FUERZAS ARMADAS

El cerebro gaditano de la OTAN

La Base Naval de Rota alberga un Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad para dirigir intervenciones y ejercicios

La Fuerza de Acción Naval de la Armada Española es pieza clave en esta estructura militar internacional que opera desde Cádiz

Oficina de Personal de la Fuerza de Acción Naval. ANTONIO VÁZQUEZ

VERÓNICA SÁNCHEZ

«Para mí es un honor representar a la Marina de Portugal en un Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad español», afirma el capitán de fragata Miguel Ángel Calhau Algarvio, en un perfecto castellano, desde su despacho en la Base Naval de Rota. Llegó a España hace seis meses y es uno de los oficiales extranjeros que forman parte de este Cuartel General de la Alianza, poco conocido para el gran público.

En la OTAN «existe una fuerza de respuesta rápida, conjunta y combinada, (conocida como ‘NRF’ o ‘NATO Response Force’)», explica el vicealmirante Antonio Martorell Lacave. «Combinada porque es multinacional y conjunta porque tiene medios del Ejército de Tierra, del Aire y de la Armada y cada uno de ellos está dirigido por un ‘mando componente’: terrestre, aéreo y naval», explica. «Cuando a España le corresponde ejercer el mando de ese componente marítimo, es este Cuartel General el que lo ejerce», desarrolla. Y lo hace de forma rotativa, cada cuatro años, ya que otras tres naciones tienen Cuarteles Generales Marítimos de Alta Disponibilidad de la OTAN (SPMARFOR, por sus siglas en inglés), Reino Unido, Francia e Italia.

El que Rota albergue uno de ellos es «una demostración palpable del compromiso que España tiene con la Alianza , así como de las capacidades que poseen nuestras Fuerzas Armadas», afirma el vicealmirante Martorell, Almirante de Acción Naval (ALNAV).

Y es que el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad se encuentra integrado en el Estado Mayor de la Fuerza de Acción Naval de la Armada Española . Fuerza que está compuesta por 16 unidades, divididas entre el Grupo de Acción Naval 1, en Ferrol, y el Grupo de Acción Naval 2, con base en Rota. Este segundo grupo lo integran el buque anfibio portaaeronaves ‘JuanCarlos I’, los Buques de Asalto Anfibio (BAA) ‘Galicia’ y ‘Castilla’ y el Grupo Naval de Playa. En total, la Fuerza de Acción Naval la componen 3.500 hombres y mujeres, de los que algo más de 2.000 están en Rota.

En el Estado Mayor de la Fuerza de Acción Naval están destinadas 73 personas (22 oficiales, 20 suboficiales y 31 marineros). De los cuales 42 también están en el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad, que se compone de ellos, más los oficiales extranjeros (hasta un máximo de 11), uno del Ejército de Tierra y otro del Ejército del Aire. No obstante, la plantilla es escalable y podrían llegar a ser 176.

España ejerció por última vez el mando del componente marítimo de la Alianza Atlántica en 2015 y lo volverá a hacer en 2020. Por ello este verano comenzará el periodo de preparación que culmina con la certificación de la OTAN. Esta preparación dura 18 meses y tiene dos fases. Una nacional, de una duración de un año a partir del próximo mes de julio, en la que los militares españoles reciben instrucción, formación y adiestramiento. Y, desde julio de 2019 hasta final de ese año, la Alianza llevará a cabo una serie de ejercicios que culminarán certificando a todos sus mandos componentes, uno de ellos, el gaditano.

Este proceso de certificación OTAN «es hacer ejercicios computerizados (conocidos como ‘CPX’), que culminan con un ejercicio ‘Livex’ de fuerzas de verdad en la mar», explica el vicealmirante Martorell. «En el segundo semestre de este año, por ejemplo, habrá un ‘Livex’ en el que la OTAN va a preparar al siguiente mando componente naval, el del año 2019, que será Italia y el año que viene seremos nosotros la ‘audiencia principal del adiestramiento’, como lo llamamos», desarrolla.

Acceso restringido

En el Cuartel General de la Fuerza de Acción Naval, también mando Marítimo de Alta Disponibilidad de la OTAN, el trabajo es constante y preciso. Situado en el edificio del Cuartel General de la Flota, solo pueden entrar y salir de él los militares aquí destinados, ya que es un área de acceso restringido, en el que diariamente se trabaja con información confidencial .

El jefe del Estado Mayor de la Fuerza de Acción Naval es el capitán de navío José María Martín Dapena que, junto al suboficial mayor JuanTorres Lozano, forma el Grupo de Mando, que asesora de forma directa al almirante.

El suboficial mayor Torres, lo hace respecto al tema de personal. Su cometido es trasladarle las inquietudes y necesidades de los suboficiales y de la tropa y marinería (para lo que cuenta con la ayuda de la cabo mayor Ana Isabel Candamil). Además, asesora a éstos en cuanto a «cursos, adiestramiento, a la hora de pedir destinos, de los procesos de selección o de proyección de carrera», cuenta. «Esto es casi un centro de excelencia », asegura el suboficial más antiguo del Cuartel General, donde las plazas son de libre designación. «Aquí hay mucho trabajo pero la gente sabe a lo que viene», puntualiza.

El oficial más antiguo es el capitán de fragata Enrique Oubiña Romeu, jefe de la sección de Operaciones , compuesta por 15 personas, ocho de ellas oficiales (de los que tres son extranjeros, un portugués, un estadounidense y un italiano, que solo se encargan de asuntos relacionados con la Alianza), cuatro suboficiales, un cabo primero y un marinero. «Aquí realizamos el seguimiento de las actividades de los buques de la Fuerza de Acción Naval, además de participar en ejercicios OTAN», explica. Siempre frente a ordenadores y coordinando tanto con los niveles superiores como con los inferiores. El día en esta sección comienza con una reunión en la que «comentamos novedades, realizamos seguimiento de actividades y planeamos los ejercicios que tenemos por delante», cuenta el capitán de fragata Oubiña.

Uno de los suboficiales que trabaja con él es el sargento Javier Gallego Ruíz-Henestrosa, encargado de supervisar el Centro de Información y Combate (más conocido por su acrónimo, CIC). Lleva aquí un año y tres meses y su labor es asesorar al mando y controlar la mensajería y los sistemas. Además, es el «adjunto de la zona de acceso restringido», ocupándose de la seguridad en la misma, junto con dos comandantes. El sargento Gallego controla la documentación clasificada que se gestiona en este Cuartel General y, además, asesora a la hora de realizar obras y mantenimiento relacionados con la seguridad en las instalaciones, como alarmas o inhibidores de frecuencia. En este edificio, las guardias son de 24 horas, ya que gestionan material clasificado de alto riesgo .

Reino Unido, Italia y Francia albergan los otros tres Cuarteles Generales Marítimos de la Alianza

El adiestramiento es constante. «Ahora estamos inmersos en la fase de planeamiento de un ejercicio nacional, el MOPEX, que dirige el Mando de Operaciones», explica el vicealmirante Martorell. Además, en abril se desarrollará el ejercicio MILEX, de demostración de la capacidad de España para albergar el cuartel general de nivel operacional que ha ofertado a la Unión Europea . «La certificación es una responsabilidad nacional, por lo que haremos el ejercicio con observadores de la Unión», explica el ALNAV.

En los ejercicios de adiestramiento, en los que también participan en ocasiones países aliados (fundamental para la interoperabilidad entre naciones), las Fuerzas Armadas españolas se preparan«para todas las amenazas que una fuerza naval pueda encontrarse en la mar», tanto convencionales como no convencionales o híbridas. Entonces, el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad se embarca en el ‘Castilla’, buque de mando, desde donde desarrolla el ejercicio. Porque, como afirma el vicealmirante Martorell, «en la mar es donde tiene que estar el comandante del mando del componente marítimo».

Integración multinacional

El capitán de fragata portugués Algarvio es uno de los oficiales extranjeros destinados en el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad de la OTAN. Estará aquí tres años. Vive en El Puerto desde hace seis meses y destaca la «perfecta integración» de sus hijas de 9 y 14 años. «Me encanta Cádiz por la cultura y su gente, que es muy abierta, lo que ha facilitado la integración de mi familia», afirma. Está contento de vivir aquí y de desempeñar su trabajo diario «apoyando al jefe de Operaciones en todas las materias de asuntos OTAN, tanto en ejercicios como en operaciones reales».

Gran parte de la culpa de esta integración la tiene la cabo primero Nuria Cabanas Paraños que, desde la sección de Personal , se encarga de «manejar la documentación y las relaciones con las administraciones de los oficiales extranjeros», explica. Resuelve todas sus dudas, las básicas cuando uno llega a otro país. Les ayuda si, por ejemplo, tienen que acudir a un taller o hablar con la compañía telefónica y el idioma es un impedimento para ellos. Le encanta su trabajo y cuenta, con una gran sonrisa, que procura, dentro de sus posibilidades, «ayudarles en cualquier cosa que necesiten, aunque no sea del servicio, hasta que lleven algún tiempo aquí».

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