Esteban Pérez Ramos, «El Practicante»

Hace ahora veinticinco años fallecía en Puerto Real, Esteban Pérez Ramos, auxiliar sanitario, que en aquellos años en los que todavía no se había acuñado el término ATS o lo que es igual Asistente Técnico Sanitario, era conocido él y sus compañeros como Practicante.

Si el que esta escribe tuviese que definirle con tres palabras, estas serían las de: bueno, trabajador y culto.

Esteban Pérez Ramos a lo largo de su laboriosa vida fue un ejemplar conciudadano. Independientemente de la gratitud de mi familia y mías, -en la que destacó los fraternales lazos de amistad que le unían a mi inolvidable padre-, por sus comunes afinidades culturales en el coleccionismo de la filatelia y otras materias-, la popular personalidad de Pérez Ramos quedó para siempre en el reconocimiento debido a su denodado trabajo que no conocía horarios, a través de cuántos paisanos y de fuera de su villa natal precisaron de sus cuidados de experto practicante en cualquier momento, pues pese al tiempo transcurrido fui testigo de ello, siendo frecuente escuchar innumerables testimonios como éste: «Esteban, venía a casa a las cuatro de la mañana», ¿Quién y cómo se sufraga esto en la actualidad, sin demérito alguno de los ATS que eficientemente ejercen su vocación ahora!

Su bondad disimulada intencionadamente por él mismo a través de su carácter serio, fiel correspondencia a su estricto cumplimiento del deber y jamás motivo de cualquier atisbo de desabrimiento alguno, era público y notorio para quienes tuvimos la dicha de conocerle y ser sus pacientes desde nuestra más temprana edad.

Su copiosa cultura inserta en sus numerosas colecciones: jardinería, filatelia , su amor a la lectura y a otras bellas artes, pese a su poco tiempo de asueto-, nos hizo valorar en Esteban Pérez Ramos a un hombre trabajador y bueno, cuya abundante cultura nos hicieron más llevadero pretéritos años de intransigencias y prohibiciones, desde la cómplice reciprocidad, que anhelaba libertades y logros.

Su extrema laboriosidad, -inherente con la del esposo y padre ejemplar que fue toda su íntegra existencia-, fue pareja con los buenos amigos y compañeros cosechados cotidianamente. ¿Gracias Esteban!

Alfonso Aguirre Cabezas. Puerto Real