RUTAS

Las calas de Cádiz perfectas para disfrutar de la naturaleza en estado puro

Conil y sus calas de poniente lideran este ranking de ensenadas para sentir el Sol, el mar y la arena en su estado más natural, pero no son las únicas

Cádiz está lleno de rincones costeros donde disfrutar del entorno de manera natural. L. V.

L. V.

La provincia reúne 260 kilómetros de costa y 138 kilómetros de playas : calas, ensenadas, arenales de varios kilómetros. Un atractivo que hace que el destino Cádiz sea cada vez más codiciado. Pero entre todas las posibilidades que ofrece su litoral, lo que más llama la atención es el estado natural y salvaje de la mayoría de sus playas, teniendo un sitio especial en este sentido sus calas.

Prácticamente una cala es una accidente geográfico por el que el mar entre en la tierra. Algunos de los mejores ejemplos se encuentran en la provincia y sobre todo en el conjunto denominado calas de poniente , en las que se engloban la mayoría de calas de Conil. Pero no son las únicas con las que cuenta Cádiz.

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Vista desde la cima de la cala. L. V.

Cala Arena (Algeciras)

Ubicada en la costa acantilada de los Cerros del Estrecho (Algeciras), se encuentra Cala Arena, una de las playas más recónditas y de difícil acceso de la provincia. Es por este motivo que la gran conservación natural que presenta esta playa y el entorno cercano, ambos incluidos dentro de los límites del parque natural del Estrecho. La playa se caracteriza por estar constituida por tres calas contiguas, recortadas y rodeadas de acantilado de gran pendiente y con vegetación escasa. De arena escasa, las playas están formadas por conchas, fragmentos de rocas y cantos redondeados. Cada una de las calas presenta nombre y características propias. Según avanzamos por el sendero nos encontramos con Cala del Peral entre Punta de la Tía Abelita y las ruinas de un antiguo cuartel de carabineros, es la más cercana y con mejor acceso gracias al sendero litoral que recorre la costa hasta Tarifa y poseer una menor pendiente en su talud rocoso. En ella desemboca el Arroyo de la Alcarracilla del Peral. A continuación tenemos una segunda cala entre Punta Chorlito y Punta de la Tía Abelita. De difícil acceso, es la más pequeña de las tres. Por último, la más alejada Cala Arena, entre Punta del Fraile y Punta Chorlito, describe un trazado curvilíneo desprovisto de vegetación. Desde las calas a cierta altura sobre la montaña puede visualizarse la Torre del Fraile.

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Usuarios en Cala del Aceite. L. V.

Cala del Aceite (Conil)

La Cala del Aceite es un de las calas más famosas del litoral gaditano, su espectacular paisaje de acantilados rojizos con su plataforma rocosa la hacen merecedora de serlo. Las paredes de su talud formadas por sedimentos compactos de arena y arcillas se complementan con otras placas rocosas de piedra ostionera, más resistente al ataque del mar. En ocasiones sobre la pared se pueden encontrar fósiles de algas (rodolitos) o nudos calcáneos. Aunque de pequeño tamaño es la cala más grande del municipio y una de las más frecuentadas. En el superior del talud las partes verdes del pinar y el matorral mediterráneo contrastan con los colores de las rocas.

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Puente en la Bocana del Río. L. V.

Bocana del Río (Puerto Real)

En la antigua desembocadura del río Guadalete, transformada con el paso del tiempo en caño mareal y conocida hoy día como Río San Pedro o Bocana del Río, se encuentra esta playa de enorme valor socio-ambiental. Se encuentra divida en dos tramos ‘El Conchal’ más natural respaldado por borde costero formado por un talud arenoso sobre el que se extiende un gran pinar. Y al otro lado del caño Cortadura se encuentra el tramo de ‘La Ministra’ con aparcamiento cercano y un pequeño parque que dispone de mesas y la sombra de varios eucaliptos, protegidos de las mareas por una escollera. Entre ambos extremos un puente de madera cruza el caño y permite el tránsito de un tramo a otro. Un lugar ideal donde disfrutar de un día de playa y conocer las singularidades de la Bahía de Cádiz.

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Las rocas rodean a Playa Chica. L. V.

Playa Chica (Tarifa)

Con su reducido tamaño, es la primera playa gaditana del mediterráneo. Entre la carretera de acceso a la Isla de la Palomas y la escollera del puerto, esta pequeña área de arena es considerada la playa tradicional de los habitantes de Tarifa, hasta cuenta con su propia asociación: Amigos de la Playa Chica. Frente a su orilla, a pie del castillo una pequeña franja de arena aloja a algunos usuarios que pueden disfrutar de un baño en uno de los fondos marinos con más diversidad de especies de la provincia.

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La playa de los alemanes es una de las calas más conocidas. L. V.

Cala de los Alemanes (Zahara)

Abrigada entre los acantilados del Cabo de Plata y Punta de Gracia, esta peculiar playa es el deleite de los habitantes de la zona. Curvilínea y alargada está cubierta ladera arriba por viviendas y adosados que se entienden por el rocoso y originalmente monte Mediterráneo. Un estrecho sistema dunar separa la orilla de las urbanizaciones y mantiene los únicos vestigios de vegetación costera. El faro de Camarinal sobre el talud, las azules aguas, las dunas cubiertas de vegetación y el verde de las montañas de alrededor conforman un paisaje espectacular para el disfrute y descanso. Se accede desde el núcleo de Atlanterra, por la carretera que asciende hacía la montaña.

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Imagen de la cala del frailecillo. L. V.

Cala el Frailecillo (Conil)

La cala de El Frailecillo forma parte de las seis Calas de Roche, en Conil de la Frontera, que se conectan entre sí cuando baja la marea. Al igual que sus hermanas se caracteriza por estar bajo unos impresionantes y bellos acantilados de color rojizo. Para llegar a ella hay que andar por un camino difícil y bajar por unas escaleras situada en el borde del acantilado. La arena es fina y dorada, el agua es limpia y poco profunda. En estas playas se suele practicar el nudismo en los meses de menor afluencia, como en septiembre y octubre.

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Arroyo del Cañuelo es una playa alejada de lo urbano. L. V.

Arroyo del Cañuelo (Zahara)

Rodeada de un extenso pinar, sin accesos habilitados y a algunos minutos a pie desde la carretera de acceso al faro Camarinal, se encuentra la playa del Cañuelo. Conocida así por el arroyo que desemboca en sus orillas durante la época de lluvia. Pequeña e íntima, es la playa perfecta para los usuarios que quieren desconectar de la ciudad y disfrutar del sonido de las olas al romper. Además de la cala principal, existen otras calas en los laterales de esta, de pequeño tamaño, y de acceso más complejo, la franja estrecha de arena pueden ser totalmente inundadas durante la pleamar.

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Pequeña cala llena de rocas. L. V.

Cala del Tío Juan (Conil)

La cala Tío Juan de Medina es la segunda de las calas de Roche y una de las más frecuentadas por ser de fácil acceso a través de unas escaleras construidas en los acantilados. Frente al acceso a la cala existe buen aparcamiento del que sale un sendero que da acceso a la cala. Es un arenal amplio de arena fina y dorado perfecto para resguardarse del viento de levante bajo los acantilados.

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Una de las pocas calas que se combina con lo urbano. L. V.

La Calita (El Puerto)

Entre rocas y acantilado, una lengua de arena se abre paso para formar la playa de la Calita. Rodeada de viviendas unifamiliares pertenecientes a la urbanización de Vistahermosa, este tramo de costa baja, entre acantilados rojizos, es principalmente frecuentado por residentes de la zona. Hacia el sureste, existen otras calas de menor tamaño y superficie de arena, pero igualmente aprovechadas para el baño y la estancia. Sobre el acantilado un pequeño paseo marítimo ofrece las vistas de un paisaje espectacular marcado por los tonos de las cuarcitas, arcillas y limos que componen las paredes de este trocito de costa.

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Vista aérea de esta pequeña cala. L. V.

Playa cala Puntalejo

Separada de la playa de Fuente del Gallo por un saliente rocoso que alberga un pequeño bunker, incrustado en el acantilado. Esta pequeña cala suele ser utilizada por usuarios que buscan la tranquilidad de su entorno. En ocasiones un arroyo desemboca en la playa dividiéndola en dos partes. En bajamar se observa que todo el fondo marino está cubierto por una plataforma rocosa con pequeños espacios de arena y aguas cristalinas. Contiene un paisaje de gran belleza geológica donde acantilado y plataforma rocosa se entrelazan y protegen la playa del efecto del mar.

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