Bajas laborales en Cádiz

La Seguridad Social aumenta el número de altas forzosas y provoca un aluvión de reclamaciones

Los pleitos por altas sanitarias aumentan un 30% en los últimos meses ante la presión que sufren los trabajadores por parte del INSS

El edificio de la Seguridad Social de Cádiz, una administración en el punto de mira. F. J.

Nuria Agrafojo

Desde un profesor con cáncer, pasando por una enfermera que acaba de sufrir un infarto o una mujer recién operada de cáncer de mama. La Inspección Médica del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha aumentado su presión sobre los trabajadores otorgando altas forzosas y revocando situaciones de invalidez, en algunos casos, varias décadas después de que fueran otorgadas por la propia administración y con los mismos informes.

Este endurecimiento de las condiciones por parte de la Seguridad Social ha ocasionado una oleada de críticas por parte de los sindicatos y otros colectivos como el Colegio Profesional de Graduados Sociales , así como numerosas reclamaciones en los juzgados, la única vía que contempla la normativa para protestar contra este tipo de resoluciones.

Así lo asegura el presidente del Colegio de Graduados Sociales, José Blas Fernández , con un dato esclarecedor: los pleitos a consecuencia de las altas sanitarias han aumentado un 30% en los últimos meses. Según el profesional, este tipo de casos están llenando los despachos de abogados y graduados sociales ante situaciones que parecen inverosímiles. «Nos quedamos fríos con las situaciones que se están dando. El número de revocaciones de situaciones de invalidez se multiplican día tras día y cada vez hay hay más enfermedades que han dejado de considerarse incapacitantes», apunta Fernández.

En este sentido, explica que la situación comenzó a cambiar a raíz de la aprobación de una nueva normativa en 2011 . Hasta entonces, era la comunidad autónoma la que se encargaba de dar las altas y las bajas, mientras que ahora es el INSS el que a través del inspector y sin necesidad de reunir a un tribunal médico, puede otorgar esta revocación. En este caso, no cabe ni siquiera una reclamación. La única vía que le queda al trabajador es acudir directamente a la vía judicial.

Desde el Colegio de Graduados Sociales ya han manifestado su disconformidad con la actual normativa y con el hecho de que sea un juez el que tenga que evaluar una situación de carácter sanitario. «No entendemos por qué es un juez el que tiene que intervenir y no un tribunal médico, que sería lo más oportuno. Además, el cambio de la normativa ha provocado un colapso de los juzgados y a día de hoy se están señalando juicios para 2023, con la situación de incertidumbre que eso acarrera al trabajador», apuntó el especialista.

Con respecto a las enfermedades que se consideran incapacitantes, desde el Colegio de Graduados Sociales reconocen que también hay cierta controversia. «Hay enfermedades como el infarto o el cáncer de mama que ya no se consideran invalidantes. Sin embargo, hay otras, como la fibromialgia que lo son o no dependiendo de la provincia. En Granada sí lo es, por ejemplo, pero en las provincias de Cádiz y Sevilla, no», agregó el presidente de un colectivo que lleva el 80% de las impugnaciones que se están produciendo contra el INSS.

Otro de los problemas que están acarreando este tipo de altas de oficio es que el trabajador, además de que se ve obligado a incorporarse a su puesto de trabajo, también tiene prohibido volver a darse de baja por la misma causa en los seis meses siguientes a la fecha de alta. Ni siquiera cuando hay motivos para ello y el propio médico de familia o especialista avala con un informe el diagnóstico.

El sector sanitario

Uno de los sectores más afectados por el alto número de altas de oficio otorgadas por el INSS es el sanitario. Así lo asegura Carmen Boy, portavoz de CCOO en el Hospital Universitario Puerta del Mar. Según la dirigente sindical, en la semana del 17 de mayo se otorgaron un total de 26 altas de oficio al personal sanitario del hospital Puerta del Mar, algo que, a su juicio, es habitual en esta última etapa y que demuestra «la indefensión que sufren los trabajadores del SAS cuando padecen alguna enfermedad y tienen que darse de baja».

En este sentido, la sindicalista apuntó: «Nosotros no tenemos mutua privada, así que el INSS es nuestra propia mutua. Nuestros trabajadores son citados prematuramente por el INSS en cuanto se dan de baja y automáticamente son dados de alta por la Inspección Médica a pesar de llevar informes que avalan su enfermedad. Hablamos de resoluciones que son reclamadas por el propio médico de familia», explica Carmen Boy, que ya ha trasladado el malestar de los trabajadores a la dirección del hospital y a la delegada provincial de Sanidad de la Junta de Andalucía

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