Alegato en defensa de una mayor autonomía de la Diputación

Tras la entrega de las insignias de oro a los distintos presidentes de la Diputación, la actual responsable de la Corporación, la socialista Irene García, agradeció a Gervasio Hernández su discurso "por poner las pilas a la nueva generación de políticos" .

García hizo balance y recordó que el actual presupuesto de la Diputación es quince veces superior al de hace cuarenta años. De esta forma ha querido dar una idea de la evolución de esta institución en favor de los ciudadanos. "Nadie puede dudar de la utilidad de la Diputación", ha asegurado. De esta forma, se ha desmarcado del antiguo debate abierto que puso en duda su función y su continuidad.

Irene García defiende a la institución como hilo conductor y transmisor de las necesidades de los municipios . Insiste en que la Diputación es clave para el desarrollo armónico de la provincia y "es el altavoz y la caja de resonancia de las reclamaciones vecinales". Por ello es importante izar banderas, en su opinión, para que se divisen desde la distancia.

La Diputación, al mismo tiempo, es vital para salvar la brecha entre las oportunidades de los grandes municipios con respecto a los pequeños . En este sentido, García ha hecho balance de los planes especiales desarrollados para mantener el equilibrio territorial. La presidenta ha aludido a las infraestructuras como trampolín de nuevas oportunidades para el desarollo de la provincia. Asegura que las corporaciones locales y las diputaciones soportan todavía una tutela intolerable de otras administraciones y uno de los ejemplos es la financiación. El propio desarrollo del sistema autonómico ha derivado, según García, en un perverso proceso de centrifugación asistencial . "Las grandes administraciones desvían funciones y las cargan a ayuntamientos y diputaciones", lamenta.

Irene García ha reclamado que la Diputación sea pieza integrada en esas administraciones y ha defendido que los ayuntamientos y diputaciones son mayores de edad y solventes, pero sufren los ajustes de las grandes administraciones. Asegura que la permanente lupa fiscalizadora sobre las cuentas de la Diputación, totalmente saneadas, "son un lastre para la capacidad administrativa de la Diputación" .

Reivindica el papel de la Diputación como pieza clave del Estado. Señala que "a las corporaciones locales se exige correponsabilidad, pero necesitamos igualdad de condiciones. Ha llegado el momento de mejorar su financiación, robustecer su papel para poder garantizar su eficacia y eficiencia".