LABORAL

«La actitud beligerante del Comité de la Base de Rota pone en peligro el contrato con la US-Navy»

Jiri Maly. Presidente de la compañía Louis Berger

El máximo responsable de la compañía que explota el servicio aeroportuario del ejército norteamericano en Rota trata de desatrancar el conflicto laboral con el personal civil español

Jiri Maly, en el paseo de Santa Bárbara, junto al Parador, y con la muralla de Cádiz al fondo, durante la entrevista concedida a LA VOZ ANTONIO VÁZQUEZ

JAVIER RODRÍGUEZ

La polémica con un sector de la plantilla civil de la Base Naval de Rota se ha hecho crónica. Las demandas de los trabajadores encargados de la logística aeroportuaria del espacio norteamericano han puesto en jaque a la empresa encargada de dar este servicio a la US-Navy. En agosto de 2016, la compañía estadounidense Louis Berger se hizo por contrato público con esta adjudicación, sin embargo, la explotación del servicio es inferior a la de otros años, ya que el ejército estadounidense ha reducido la cadencia de aviones de abastecimiento que aterrizan y despegan de la Base pasando de cuatro a tres. Esta situación ha obligado a la empresa a tomar medidas de ajuste para adaptarse a esta nueva necesidad, pero la plantilla ha rechazado todas las ofertas. El presidente de Louis Berger, Jiri Maly, se ha desplazado esta semana de Washington a Rota para fijar una salida al conflicto que dura ya meses. El contrato está en juego y no se descarta que esta función de estiba aeroportuaria la asuman finalmente los propios militares provocando con ello un grave perjuicio para la plantilla. Maly trata de buscar una solución negociada que beneficie a los intereses de las dos partes. Considera que el conflicto se ha politizado.

-Empezaré por el final. ¿Se arrepiente del contrato firmado por su compañía con la US-Navy en Rota?

- Por supuesto que no. Se trata de un contrato muy importante para la compañía. Llevamos mucho tiempo trabajando en Rota y queremos seguir trabajando.

-¿La situación que vive su empresa en Rota le ha cambiado el concepto sociolaboral de España?

- No. La compañía trabaja en todo el mundo. Estamos acostumbrados a trabajar en diferentes acciones y proyectos tanto sociales como medioambientales y, desde luego, no ha cambiado el concepto que tenemos de España en este sentido.

-He podido comprobar que usted fue nombrado presidente en octubre de 2016 y la adjudicación fue en agosto de 2016. ¿Considera que hereda un regalo envenenado?

- Es un desafío interesante

«Un tercio de los empleados despedidos ha sido por cuestiones disciplinarias»

-La polémica con la plantilla civil de Rota es algo crónica. ¿Opina que este conflicto laboral está politizado?

- El conflicto no es con nuestros empleados. La plantilla está haciendo un magnífico trabajo. Sin embargo, sí que es verdad que lo que está ocurriendo está conducido por un tema político. Entendemos que la huelga no beneficia en absoluto al conjunto de los trabajadores y pensamos que el Comité de Empresa no aconseja bien. Nuestra intención es trabajar y hacer lo mejor por la plantilla. Es el principal objetivo de la compañía en todos los proyectos en los que trabaja Louis Berger. Por ahora, nuestro empeño es dialogar con las personas que lideran el Comité de Empresa para llegar a una solución factible tanto para los trabajadores como para la empresa.

-Su empresa actúa como lo que es, una compañía que busca la rentabilidad y que ahora tiene que adaptar sus recursos en Rota a las nuevas necesidades. ¿Cuál es el motivo de tanta conflictividad con los agentes sociales?

- No lo sé. No puedo responder a esa pregunta. Nosotros seguimos las leyes españolas y obviamente entendemos la necesidad de que los trabajadores estén representados y tengan su comité de empresa. Por ello, damos la bienvenida a todo tipo de comunicación que sirva para solucionar el conflicto. Nuestra prioridad es hacer un trabajo para el que hemos sido contratados y lo debemos realizar en perfectas condiciones, en este caso, para nuestro cliente, que es la US-Navy.

«Si la US-Navy cancela el contrato perderemos todos y los 140 trabajadores perderán el empleo»

-¿Sabía Louis Berger en agosto de 2016 que la US-Navy reducía la cadencia de vuelos de 4 a 3 con respecto al anterior contrato de Cav Europa?

- Por supuesto que lo sabíamos. De hecho, la US-Navy nos pidió una propuesta económica que se adaptara a las nuevas necesidades de mantener tres aviones. Nuestra intención era trabajar con el Comité de Empresa para llegar a un acuerdo y trasladar a la plantilla las condiciones que marcaba el nuevo contrato de explotación del servicio. Ofrecimos una propuesta para preservar el mayor empleo posible sabiendo que había un descenso de trabajo. La compañía propuso entonces una mínima reducción de empleo y una mínima reducción de salario para que la empresa no perdiera dinero. Nuestra propuesta inicial era reducir un 9% el empleo y un 6% el salario, aunque los alcances del nuevo servicio se habían reducido un 25%. Esa oferta fue rechazada por el Comité. Dejaron las negociaciones y no ha habido contraoferta.

-¿La adjudicación a Louis Berger obligaba a mantener a la plantilla actual?

- El contrato requiere que se cumplan las leyes españolas y esa misma normativa nos da la posibilidad de negociar con la plantilla. En algunos aspectos nos limita, pero nos permite también flexibilidad para tomar medidas. No era una obligación asumir a la plantilla, sin embargo, para la compañía es clave que los trabajadores se sientan parte del equipo y estén motivados. Entendemos la importancia del contrato para Rota y la provincia.

-

«La compañía está interesada en expansionarse en la provincia, pero es clave acabar con el conflicto»

En España muchas empresas han tenido que transformarse y adaptarse con la crisis. Es normal. ¿Han transmitido esta situación a los agentes sociales? ¿Qué falla? ¿Por qué esa beligerancia por parte de la plantilla?

- Es importante diferenciar entre plantilla y liderazgo de esa plantilla. El Comité está llevando mucha presión tanto a la empresa como a los trabajadores. Por ejemplo, la útima huelga ni siquiera la trasladaron a una asamblea, es decir, fue el Comité el que tomó la decisión de manera unilateral.

-¿Hay posibilidad a corto plazo de que Estados Unidos amplíe la cadencia de vuelos en Rota y tengan entonces que volver a la situación anterior?

- No lo sé. En realidad el parámetro que dictará la capacidad del contrato es la actividad mundial de la US Navy. Si el ejército norteamericano tiene complicaciones de transporte desde Rota, seguramente optará por otras bases para su logística. Hoy en día, gracias al trabajo de la plantilla de Rota, la US-Navy está contenta, pero la actitud beligerante del Comité está poniendo en peligro el trabajo de la plantilla y también nuestra posición como contratista. No se descarta que en un futuro la US-Navy tome otras medidas.

-Han tenido siete huelgas en muy poco tiempo y un conflicto que se encona. ¿No teme un desgaste de la imagen de su compañía?

- La huelga no nos gusta, pero la plantilla está siendo muy profesional con los servicios mínimos. Tenemos evaluaciones por parte del cliente y el resultado de estos controles es muy bueno. Con la huelga tenemos menos personal, pero no está afectando al trabajo ni a la calidad.

-Louis Berger es un grupo empresarial con más de 6.000 personas en 50 países. ¿El caso de Rota es una excepción?

- La compañía está en todo el mundo y los dueños de la empresa son sus empleados. La compañía tiene empleados en Rota y hay una gran división empresarial en Santander. Louis Berger está en España para quedarse. Es un país muy interesante.

«La empresa ofreció una oferta ante la reducción de trabajo en la Base y no hubo ni más negociación ni tampoco contraoferta»

-La reducción de plantilla afecta a unas quince personas, pero llama la atención que su compañía haya tocado algo tan sagrado en España como son los miembros del Comité de Empresa. Dos despedidos. ¿Sabe a lo que se enfrenta?

- Nosotros no despedimos a nadie por su afiliación política o sindical. Nuestra plantilla tiene el derecho de estar representada por un comité, pero ese comité tiene que ayudar y no destruir. Hay que tener en cuenta que un tercio de los despedidos ha sido por situaciones disciplinarias.

-¿Peligra el contrato?

- Tenemos el contrato porque hacemos un buen trabajo. Hay precedentes de reducción de contrato y el ejemplo está en Morón. Si la US-Navy cancela este acuerdo con Louis Berger toda la plantilla perderá su empleo. El trabajo que hace ahora el personal civil lo realizarán los militares. No solo estamos hablando de los 140 empleados sino de 140 familias y del impacto que supone la cancelación de un contrato de esta envergadura.

-En qué situación se encuentra la relación empresa-plantilla?

- No tenemos una cita con el comité, pero estamos abiertos.

-¿En algún momento ha pensado en tirar la toalla?

- No. El contrato es demasiado importante. Es vital para los empleados y la economía de Cádiz.

-¿Confía en una solución rápida y razonable?

- Espero que sí.

-Louis Berger es una compañía multidisciplinar de ingeniería, servicios, arquitectura e infraestructuras. Es muy similar a la todopoderosa española Dragados ACS de Florentino Pérez. ¿Lo conoce?

- No creo. No soy tan importante.

-¿Piensa invertir en España? Y ¿En Cádiz?

- Estamos interesados en crecer en la zona. Hay más oportunidades en Rota para negocios. Seguiremos invirtiendo, pero hay que terminar con el conflicto. Entre los sectores en los que estamos interesados es la Base misma, que tiene más oportunidades, además de ingeniería civil.

-Es usted matemático, ¿le salen las cuentas si el conflicto perdura más de lo previsto?

- Estamos perdiendo dinero. Necesitamos llegar a un acuerdo para que los números se pongan en positivo.

-¿Se han puesto plazo?

- Tenemos un plan interno que no podemos discutirlo ahora.

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