CRISIS DEL CORONAVIRUS

«En Polonia son muy estrictos y se han tomado muy en serio esta pandemia»

El gaditano Eugenio González vive en Varsovia (Polonia) y trabaja en Medtronic, una multinacional que planta batalla al coronavirus

El gaditano Eugenio González pasa el confinamiento en Varsovia (Polonia). LA VOZ

ANTONIO VALIMAÑA

Ya ha llovido desde que el lejano 24 de octubre de 2012 Eugenio González Aguilera cogiera sus maletas y se marchara desde su Tacita de Plata hasta Polonia en busca de una nueva vida. Periodista de profesión, este gaditano con familia en Ciudad Real cambiaba el rumbo y comenzaba una nueva aventura en un país muy diferente al suyo.

Nada que ver con su anterior etapa en Sevilla, escenario de su primer éxodo. Había que dar un paso al frente. Primero por amor. Después por profesionalidad y futuro. A fin de cuentas, uno más de tantos españoles que trabaja más allá de nuestras fronteras, pero que jamás olvida el país que ama.

Es allí, en Varsovia , donde le toca lidiar con esta situación tan inesperada como desagradable. Desde la capital de Polonia continúa con su día a día. Lo hace trabajando (ahora teletrabajando) en una empresa multinacional norteamericana llamada Medtronic. Su misión es proveer de material médico a hospitales de todo el mundo. Actualmente en el departamento de precios de cara al mercado de España y Portugal. Todo ello sin olvidar su otra pasión: la de periodista deportivo. Así, y gracias a ‘Tercer Equipo’ se ha convertido en un perfecto conocedor del fútbol polaco. O lo que es lo mismo, de la Ekstraklasa, una competición que ya estuvo suspendida durante seis años por la Segunda Guerra Mundial entre 1939 y 1945.

Un país como Polonia que se encuentra presidido por Andrzej Duda, que podría extender su mandato dos años más al existir la posibilidad de aplazar las elecciones presidenciales previstas para mayo.

A más de 3.500 kilómetros por carretera de su Cádiz natal, Eugenio trata de pasar como mejor puede esta inexplicable experiencia. «Mi situación no es muy diferente a la situación de confinamiento que se está viviendo en España, ya que se decretaron las medidas casi al mismo tiempo. Todo está completamente cerrado, con militares y policías en los accesos y salidas de Varsovia, que es la ciudad en la que resido. Puedo decir que es bastante parecido a lo que puede ser Madrid porque Varsovia es la capital de Polonia, y aquí es líder en contagio. Hay más población y, por lo tanto, más contagio y más trasiego. Se puede decir que todo es bastante estricto y la gente está muy concienciada », asegura. Aunque también añade: «A nivel de muertos y contagiados no existe la misma gravedad en estos momentos que en España».

Otra manera de encarar el asunto

De su día a día este cadista de pro destaca que «es similar al que pudiese llevar en España. Afortunadamente puedo teletrabajar desde casa y no afecta a mi productividad ni a mi rendimiento. También hago ejercicio para mantener la forma, hablo con la familia y amigos, leo...».

« Lo que llevo mejor es trabajar desde casa y no ir a la oficina , evitando coger el transporte público. Lo peor es estar encerrado entre cuatro paredes y fuera de tu país. Duele ver la situación horrible que está pasando en España , con gran parte de tu familia allí. Estar allí, dentro de lo malo, sería un poco más llevadero al estar con los tuyos», relata.

Pero si algo tiene claro Eugenio es que «e n Polonia creo que la gente está mucho más concienciada que en España. Es una cultura muy diferente, son más precavidos y acumulan cosas para que no pase nada en el futuro. Son muy estrictos». Y añade: «Sin pandemias ni epidemias también son bastante estrictos. Además se han tomado muy en serio lo que pasaba en Italia y España. Sabián que no podían permitírselo al ser un país mucho más limitado».

Por eso apostilla: «El confinamiento se lleva aquí mucho mejor. La gente sale siempre mucho menos a la calle porque hace más frío. La vida se suele hacer en casa y por eso no se nota tanto la diferencia».

A corto plazo no se plantea viajar a Cádiz, donde ya estuvo en Navidad. Sí tenía pensado ir el pasado 28 de marzo a Alemania para ver a su hermana y su sobrino. De hecho, Eugenio ya tenía el vuelo sacado y pensaba estar allí una semana, aunque no pudo ser. En torno al 12, 13 de marzo se cerró el espacio aéreo en Polonia.

« No tenía sentido pasar la pandemia en España. Sobre todo porque la situación era horrible en mi país y allí podías contagiar con mayor facilidad después de pasar por aeropuertos. Había que pensar en mi seguridad y, principalmente, en la de mi familia», señala. Y puntualiza: «Los polacos se interesaron por mí desde el principio. Ellos se lo han tomado mucho más en serio que nosotros. No suelen mandar vídeos y memes ni hacer bromas sobre estas situaciones. Los españoles, en cambio, sí. Simplemente es una cuestión cultural, ni mejor ni peor. Son más pesimistas y se lo toman todo más a pecho que nosotros».

Mientras sigue con su rutina en Varsovia, con el respaldo virtual de muchos amigos españoles, italianos, portugueses y mexicanos que también residen allí. «Todos los españoles que vivimos en Polonia nos tenemos que frotar los ojos para ver lo que está sucediendo. Es increíble. Ni en los peores sueños lo podíamos imaginar. Ha pasado de ser ciencia ficción a convertirse en realidad. Creo que se minusvaloró lo que pasaba en China, primero, e Italia, después. Nos creíamos intocables. Aquí hay menos muertos y menos contagios. Aquí tomaron medidas mucho antes que en España y estamos más seguros ».

Más que un abrazo virtual

Pero si algo tiene claro Eugenio son sus orígenes, de los que jamás renegará. « Mando un fuerte abrazo a mis padres, que viven en Cádiz. Especialmente a mi madre al trabajar en el Departamento de Neurología del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, pues puede estar expuesta a que pueda pasar algo. Espero y confío que no. Es cierto que alguna compañera dio positivo e hizo que a ella la mandaran a la casa, esperando varios días, pero dio negativo. Ahora ha vuelto a la primera línea de batalla. Espero que tenga el equipamiento apropiado». Ni de ellos ni de los suyos. «También me acuerdo mucho de mi hermana y mi sobrino, que están en Alemania, de mis amigos en España y de mi familia de Ciudad Real». Ya queda un día menos para volver a estar con ellos. Él confía en ganar este partido, aunque la prórroga sea larga.

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