segunda: el haber presentado este libro en Madrid y en Cádiz. Espero, sin embargo, poder llevar a buen puerto estos dos deseos el próximo año.
Ignacio Moreno, director de LAVOZ, recuerda en el prólogo que a veces Cádiz vive de espalda al mar.
Entiendo que un madrileño no sepa siquiera que hubo un maremoto en 1755, pero eso es algo que todos los gaditanos conocen, aunque la mayoría lo tiene solamente en la memoria.
Usted insiste en ello cada 1 de noviembre. ¿Cómo de probable es que se repita un tsunami?
Mis últimas publicaciones son un aviso a la administración andaluza y a los ayuntamientos de que los deberes están aún sin hacer. En mis artículos hablo sobre la probabilidad de que se repita un tsunami y, sobre todo, sobre la percepción errónea que la gente tiene de esa probabilidad, en caso de que la supiéramos. Es por ello que prefiero que lo lean tranquilamente, pues es un concepto que no es fácil de explicar. Le diré que no conocemos esa probabilidad, y si le dijera que tiene un periodo de retorno de 1.000 años, no significa que hasta dentro de 1.000 años no vaya a suceder. ¡Ojalá! Usted y yo nos quedaríamos tranquilos. Lo que realmente significa es que, en un periodo medio de 1.000 años, todos los años (el 1º, el 2º, …, hasta el último) tendríamos una probabilidad de que ocurriera de 1/1000. Y eso no me deja nada tranquilo. Prefiero que lo lean, pues lo repito y explico cada 1 de noviembre para que los gaditanos no se confíen. Prefiero que confíen, eso sí, en que la solución es la educación ciudadana de cómo actuar.
El autor ya trabaja en su tercera publicación:una novela basada en el triángulo Jerez-Cádiz-Hawái
¿Piensa ya en su próximo trabajo? ¿algún proyecto entre manos?
Sí, llevo tiempo trabajando en ella y espero avanzar mucho a partir de ahora. Es una novela histórica, romántica, en donde el mar, como no podía ser de otra manera, juega un papel importante. Se desarrolla en el triángulo de Jerez-Cádiz-Hawái, en donde se mezclan diferentes personajes reales e irrepetibles, de una extraordinaria calidad humana. La parte final de la historia se desarrolla en el sitio más sobrecogedor y bello que he visitado en mi vida, y en donde la cultura ancestral hawaiana impregna esta novela desde sus inicios. Ello me ha llevado incluso a estudiar y aprender algo de hawaiano. No diré el título ni el lugar, pero sí sé, como en mi anterior novela, cómo va a acabar. Y va a ser con esta frase tan bonita: 'A hui hou kāna', que significa en hawaiano: 'Hasta que tú y yo nos volvamos a ver'. Romántico, ¿verdad?
