PATRIMONIO

La Escuela de Náutica de Cádiz se muere de pena

Profesores y antiguos alumnos inician un movimiento social en favor de la recuperación del edificio

El inmueble, propiedad de la Junta de Andalucía, lleva cerrado y en estado de abandono desde 2008

Javier Rodríguez

La antigua Escuela de Náutica mira a La Caleta con pena y desolación. El edificio se encuentra cerrado y en estado de abandono desde su cierre definitivo en 2008 . El traslado de esta facultad al campus universitario de Puerto Real hace más de diez años dejó sin actividad un edificio emblemático del centro de la ciudad, que ahora reclama una urgente rehabilitación . El cinturón universitario que se ha diseñado en el frente marítimo de la capital, entre la Alameda y el antiguo colegio Valcárcel, deja a la vieja Escuela de Náutica huérfana en mitad de una gran avenida completamente regenerada. Necesita una reforma para recuperar su antiguo esplendor y poder con ello integrase en ese potente eje universitario que abarca desde el Rectorado, pasando por el Aulario, el colegio Beato Diego, el Olivillo, Empresariales y Graduados Sociales hasta culminar en Valcárcel.

Ante esta situación ha surgido un movimiento de exalumnos de Náutica que persiguen un nuevo destino para este viejo edificio de alto valor arquitectónico . El proyecto de reforma de Valcárcel como futura facultad de Educación ha levantado los ánimos de la comunidad universitaria en favor de Náutica, pero es la Junta de Andalucía, propietaria del inmueble, quien debe mover ficha y recoger el guante de esta iniciativa.

LA VOZ se ha hecho con las imágenes que muestran el deterioro interior del edificio donde aún se aprecia el mobiliario en el que se guardaban las cartas náuticas, aparejos, el laboratorio o el espectacular salón de actos en el que se impartían nociones de astronomía.

Las instalaciones tienen un alto valor arquitectónico por su catalogación modernista, además de estar ubicadas en un entorno BIC

La Escuela Oficial de Náutica y Pesca fue un edificio que se inauguró en abril de 1968 como ampliación de otro anterior, diseñado por los arquitectos, Laorga y López Zanón . Ese primer curso arrancó con 400 alumnos. El exdecano del colegio de Arquitectos de Cádiz, Julio Malo de Molina , ha destacado que la presencia de este inmueble en pleno centro de la capital sorprendió entonces a la crítica especializada, a la comunidad docente y a la población en general. El motivo de esta sorpresa fue, por un lado, «la funcionalidad y la elegancia mediante la cual se resolvía un programa complejo», y por otro, «la sabia manera de insertar la pieza con naturalidad en una posición de borde histórico tan relevante como La Caleta».

La vieja Escuela se queda inmersa, pero sin uso, en el nuevo cinturón universitario, entre la Alameda y Valcárcel

El edificio se encuentra catalogado por la Fundación DoCoMoMo Ibérico , encargada de la documentación y conservación del movimiento moderno, y es un icono de la arquitectura moderna de Cádiz junto con las dos torres de la luz que se dibujan en Puntales y Matagorda. DoCoMoMo son las siglas de Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement (Documentación y Conservación de Edificios y Barrios del Movimiento Moderno). Se trata de una iniciativa internacional que surgió en el año 1990 en París y que en España y Portugal tiene su propia organización, el DoCoMoMo Ibérico (www.docomomoiberico.com).

Malo de Molina sotierre que fue un «disparate político» el traslado a Puerto Real de varios de los centros universitarios que poblaban entonces el centro de la capital y resulta paradójico que «ahora, veinte años después, se intente traer de nuevo a la ciudad lo que se llevó al extrarradio».

Imita a la proa de un barco

Desde el punto de vista arquitectónico, el edificio simula la proa de un barco, con un mástil y un puente de mando en el frontal de la construcción . Los arquitectos destacan su luminosidad y, muy especialmente, su integración en la trama urbana del casco histórico gaditano gracias a su color blanco y al juego de curvas de la estructura. Parece un barco varado en La Caleta.

Este periódico ha contactado con miembros del movimiento social que quieren salvar la vieja escuela naval y señalan que ha llegado el momento de su recuperación , «de lo contrario, pasarán otros 20 años sin actividad y entonces será cuando lo declaren en ruina total». El edificio en cuestión albergaba lo que conocemos como Escuela Náutica, pero también era el centro de Formación Marítimo-Pesquera , además tenía una residencia universitaria y era la sede del cine-club universitario de la época. En su momento era la única Escuela Náutica del sur de España, ya que el resto se encontraban en Tenerife, Barcelona, Bilbao, Gijón y Coruña.

Su trasladó al campus de Puerto Real significó la ampliación de su contenido docente. Así, la nueva sede de Náutica se ubica en el espacio que ocupan las disciplinas de Ciencias del Mar . Allí se encuentra la denominada Escuela de Ingenierías Marinas, Náutica y Radioelectrónica , donde se imparten los grados de Ingeniería Radioelectrónica, Ingeniería Marina, Ingeniería Náutica y un máster en Transporte Marítimo.

El declive

Con el traslado empieza el declive y, sobre todo, la incertidumbre sobre el futuro del edificio . La Junta de Andalucía ordenó el desalojo del inmueble en 2007 alegando deficiencias en una parte de su estructura, aunque el Colegio de Arquitectos nunca advirtió problemas en la edificación, según Julio Malo de Molina. A mediados de 2008, coincidiendo con su cierre, el Gobierno regional aprobó la construcción de un nuevo edificio para albergar oficinas de la Junta , sin embargo, esta opción quedó abortada en 2010 con la irrupción de la crisis.

La UCA es partidaria de convertir el edificio en Museo del Mar y concentrar allí el patrimonio del Centro de Arqueología Subacuática

No obstante, el anuncio de demolición del edificio generó una gran polémica en la ciudad y un enfrentamiento entre la Junta, entonces presidida pro Manuel Chaves (PSOE), y el Ayuntamiento de la capital, gestionado por Teófila Martínez (PP). El último curso de los alumnos de Formación Marítima-Pesquera se desarrolló en las instalaciones del IES Cornelio Balbo. El Colegio de Arquitectos de Cádiz, cuyo decano era Ramón Pico , se opuso también a la demolición del inmueble y el aval lo dio, precisamente, la Consejería de Cultura que sentenció advirtiendo de que se encontraba en un entorno BIC y, por tanto, se tenía que conservar. Esta decisión llevó a la Junta a repensar el futuro del edificio para convertirlo en sede administrativa, sin embargo, había otra idea que también estaba sobre la mesa. La otra opción era convertir la Escuela en Museo del Mar . La intención era concentrar entre sus paredes todos los restos que se encuentran en el Centro de Arqueología Subacuática del balneario de La Palma. Así han pasado los años y el edificio sigue en vía muerta. En 2014 hubo que sanear sus cornisas, mientras que el Olivillo, justo al lado, y el colegio Beato Diego, en la avenida Duque de Nájera, iniciaban ya el trámite hacia su rehabilitación.

La Universidad de Cádiz (UCA) es partidaria también de que el edificio de la Escuela de Náutica sirva para albergar un museo marino con todos los restos catalogados que se encuentran en el Balneario de La Palma y poder competir con el de Murcia. No obstante, esta iniciativa necesitaría del apoyo económico de Europa a través de fondos europeos para salir adelante.

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